Otro cielo
La stranezza di un cielo che non e il tuo
Cesare Pavese
No existe esponja para lavar el cielo
pero aunque pudieras enjabonarlo
y luego echarle baldes y baldes de mar
y colgarlo al sol para que se seque
siempre te faltaría un pájaro en silencio.
No existen métodos para tocar el cielo
pero aunque te estiraras como una palma
y lograras rozarlo en tus delirios
y supieras por fin cómo es al tacto
siempre te faltaría la nube de algodón.
No existe un puente para cruzar el cielo
pero aunque consiguieras llegar a la otra orilla
a fuerza de memoria y de pronósticos
y comprobaras que no es tan difícil
siempre te faltaría el pino del crepúsculo.
Eso porque se trata de un cielo que no es tuyo
aunque sea impetuoso y desgarrado
en cambio cuando llegues al que te pertenece
no lo querrás lavar ni tocar ni cruzar
pero estarán el pájaro y la nube y el pino.
Mario Benedetti.
Juego de villanos
La muerte se
puso una cara de monstruo
una cara de
monstruo horrible
esperó y
esperó detrás de la esquina
salió al fin
de la sombra como un trozo de sombra
y el niño
huyó más rápido que su propio alarido.
Entonces la
muerte se puso otra cara
Una vieja
cara de mendigo
esperó y
esperó enfrente de la iglesia
extendiendo la
mano y gimiendo su pena
y el niño no
supo qué hacer con su piedad.
Entonces la
muerte se puso otra cara
una cara de
mujer hermosa
esperó y
esperó con los brazos abiertos
tan maternal
tan fiel tan persuasiva
que el niño
quedó inmóvil de susto o de ternura.
Entonces la
muerte sacó su última cara
una cara de
juguete inocente
esperó y
esperó tranquila en la bohardilla
tan quieta
tan trivial tan seductora
que el niño
le dio cuerda con una sola mano.
Entonces la
muerte se animó despacito
más traidora
que nunca y le cortó las venas
y le pinchó
los ojos y le quitó el aliento
y era lo
único que podía esperarse
porque con
la muerte no se juega.
Por qué cantamos
Si cada hora
viene con su muerte
si el tiempo
es una cueva de ladrones
los aires ya no son los buenos aires
la vida es
nada más que un blanco móvil
usted
preguntará por qué cantamos
si nuestros
bravos quedan sin abrazo
la patria se
nos muere de tristeza
y el corazón
del hombre se hace añicos
antes aún
que explote la vergüenza
usted
preguntará por qué cantamos
si estamos
lejos como un horizonte
si allá
quedaron árboles y cielo
si cada
noche es siempre alguna ausencia
y cada
despertar un desencuentro
usted
preguntará por qué cantamos
cantamos
porque el río está sonando
y cuando
suena el río / suena el río
cantamos
porque el cruel no tiene nombre
y en cambio
tiene nombre su destino
cantamos
porque el niño y porque todo
y porque
algún futuro y porque el pueblo
cantamos
porque los sobrevivientes
y nuestros
muertos quieren que cantemos
cantamos
porque el grito no es bastante
y no es
bastante el llanto ni la bronca
cantamos
porque creemos en la
y porque
venceremos la derrota
cantamos
porque el sol nos reconoce
y porque el
campo huele a primavera
y porque en
este tallo en aquel fruto
cada
pregunta tiene su respuesta
cantamos
porque llueve sobre el surco
y somos
militantes de la vida
y porque no
podemos ni queremos
dejar que la
canción se haga ceniza.
*******
*******
DEFENSA
DE LA ALEGRÍA
a trini
Defender la
alegría como una trinchera
defenderla del escándalo y la rutina
de la miseria y los miserables
de las ausencias transitorias
y las definitivas
defenderla del escándalo y la rutina
de la miseria y los miserables
de las ausencias transitorias
y las definitivas
defender la
alegría como un principio
defenderla del pasmo y las pesadillas
de los neutrales y de los neutrones
de las dulces infamias
y los graves diagnósticos
defenderla del pasmo y las pesadillas
de los neutrales y de los neutrones
de las dulces infamias
y los graves diagnósticos
defender la
alegría como una bandera
defenderla del rayo y la melancolía
de los ingenuos y de los canallas
de la retórica y los paros cardiacos
de las endemias y las academias
defenderla del rayo y la melancolía
de los ingenuos y de los canallas
de la retórica y los paros cardiacos
de las endemias y las academias
defender la
alegría como un destino
defenderla del fuego y de los bomberos
de los suicidas y los homicidas
de las vacaciones y del agobio
de la obligación de estar alegres
defenderla del fuego y de los bomberos
de los suicidas y los homicidas
de las vacaciones y del agobio
de la obligación de estar alegres
defender la
alegría como una certeza
defenderla del óxido y la roña
de la famosa pátina del tiempo
del relente y del oportunismo
de los proxenetas de la risa
defenderla del óxido y la roña
de la famosa pátina del tiempo
del relente y del oportunismo
de los proxenetas de la risa
defender la
alegría como un derecho
defenderla de dios y del invierno
de las mayúsculas y de la muerte
de los apellidos y las lástimas
del azar
y también de la alegría
defenderla de dios y del invierno
de las mayúsculas y de la muerte
de los apellidos y las lástimas
del azar
y también de la alegría
Ausencia de Dios
Digamos que te alejas definitivamente
hacia el pozo de olvido que prefieres,
pero la mejor parte de tu espacio,
en realidad la única constante de tu espacio,
quedará para siempre en mí, doliente,
persuadida, frustrada, silenciosa,
quedará en mí tu corazón inerte y sustancial,
tu corazón de una promesa única
en mí que estoy enteramente solo
sobreviviéndote.
Después de ese dolor redondo y eficaz,
pacientemente agrio, de invencible ternura,
ya no importa que use tu insoportable ausencia
ni que me atreva a preguntar si cabes
como siempre en una palabra.
Lo cierto es que ahora ya no estás en mi noche
desgarradoramente idéntica a las otras
que repetí buscándote, rodeándote.
Hay solamente un eco irremediable
de mi voz como niño, esa que no sabía.
Ahora que miedo inútil, qué vergüenza
no tener oración para morder,
no tener fe para clavar las uñas,
no tener nada más que la noche,
saber que Dios se muere, se resbala,
que Dios retrocede con los brazos cerrados,
con los labios cerrados, con la niebla,
como un campanario atrozmente en ruinas
que desandara siglos de ceniza.
Es tarde. Sin embargo yo daría
todos los juramentos y las lluvias,
las paredes con insultos y mimos,
las ventanas de invierno, el mar a veces,
por no tener tu corazón en mí,
tu corazón inevitable y doloroso
en mí que estoy enteramente solo
sobreviviéndote.
No hay comentarios:
Publicar un comentario