Augusto Vels
LOS ASPECTOS A TENER EN CUENTA EN LOS DFH. (Dibujo Figura Humana).
Partiendo del postulado de Karen Machover y de otros autores, cada sujeto que realiza un DFH, nos da una representación de si mismo en cada dibujo. Por ésta razón, conviene tener en cuenta determinados aspectos del dibujo de los DFH. Por ejemplo :
a) el lugar que ocupa la ubicación de cada una de las figuras en la página (en el centro, en la parte superior, en la parte izquierda, en la derecha, en la parte inferior, las figuras juntas o separadas, etc.).
b) el tamaño de las figuras (grande, mediano, reducido, una figura más grande que otra, etc.)
c) la rapidez de los movimientos (rápidos, pausados, lentos, etc.)
d) la presión de los trazos que conforman la estructura de los DFH.
e) la solidez y estructura del trazado.
f) la espontaneidad y plasticidad de las figuras o la rigidez.
g) las proporciones de las partes del cuerpo.
h) la tendencia a omitir detalles en los DFH, por ejemplo, los ojos sin pupilas, la falta de dedos en las manos, o dejar débiles unas zonas y otras reforzadas, etc.
i) la concentración de la atención del sujeto en la estructuración de una parte de las figuras, quedando poco detalladas otras áreas de los DFH.
j) la actitud y posición de las figuras (en movimiento, en estado pasivo o inmóviles, inclinadas, verticales, en posición invertida, pisando sobre una base sólida o en posición flotante, etc.).
k) las distorsiones, las roturas o desconexión de unas partes de otras en los DFH, los sombreados, la dificultad para dibujar ciertas áreas de la figuras, etc.
l) la comparación de una figura y otra en los DFH. Por ejemplo, más grande y detallada la figura del propio sexo o viceversa. Cuál de las figuras se realiza primero, la del propio sexo o la del sexo opuesto?. Lo normal es que se dibuje primero la figura del propio sexo. Si se hace al revés, puede haber cierta inconformidad con el propio sexo. Las figuras pueden estar aproximadas, distanciadas, una de frente y la otra de lado o de espaldas, etc.
m) Otros detalles que se irán viendo a lo largo del texto.
LOS ASPECTOS A TENER EN CUENTA EN LOS DFH. (Dibujo Figura Humana).
Partiendo del postulado de Karen Machover y de otros autores, cada sujeto que realiza un DFH, nos da una representación de si mismo en cada dibujo. Por ésta razón, conviene tener en cuenta determinados aspectos del dibujo de los DFH. Por ejemplo :
a) el lugar que ocupa la ubicación de cada una de las figuras en la página (en el centro, en la parte superior, en la parte izquierda, en la derecha, en la parte inferior, las figuras juntas o separadas, etc.).
b) el tamaño de las figuras (grande, mediano, reducido, una figura más grande que otra, etc.)
c) la rapidez de los movimientos (rápidos, pausados, lentos, etc.)
d) la presión de los trazos que conforman la estructura de los DFH.
e) la solidez y estructura del trazado.
f) la espontaneidad y plasticidad de las figuras o la rigidez.
g) las proporciones de las partes del cuerpo.
h) la tendencia a omitir detalles en los DFH, por ejemplo, los ojos sin pupilas, la falta de dedos en las manos, o dejar débiles unas zonas y otras reforzadas, etc.
i) la concentración de la atención del sujeto en la estructuración de una parte de las figuras, quedando poco detalladas otras áreas de los DFH.
j) la actitud y posición de las figuras (en movimiento, en estado pasivo o inmóviles, inclinadas, verticales, en posición invertida, pisando sobre una base sólida o en posición flotante, etc.).
k) las distorsiones, las roturas o desconexión de unas partes de otras en los DFH, los sombreados, la dificultad para dibujar ciertas áreas de la figuras, etc.
l) la comparación de una figura y otra en los DFH. Por ejemplo, más grande y detallada la figura del propio sexo o viceversa. Cuál de las figuras se realiza primero, la del propio sexo o la del sexo opuesto?. Lo normal es que se dibuje primero la figura del propio sexo. Si se hace al revés, puede haber cierta inconformidad con el propio sexo. Las figuras pueden estar aproximadas, distanciadas, una de frente y la otra de lado o de espaldas, etc.
m) Otros detalles que se irán viendo a lo largo del texto.
Como en otras pruebas proyectivas (Test del árbol, Test del
árbol y la casa, Test de Rorschach, Grafología, etc.), cada zona de las figuras
dibujadas, se corresponde con un determinado aspecto psicológico de la
personalidad. Las principales zonas son las siguientes:
a) zona de la cabeza, zona de la cara y rasgos faciales, que corresponden, simbólicamente, al modo como el sujeto realiza sus contactos sociales. La cabeza simboliza al Yo consciente y controlado. El modo como el sujeto trata el dibujo de la cabeza nos informa sobre sus relaciones sociales y sobre el control de sí mismo.
b) zona de los brazos, de las piernas y de los pies, que representan los órganos de movimiento, de acción y de contacto. A través del modo como el sujeto dibuja estas partes del cuerpo en ambas figuras, podremos deducir el modo como el sujeto se enfrenta con su entorno y la organización emotiva de su comportamiento.
c) el tronco, los hombros, el pecho y las caderas, que se identifican como el "almacén de los instintos". Los dibujos de ésta zona nos informan sobre los conflictos afectivo-instintivos a través de los accidentes o anomalías que presentan los DFH en ésta zona.
d) La forma de tratar o dibujar los detalles correspondientes al vestido, traduce la importancia que el sujeto concede a su rol exterior y la forma como cuida las apariencias.
e) Finalmente, los aspectos estructurales, el tamaño, la ubicación, la posición, la simetría, las proporciones, la sucesión de las líneas y la actitud de las figuras, en su conjunto, nos facilitan indicios sobre el equilibrio general de la personalidad y sobre la modalidad de la conducta.
Son importantes indicios de inadaptación, de falta de cohesión en las ideas, en los propósitos o en los actos, por conflictos interiores, los sombreados, las borraduras o tachaduras, los debilitamientos, la exagerada insistencia de los retoques en ciertas zonas del rostro, las anomalías en ciertas áreas y entre otros más signos, las acusadas diferencias entre el DFH del hombre y el de la mujer en el dibujo de la pareja. La reunión de varios de éstos signos en la misma prueba es siempre sintomático.
Los DFH, al ser una imagen natural proyectada, una "proyección del propio cuerpo", nos ofrece una vía fácil para que en los dibujos de las figuras humanas, queden plasmadas nuestras tendencias inconscientes, nuestras necesidades físicas más desarrolladas y nuestros conflictos. Los DFH reflejan los estados físicos, psíquicos y mentales con la misma intimidad que lo pueden hacer la escritura, los gestos o cualquier movimiento expresivo del cuerpo.
Karen Machover tomó de la Grafología importantes orientaciones, entre ellas la de afirmar que todo DFH es una proyección del propio sujeto y el espacio que circundaba a los DFH es el medio ambiente. El Test de la pareja humana debe mucho a la Grafología, pero también es cierto que K. Machover se dió cuenta pronto que no en todos los casos se podían aplicar las mismas interpretaciones, pues, no es lo mismo la representación mental de un "grafema", que la representación del propio cuerpo. Ambas cosas difieren en su origen y tienen distintas formas de organizarse en la mente imaginativa para convertirse en ejecución gráfica.
Como puede verse en ésta obra, el test de Machover lo hemos experimentado conjuntamente con otros, entre los que cabe mencionar : el "Test de los colores" de Lüscher, el "Test del árbol" de Koch, el "Test del árbol y la casa", el test "Mis manos", el "Test desiderativo", el test "Palográfico",el "Test psicodiagnstico de Rorschach y otros tests proyectivos. Por supuesto, he empleado siempre varios tests psicotécnicos adecuados a cada puesto de trabajo y en todos los casos el Grafoanálisis. Por ésta raz¢n, puedo afirmar que los resultados del test de Machover o "Test de la pareja humana", han sido siempre muy satisfactorios y orientativos, aunque no al cien por cien de los casos, por lo que es recomendable utilizar otras pruebas proyectivas para cotejar los resultados.
LA INTERPRETACION DE LOS SIGNOS EN EL "TEST DE MACHOVER".
Es frecuente incurrir en el error de interpretar los signos aisladamente sin tener en cuenta el conjunto, como si la personalidad de cada sujeto fuese una especie de "puzle" que se pudiera unir por piezas. La interpretación de un dibujo analizando los signos uno a uno como si se tratara de un recetario de cocina, es un procedimiento absurdo que puede conducir a graves errores.
"Hay --dice Koppitz-- quien consulta el significado de cada signo y sale con un diagnóstico listo para llevar, sin considerar la figura total, sin tomar en cuenta el sexo, la edad, el estado civil, el nivel de inteligencia, el "status" económico y social, las circunstancias que rodean la vida del sujeto en el momento de la prueba e ignorando, además, las circunstancias en las que realizó el DFH".
En nuestros protocolos, dentro de lo que la necesaria discreción permite, en la selección y promoción de personal, registramos en cada caso, en el expediente de examen, datos tan importantes como el C.I. (cociente de inteligencia) que nos da el sujeto, edad, estado, estudios realizados, profesión, tiempo de permanencia en cada empresa, aficiones al margen de la profesión, etc. Esto nos permite tener una información más o menos amplia sobre las circunstancias que rodean la vida del sujeto que, generalmente, se amplía con la técnica de la entrevista.
El grafoanálisis se aplica, en todos los casos, como complemento a la batería de tests psicotécnicos y proyectivos, sobre todo en la selección o en la promoción de candidatos a puestos muy cualificados.
Personalmente doy más importancia al Grafoanálisis, a la Grafología, que a las demás pruebas proyectivas de lápiz y papel. La razón es la siguiente: Aparte de mi experiencia de más de medio siglo empleando la Grafología, está el hecho que la escritura se inicia con un aprendizaje en el que las letras parten de un modelo y se dan ya elaboradas, socializadas en sus aspectos básicos (forma, espacio y movimiento) que, con el tiempo, cada escritor va acomodando las formas, el espacio y el movimiento gráfico, a su peculiar gusto y manera de ser, evidenciando, más claramente que otras pruebas proyectivas, los aspectos caracterológicos normales.
En cambio, en el "Test de la pareja humana" y en el resto de tests proyectivos gráficos, no se parte de ningún modelo escolar, sino de las vivencias libres e internas del sujeto, sin que medie ningún tipo de aprendizaje que lleve a plasmar, de manera automática o semiautomática, la representación mental que el sujeto tiene del objeto a dibujar. Es más fácil determinar, por la escritura, el carácter, nivel de madurez de la inteligencia y la facultad de poder expresarse a través de los grafemas, que juzgar la madurez de carácter y el nivel de inteligencia y habilidad de expresión, a través de los DFH o de cualquier otra prueba de lápiz y papel.
Sin embargo, salvo en el caso de dibujantes, pintores, escultores, etc., que pueden partir de algún modelo estructural previo, más o menos socializado o convencional, en la mayor parte de casos, cada DFH es una proyección de nuestros contenidos inconscientes en donde liberamos, sin darnos cuenta, la expansión de nuestras tendencias más primitivas, los conflictos internos y muchas de nuestras pulsiones inconscientes, más o menos dormidas,reprimidas o bloqueadas.
Resumiendo: La Grafología descubre con mayor facilidad los aspectos caracterológicos, siempre importantes en la selección y promoción de personal.
Los tests proyectivos gráficos, muy especialmente el "Test de Machover" o "Test de la pareja humana", descubren, con relativa mayor facilidad, los conflictos internos de la personalidad profunda, útiles en la labor de selección y promoción de personal, pero mayormente importantes en psicología clínica, en psiquiatría y en criminología.
Conviene, a la hora de interpretar los DFH, tener en cuenta lo que puede haber en cada dibujo achacable a un aprendizaje previo, a un dominio artístico de la tarea y separarlo de lo que sea exclusivamente expresivo de la personalidad del individuo testado.
Normalmente, la mayoría de autores que han tratado el tema de los DFH, empiezan su estudio haciendo referencia a los aspectos puramente simbólicos de los dibujos, tales como : la ubicación de las figuras, el tamaño, el sexo, las proporciones de una y otra figura, los vestidos, las posturas, las omisiones, los sombreados, las distorsiones o deterioros, las lateralizaciones, etc.
Personalmente, quizás por mi deformación de psicólogo de la escritura, y por haber aplicado los tests sobre personas normales, empiezo el estudio por el aspecto dinámico del trazado, examinando primeramente la energía de los trazos, la dirección del trazado, la forma, la rapidez y continuidad.
Siguiendo a continuación, lo que podríamos llamar "accidentes del dinamismo gráfico": los sombreados, los retoques, las tachaduras, las roturas o soluciones de continuidad, las borraduras, las transparencias, etc.
El resto de la obra, estudia lo que podríamos definir como la parte más simbólica y proyectiva de los DFH.
Dado que el terreno del simbolismo es extremadamente complejo, he recogido, en muchos casos, la versión de varios autores de gran solvencia para dar interpretación a lo que por no estar por mi suficientemente cotejado, he preferido que lleve el aval de autores con larga experiencia y autoridad en la materia.
a) zona de la cabeza, zona de la cara y rasgos faciales, que corresponden, simbólicamente, al modo como el sujeto realiza sus contactos sociales. La cabeza simboliza al Yo consciente y controlado. El modo como el sujeto trata el dibujo de la cabeza nos informa sobre sus relaciones sociales y sobre el control de sí mismo.
b) zona de los brazos, de las piernas y de los pies, que representan los órganos de movimiento, de acción y de contacto. A través del modo como el sujeto dibuja estas partes del cuerpo en ambas figuras, podremos deducir el modo como el sujeto se enfrenta con su entorno y la organización emotiva de su comportamiento.
c) el tronco, los hombros, el pecho y las caderas, que se identifican como el "almacén de los instintos". Los dibujos de ésta zona nos informan sobre los conflictos afectivo-instintivos a través de los accidentes o anomalías que presentan los DFH en ésta zona.
d) La forma de tratar o dibujar los detalles correspondientes al vestido, traduce la importancia que el sujeto concede a su rol exterior y la forma como cuida las apariencias.
e) Finalmente, los aspectos estructurales, el tamaño, la ubicación, la posición, la simetría, las proporciones, la sucesión de las líneas y la actitud de las figuras, en su conjunto, nos facilitan indicios sobre el equilibrio general de la personalidad y sobre la modalidad de la conducta.
Son importantes indicios de inadaptación, de falta de cohesión en las ideas, en los propósitos o en los actos, por conflictos interiores, los sombreados, las borraduras o tachaduras, los debilitamientos, la exagerada insistencia de los retoques en ciertas zonas del rostro, las anomalías en ciertas áreas y entre otros más signos, las acusadas diferencias entre el DFH del hombre y el de la mujer en el dibujo de la pareja. La reunión de varios de éstos signos en la misma prueba es siempre sintomático.
Los DFH, al ser una imagen natural proyectada, una "proyección del propio cuerpo", nos ofrece una vía fácil para que en los dibujos de las figuras humanas, queden plasmadas nuestras tendencias inconscientes, nuestras necesidades físicas más desarrolladas y nuestros conflictos. Los DFH reflejan los estados físicos, psíquicos y mentales con la misma intimidad que lo pueden hacer la escritura, los gestos o cualquier movimiento expresivo del cuerpo.
Karen Machover tomó de la Grafología importantes orientaciones, entre ellas la de afirmar que todo DFH es una proyección del propio sujeto y el espacio que circundaba a los DFH es el medio ambiente. El Test de la pareja humana debe mucho a la Grafología, pero también es cierto que K. Machover se dió cuenta pronto que no en todos los casos se podían aplicar las mismas interpretaciones, pues, no es lo mismo la representación mental de un "grafema", que la representación del propio cuerpo. Ambas cosas difieren en su origen y tienen distintas formas de organizarse en la mente imaginativa para convertirse en ejecución gráfica.
Como puede verse en ésta obra, el test de Machover lo hemos experimentado conjuntamente con otros, entre los que cabe mencionar : el "Test de los colores" de Lüscher, el "Test del árbol" de Koch, el "Test del árbol y la casa", el test "Mis manos", el "Test desiderativo", el test "Palográfico",el "Test psicodiagnstico de Rorschach y otros tests proyectivos. Por supuesto, he empleado siempre varios tests psicotécnicos adecuados a cada puesto de trabajo y en todos los casos el Grafoanálisis. Por ésta raz¢n, puedo afirmar que los resultados del test de Machover o "Test de la pareja humana", han sido siempre muy satisfactorios y orientativos, aunque no al cien por cien de los casos, por lo que es recomendable utilizar otras pruebas proyectivas para cotejar los resultados.
LA INTERPRETACION DE LOS SIGNOS EN EL "TEST DE MACHOVER".
Es frecuente incurrir en el error de interpretar los signos aisladamente sin tener en cuenta el conjunto, como si la personalidad de cada sujeto fuese una especie de "puzle" que se pudiera unir por piezas. La interpretación de un dibujo analizando los signos uno a uno como si se tratara de un recetario de cocina, es un procedimiento absurdo que puede conducir a graves errores.
"Hay --dice Koppitz-- quien consulta el significado de cada signo y sale con un diagnóstico listo para llevar, sin considerar la figura total, sin tomar en cuenta el sexo, la edad, el estado civil, el nivel de inteligencia, el "status" económico y social, las circunstancias que rodean la vida del sujeto en el momento de la prueba e ignorando, además, las circunstancias en las que realizó el DFH".
En nuestros protocolos, dentro de lo que la necesaria discreción permite, en la selección y promoción de personal, registramos en cada caso, en el expediente de examen, datos tan importantes como el C.I. (cociente de inteligencia) que nos da el sujeto, edad, estado, estudios realizados, profesión, tiempo de permanencia en cada empresa, aficiones al margen de la profesión, etc. Esto nos permite tener una información más o menos amplia sobre las circunstancias que rodean la vida del sujeto que, generalmente, se amplía con la técnica de la entrevista.
El grafoanálisis se aplica, en todos los casos, como complemento a la batería de tests psicotécnicos y proyectivos, sobre todo en la selección o en la promoción de candidatos a puestos muy cualificados.
Personalmente doy más importancia al Grafoanálisis, a la Grafología, que a las demás pruebas proyectivas de lápiz y papel. La razón es la siguiente: Aparte de mi experiencia de más de medio siglo empleando la Grafología, está el hecho que la escritura se inicia con un aprendizaje en el que las letras parten de un modelo y se dan ya elaboradas, socializadas en sus aspectos básicos (forma, espacio y movimiento) que, con el tiempo, cada escritor va acomodando las formas, el espacio y el movimiento gráfico, a su peculiar gusto y manera de ser, evidenciando, más claramente que otras pruebas proyectivas, los aspectos caracterológicos normales.
En cambio, en el "Test de la pareja humana" y en el resto de tests proyectivos gráficos, no se parte de ningún modelo escolar, sino de las vivencias libres e internas del sujeto, sin que medie ningún tipo de aprendizaje que lleve a plasmar, de manera automática o semiautomática, la representación mental que el sujeto tiene del objeto a dibujar. Es más fácil determinar, por la escritura, el carácter, nivel de madurez de la inteligencia y la facultad de poder expresarse a través de los grafemas, que juzgar la madurez de carácter y el nivel de inteligencia y habilidad de expresión, a través de los DFH o de cualquier otra prueba de lápiz y papel.
Sin embargo, salvo en el caso de dibujantes, pintores, escultores, etc., que pueden partir de algún modelo estructural previo, más o menos socializado o convencional, en la mayor parte de casos, cada DFH es una proyección de nuestros contenidos inconscientes en donde liberamos, sin darnos cuenta, la expansión de nuestras tendencias más primitivas, los conflictos internos y muchas de nuestras pulsiones inconscientes, más o menos dormidas,reprimidas o bloqueadas.
Resumiendo: La Grafología descubre con mayor facilidad los aspectos caracterológicos, siempre importantes en la selección y promoción de personal.
Los tests proyectivos gráficos, muy especialmente el "Test de Machover" o "Test de la pareja humana", descubren, con relativa mayor facilidad, los conflictos internos de la personalidad profunda, útiles en la labor de selección y promoción de personal, pero mayormente importantes en psicología clínica, en psiquiatría y en criminología.
Conviene, a la hora de interpretar los DFH, tener en cuenta lo que puede haber en cada dibujo achacable a un aprendizaje previo, a un dominio artístico de la tarea y separarlo de lo que sea exclusivamente expresivo de la personalidad del individuo testado.
Normalmente, la mayoría de autores que han tratado el tema de los DFH, empiezan su estudio haciendo referencia a los aspectos puramente simbólicos de los dibujos, tales como : la ubicación de las figuras, el tamaño, el sexo, las proporciones de una y otra figura, los vestidos, las posturas, las omisiones, los sombreados, las distorsiones o deterioros, las lateralizaciones, etc.
Personalmente, quizás por mi deformación de psicólogo de la escritura, y por haber aplicado los tests sobre personas normales, empiezo el estudio por el aspecto dinámico del trazado, examinando primeramente la energía de los trazos, la dirección del trazado, la forma, la rapidez y continuidad.
Siguiendo a continuación, lo que podríamos llamar "accidentes del dinamismo gráfico": los sombreados, los retoques, las tachaduras, las roturas o soluciones de continuidad, las borraduras, las transparencias, etc.
El resto de la obra, estudia lo que podríamos definir como la parte más simbólica y proyectiva de los DFH.
Dado que el terreno del simbolismo es extremadamente complejo, he recogido, en muchos casos, la versión de varios autores de gran solvencia para dar interpretación a lo que por no estar por mi suficientemente cotejado, he preferido que lleve el aval de autores con larga experiencia y autoridad en la materia.
Augusto Vels