2 - LA PRESIÓN DEL TRAZADO.-
La presión del trazado en el dibujo, es para mi uno de los aspectos más importantes. La presión que el sujeto ejerce sobre las lineas de los DFH, refleja el nivel de energía psíquica y nerviosa fundamental, señala la potencia de los impulsos realizadores, el grado tensional de la voluntad en el mantenimiento de las actitudes y de los objetivos a lograr y la firmeza y resistencia frente a todo obstáculo, presi¢n o dificultad.
Un dibujo a base de trazos fuertes, profundos y en relieve, expresa las facultades creadoras y de acción, la vitalidad y energia de una persona que afronta con éxito los problemas vitales y marcha con confianza en si mismo hacia los objetivos que se propone. Si el conjunto de las figuras dibujadas no ofrece desproporciones, lateralizaciones u otros signos de desadaptación, el sujeto vencer normalmente toda circunstancia adversa, oposición, obstáculo o dificultad para llegar a sus metas. Si el dibujo presenta desproporciones chocantes u otras anomalias que reflejen desadaptación e impulsividad, el sujeto tiende a destruir, arrasar o atacar con más o menos violencia las situaciones contrariantes, las presiones u oposiciones, es decir, los obstáculos que le impiden realizar sus deseos.
De manera general, el grosor y la profundidad de los trazos está en relación con la fuerza vital del sujeto: esta fuerza o vigor personal, puede estar controlada, si las figuras son armónicas, bien organizadas y sin distorsiones. La fuerza vital puede ser impulsiva, destructiva y violenta, si los DFH presentan anomalias, desproporciones, desorden o discordancias.
La presión de los trazos, fuerte, normal o débil, aparte de reflejarnos el nivel de energía psíquica y nerviosa, puede darnos también información sobre el retraimiento y la conflictividad (consigo mismo o con el entorno), así como preciosa información sobre el estado de la sensibilidad nerviosa y psíquica del sujeto que realiza los DFH. Veamos el capítulo de la presión en sus detalles :
2-1 - TRAZOS GRUESOS Y PASTOSOS EN LOS DIBUJOS.-
Buena memoria y retentiva visual por la prolongación de las impresiones físicas. Puede faltar la capacidad para vivir y comprender temas abstractos y espirituales. Sensualidad, pesadez, abandono a los placeres del cuerpo. Materialismo. Decadencia moral o espiritual, con signos negativos.
2-2 - DIBUJOS A BASE DE TRAZOS FUERTES, NETOS Y BIEN DELIMITADOS.-
Carácter enérgico, voluntarioso, activo y decidido. Buena salud mental y fisica. Capacidad de resistencia a ls influencias externas. Buena afirmación de si mismo y de las actitudes tomadas. Libido fuerte y en progresión.
Capacidad de rendimiento en el trabajo. Perseveraci¢n en los objetivos a lograr, estabilidad, madurez y seguridad en si mismo. En sentido negativo (*) : descarga o liberacion violenta de las pulsiones, audacia, brusquedad, falta de consideración y de miramientos en las relaciones del Yo con el Tú.
(*) - Deben interpretarse los DFH, en "sentido negativo", cuando presentan los siguientes signos :
a) - Dibujos pobremente integrados o con múltiples fracasos en los intentos de estructuración.
b) - Cuando los DFH presentan sombreados, transparencias, desproporciones o discordancias, roturas o cortes en el dibujo de las parte del cuerpo, por ejemplo, un cuello que no enlaza con el tronco o unas manos cortadas a nivel de las muñecas.
c) - Falta de coherencia en la organización de las partes del cuerpo o en los movimientos, por ejemplo, unos pies orientados en distinta dirección a la del cuerpo, un pie en una dirección y el otro en otra, ojos con estrabismo muy pronunciado, rasgos del rostro fuera de su lugar correspondiente, etc.
d) - Figuras pequeñas, inclinadas y ubicadas en el cuadrante izquierdo y bajo de la página. Aspecto deshumanizado o siniestro en los DFH. Exceso de rigidez en la postura de las figuras. Figuras excesivamente grandes que no caben en la página. Lateralizaciones. Omisión de partes importantes de las figuras, etc.
2-3 - DFH CON TRAZOS FLOJOS.-
Nivel de vitalidad por debajo de la media. La energia nerviosa y psiquica es más o menos débil. El sujeto es más receptivo que activo. Escasa resistencia en la afirmaci¢n del Yo frente a los demás. Se deja influenciar por las opiniones, por las presiones y circunstancias externas, por los obstáculos, las dificultades, por las imposiciones u oposiciones de los demás. Esta debilitaci¢n del Yo o falta de resistencia a las personas o acontecimientos externos, condiciona la sumisi¢n y dependencia, la timidez, la imprecisi¢n, las vacilaciones, las dudas, la fácil fatigabilidad y los complejos de impotencia, claudicaci¢n y minusvalia.
Es frecuente en los DFH con trazos débiles, que el sujeto intente retocar algún desliz en la configuración del dibujo, lo que se traduce en una corrección insistente de la anomalia (repetición de trazos en una pequeña zona o área de los DFH. En éstos casos, se debe sospechar una dificultad, minusvalia o problema, fisico o psiquico, en la parte retocada de la figura. Estos retoques insistentes, suelen presentarse en la cara, los brazos, las manos, los hombros, la zona de los ¢rganos sexuales, en el aparato locomotor (piernas y pies), etc.
Según la zona donde se localicen los recargos de trazos o retoques, pueden deberse, como algunos autores indican, a la inhabilidad gráfica, pero en muchos casos, éstos fallos, tienen un transfondo psicológico, es decir, o bien encierran sentimientos de culpabilidad, desadaptación, o miedo a ser infravalorizado, o pueden deberse a verdaderos problemas en la sociabilidad del sujeto (retoques en la cara), a conflictos o problemas sexuales ( retoques en el área de los órganos sexuales), a complejos de masturbación, o miedo al castigo por algo hecho con las manos, si los retoques, cortes o roturas aparecen en las manos, etc.
En general, pueden ser tan negativos los DFH realizados con trazos ténues, leves, inseguros y llenos de retoques, como otros que hubiesen sido hechos con trazos muy fuertes, bruscos, brutales y desproporcionados. En el primer caso, la delicadeza puede ir mezclada con una timidez, inseguridad e influenciabilidad morbosa que determinaria la incapacidad para afirmarse y la "neurosis de fracaso".
En el caso de un exceso de vigor, brutalidad y desproporción en los trazos, podemos sospechar una falta de madurez y de equilibrio en las reacciones, propio a veces, de sujetos epileptoides, fácilmente irritables, explosivos y violentos. Pero también puede tratarse de una reacción compensadora ante un temor de impotencia. Algunos autores hablan de posibles traumatismos cerebrales, tumores, encefalitis, etc. pudiendo darse éste síndrome en algunos diabéticos mal controlados.
2-4 - DFH CON TRAZOS FUERTES, SEGUROS Y BIEN CENTRADOS.-
Como he dicho anteriormente, el nivel de presión de los trazos corresponde al grado de energia vital, a la potencia de la libido, a la fuerza de las tendencias, deseos y necesidades, al vigor de la voluntad para enfrentarse a los problemas vitales y superar obstáculos y dificultades en los objetivos que se quieren alcanzar.
Por tanto, una fuerte presión en el trazado, seguida de un buen control y organización de la tarea a realizar, en este caso los DFH, es la expresión de un carácter enérgico, voluntarioso y decidido apoyado por una buena vitalidad. El sujeto resiste eficazmente todo acontecimiento, situación, obstáculo u oposición, toda presión externa, contraria a sus principios, a sus necesidades y conocimientos o a los objetivos que se haya trazado. Esta interpretación es tanto más justa, cuanto más neto, limpio y profundo es el trazado y cuanto más organizadas y equilibradas sean las partes y el conjunto de las figuras dibujadas, lo que se traducir también en una buena profundidad de pensamiento y autenticidad en los valores personales.
Si la robustez del trazado obedece solamente al empleo de un rotulador o de un instrumento de punta gruesa, en cuyo caso los trazos, vistos con la lupa, no presentan más que grosor sin profundidad, hay que desconfiar de la autenticidad de los valores del sujeto, especialmente si los bordes de los trazos no son netos, sino llenos de babosidades, (trazado pastoso y sucio), en cuyo caso el sujeto intenta hacer alarde de valores inauténticos, exhibe su personalidad ante los demás ostentando cualidades y méritos que no puede justificar o apoyar en la realidad.
2-5 - DFH CON LINEAS SEGUIDAS, DECIDIDAS Y SIN INTERRUPCION.-
El sujeto pasa del pensamiento a la acción sin vacilaciones, se siente seguro de si mismo y de lo que hace. Una vez toma posición y decide una acción obra con rapidez y de acuerdo con su determinación. Si el dibujo es rápido, bien proporcionado en su conjunto, y la presión de los trazos es firme, el sujeto aborda los problemas y realiza sus intercambios con los demás con plena iniciativa, confianza y resolución, sin crear conflictos a los demás, ni tenerlos consigo mismo.
Si las partes y el conjunto de las figuras aparecen desproporcionadas, discordantes, mal organizadas o con anomalías, la interpretación debe hacerse en sentido negativo. Se tratar entonces de un sujeto impulsivo, apasionado, individualista y mal integrado social y profesionalmente.
DFH CON LINEAS FLOJAS, VACILANTES Y FRECUENTEMENTE ROTAS.-
Es propio de sujetos asténicos, débiles de espíritu y de carácter, con frecuentes titubeos y vacilaciones que inhiben la acción y la decisión.
Las lineas débiles, con poca presión y vacilantes. hacen al sujeto permeable, vulnerable a los acontecimientos e indefenso frente a las situaciones adversas o que requieren lucha. El único recurso de éstos sujetos, para mantenerse a flote en la vida, es la dependencia-sumisión. Los bloqueos psíquicos a causa de la timidez, la inseguridad y la falta de energía, crea en ellos la fuerte propensión a la angustia y a la ansiedad.
Si la vaguedad del trazado (flojedad o blandura) es importante, puede dar lugar a pérdidas de atención, a olvidos, perturbaciones emocionales y coartatividad inoperantes, principalmente si el sujeto se siente observado por un superior, de donde la deficiencia para ciertas tareas, a causa de la frecuente pérdida de autodominio emocional. El sólo hecho de pensar que puede "no quedar a la altura que desea" (la timidez genera orgullo interno), le inhibe anormalmente ante los demás. Su renuncia a participar en reuniones, en seminarios de formaci¢n que requieren examen, o en cualquier acto público, no es más que un mecanismo de defensa frente a la propia inseguridad.
Los trazos débiles, vagos, tenues o restringidos son la expresión de la falta de vigor en las funciones vitales. Sea por la misma debilidad o por represiones y frustraciones repetidas, el sujeto que realiza con trazos delgados o tenues los DFH, se encuentra con falta de tono muscular y nervioso, es decir, con falta de fuerza y de vigor en la voluntad para hacer frente a las peripecias de la vida. Su sensibilidad y receptividad se acentúan y son pasivas. Por tanto, su visión de los acontecimientos es bastante dramática, limitada y subjetiva. No soporta, sin resentirse, cualquier reproche aparente, cualquier contrariedad u oposición sin sentirse dañado. Su fragilidad, sus disgustos, su impotencia frente a lo adverso, sus lamentaciones, se ponen fácilmente de manifiesto, así como su pusilanimidad, su evasión ante los conflictos y su sentimiento de inseguridad y de impotencia.
DFH CON TRAZOS BRUSCOS, VIOLENTOS, DESPROPORCIONADOS.-
Como ya queda indicado anteriormente, cuando los DFH son dibujados con trazos bruscos, violentos y desproporcionados, las cargas instintuales o emocionales logran romper el autocontrol, sea por falta de madurez en el sujeto, sea por traumatismos cerebrales, por tendencias epileptoides congénitas, o por cualquier otra causa que ha deteriorado la regulación de las reacciones (drogas, alcohol, etc.), el sujeto es excesivamente irritable, no soporta bien las contrariedades, tiende a las reacciones impulsivas, explosivas y violentas y muestran poca habilidad, poco ingenio, poca paciencia, para adaptar su comportamiento de un modo comprensivo a las normales incidencias, esperas, obstáculos y dificultades de la vida.
En muchos casos, sobre todo en los epileptoides, si bien las reacciones son primarias e impulsivas, en la acción suelen ser lentos y en las relaciones con los demás, en la vida social, es notoria la inhibición, la retención pegajosa, la crispación repentina del humor, las reacciones explosivas y las perseveraciones en la actitud tomada.
DFH CON TRAZOS DENTADOS O EN DIENTES DE SIERRA.-
Se trata de trazos que, en sus bordes externos o internos, presentan irregularidades en forma de dientes de sierra. En general, parecen traducir tensión en la comunicación, por mantener el sujeto opiniones o criterios contrarios o en oposición a los demás. Es señal de mala adaptación, de irritabilidad, de crispación, de reacciones bruscas, propio de una emotividad mal controlada (Grado V de la escala de Pophal).
Según M.T. Prenat, los dientes de sierra a la izquierda de los trazos, expresan el "predominio de las percepciones internas (cenestesia) y de las resonancias intimas", es decir, la prolongación del efecto de las impresiones recibidas. La voluntad predomina sobre el sentimiento y produce el tipo pobremente integrado de Jaensch.
Los trazos con dientes de sierra a la derecha, según ésta misma autora, reflejan el predominio de las percepciones externas y determinan la impresionabilidad producida por los estimulos recibidos del ambiente exterior. Se trataria, en éste caso, de un tipo integrado o sociable, pero con un espiritu crítico acentuado.
Por tanto, según deducimos de las observaciones de M.T. Prenat, los sujetos con dientes de sierra en el borde izquierdo de los trazos, dirigen la agresividad de sus reacciones, principalmente hacia si mismos (masoquismo). Y los sujetos cuyos DFH presentan melladuras o dientes de sierra a la derecha, dirigen la agresividad hacia el exterior (sadismo).
DFH CON TRAZOS TORCIDOS O EN DOBLE INFLEXION
La torsión o doble inflexión es un trazo que describe dos direcciones opuestas. Puede ser el efecto de una dolencia fisica o de los transtornos propios de la edad critica (pubertad), edad en la que son frecuentes los estados de ambivalencia (existencia simultanea y con la misma fuerza, en la conciencia de dos afectos opuestos : amor-odio, atracción-repulsión, obediencia- rebelión, etc.).
Por tanto, la torsión o doble inflexión, es un signo de conflicto interno, un signo de inseguridad e ideterminación, un signo de vacilación entre el deseo y el temor que conduce a una pobreza de medios para enfrentarse con el entorno y sus problemas. Este conflicto interno se produce cuando, ante un problema, deseo o estimulo, el sujeto oscila entre dos o más respuestas contradictorias y con la misma fuerza y no sabe a qué atenerse. Esta lucha interna consume energia, sin hallar una fácil solución. En éste estado, el sujeto está raro de carácter y lleno de contradicciones, disminuye su capacidad de atenci¢n, pierde efectividad en sus estudios o en el trabajo y sufre interiormente.
Tomemos un ejemplo : el muchacho que está pasando de niño a adulto. Por un lado, tiene aun sin liquidar el complejo de Edipo (amor y fidelidad a la madre). Por otro, quiere ser adulto, desprenderse de la tutela de la madre, divorciarse de ella e independizarse. Ha centrado su amor en una muchacha que le gusta, pero no tiene valor, ni suficientes recursos para desprenderse de la tutela de la madre e independizarse. En ésta situación, el muchacho se ve obligado a soportar el dominio de la madre, a la cual ama y odia a la vez. a causa de sus exigencias.
En resumen : la torsión es un gesto de sufrimiento fisico o moral. Es frecuente en sujetos afectados por perturbaciones del aparato respiratorio, por ejemplo, en los asmáticos. Asociada a las roturas o soluciones de continuidad de los trazos, puede señalar afecciones cardíacas.
DIBUJOS CON LINEAS FUERTES, RECTAS E INFLEXIBLES.-
Cuanto más profundo y recio es el trazo, tanto más se acentúa la rigidez, la tensión, la inflexibilidad del carácter.
La rigidez e inflexibilidad es una fijación a ideas, posiciones o actitudes en sujetos que tienden, inconscientemente, a regresar a una etapa o fase de desarrollo, a una motivación o necesidad profunda, que quedó pendiente de satisfación. Por tanto, la inflexibilidad, la incapacidad, a veces, de ceder incluso a las evidencias demostradas, tiene su origen en frustraciones afectivas dolorosas sufridas durante la infancia. Es un trauma de una privación que puede estar relacionado con el complejo de Edipo o de Electra, o con tendencias homosexuales reprimidas.
Los DFH realizados con lineas rectas, tienden a dar a las figuras formas cuadradas o rectangulares, lo que supone, salvo en raros casos, una adaptación pobre en la convivencia y en el enfrentamiento con las peripecias de la vida..
Si las lineas rectas de los DFH son delgadas, ténues o con poca presión, reflejo de una vitalidad o libido débil, el sujeto se defiende, con su postura rigida, contra su vulnerabilidad interna.
A veces, ciertas lineas, muy fuertes y alargadas, denuncian transtornos de tipo neurótico o tendencias paranoides. La pesadez, grosor y apoyo excesivo de los trazos, señal de excesiva fuerza motora, puede corresponder a sujetos maniacos o esquizáofrénicos, pero para llegar a conclusiones de éste tipo, es necesario contar con un informe médico.
Cuando en los DFH los contornos externos están marcados con lineas fuertes y los detalles internos con trazos débiles, cabe sospechar que el sujeto pone un muro entre él y su entorno. O bien defiende su Yo de una vulnerabilidad o permeabilidad excesiva (exceso de sensibilidad) tomando precauciones defensivas contra los choques dolorosos o posible hostilidad, real o imaginada de su entorno; o bien posee un alto concepto de si mismo (orgullo), que le impide comunicarse abiertamente con "los cernícalos que le rodean", pues asi considera a sus semejantes.
DFH CON LINEAS INSEGURAS AL TRAZAR EL CONTORNO.-
Al trazar el contorno, el sujeto emplea pequeñas lineas que dejan el dibujo inseguro y vacilante en su estructura. Estos fallos en el intento de dar configuración a los DFH, repasando a veces de manera repetitiva los mismos trazos, refleja la angustia del sujeto que, en circunstancias anómalas o inesperadas, le falta confianza en si mismo para salir airoso de las situaciones.
Intentando vencer su estado interno de vacilaci¢n, de inquietud y de inseguridad, el sujeto se balancea sobre varias ideas de corrección. Queriendo perfeccionar lo que cree defectuoso, deja la huella de su deseo de perfección, pero no la eficacia de su acci¢n. Se trata de sujetos que, frente a situaciones nuevas o desacostumbradas, quedan indecisos o como obnubilados, sin saber que solución pueden dar a los problemas. Dudando sobre lo que deben hacer, pierden frecuentemente la ocasión de actuar en los momentos favorables, tomando a veces, decisiones erroneas o a destiempo.
Como ya queda dicho en otro lugar, es importante observar la zona o área donde se producen éstos fallos, anomalías o retoques, ya que representan, inconscientemente, el área donde el sujeto se siente más débil, impotente o minusválido, es decir, la parte orgánica o psíquica de su personalidad que mayores complejos de inferioridad genera, dando origen a sus conflictos.
DFH CON LINEAS DE PRESION, FORMA, DIMENSION Y DIRECCION DESCONTROLADAS.-
Dificultad para reprimir los impulsos. Agitación. Incapacidad para planificar las tareas. Impulsividad. El sujeto pasa de la excitación que le produce cada estimulo interno o externo a la reacción inmediata, sin que medie la reflexión. En todo caso, la reflexión puede venir a posteriori de los hechos consumados. Este exceso de primariedad puede ser patológico. (Ver más atrás el articulo : "DFH realizado a base de trazos bruscos, violentos, desproporcionados).
DFH CON PRESION FLOJA O VACILANTE Y FRECUENTES ANGULOS EN EL DIBUJO DE LOS CONTORNOS.-
He observado éstos signos en personas sumamente impresionables y poco integradas en la convivencia social y profesional. Se trata, generalmente, de sujetos muy susceptibles, puntillosos y egocéntricos, siempre con un sentimiento inseguro del propio valer. Suelen interpretar de modo torcido o peyorativo cualquier observación critica que se les hace, cualquier broma o comentario que alguien pueda hacer sin propósito de ofender o de atacar.
Cuando las figuras dibujadas son, en proporción, más altas que anchas, (figuras alargadas), el prurito de la propia dignidad, el orgullo, tiene algo de enfermizo a causa de la facilidad con que entran en el resentimiento, en los celos y el rencor.
En determinados casos, he observado éste signo como un efecto del exceso de mimo y prolongación del amamantamiento en la infancia, seguido de la frustración por la llegada de un nuevo hermanito que le ha postergado o marginado en las atenciones de la madre. Esta frustración infantil ha condicionado un "carácter anal", desconfiado, egoista y egocéntrico. El sujeto no intenta integrarse y adaptarse al mundo, quiere que sea el mundo quien se adapte a él e intuya todas sus necesidades y deseos y los satisfaga.
En resumen : la presión o vigor de los trazos, debe relacionarse con el nivel de energia psiquica y nerviosa, con la capacidad de afirmación, de voluntad realizadora y con la capacidad de resistencia orgánica y psiquica que posee cada individuo.
El individuo que está dotado de mucho impulso, de mucha fuerza realizadora, de iniciativa, de confianza en si mismo y fuerte ambición, lo expresar, en los DFH, o en su grafismo, a través de la presión en el trazado.
Por el contrario, los sujetos con bajo nivel de energia (líbido débil), sea por causas de tipo fisico o psiquico, lo expresarán en sus DFH de lineas delgadas, tenues o débiles y más o menos indecisas o vacilantes. Los ciclotimicos, los inestables y los impulsivos muestran un trazado fluctuante en la presión.