José Agustín Goytisolo
Nacido en Barcelona el 13 de abril de 1928 de familia
burguesa, empezó Derecho en la Universidad de Barcelona, y terminó sus estudios
en la de Madrid.
Su familia se vio brutalmente sacudida por la muerte de su
madre Julia Gay víctima de un bombardeo aéreo del bando franquista sobre la
ciudad de Barcelona en 1938. El hecho dramático afectó a todos los hijos, pero
especialmente a José Agustín, que puso a su hija el nombre de la madre perdida,
y que en «Palabras para Julia», uno de sus más célebres poemas (musicado y
cantado por Paco Ibáñez, Rosa León y Los Suaves, entre muchos otros) une
voluntariamente, en amor y deseo, a las dos mujeres. En 1993, en el tomo Elegías
a Julia Gay reunió todos los poemas de tema materno, principal en su primer
libro, El retorno (1955) y en otro, muy posterior, en que pretendía cerrar esa
vieja y fecunda herida, Final de un adiós (1984).
Según Manuel Vázquez Montalbán, la poesía de Goytisolo, no
fue sólo una propuesta ideológica limitada a dar una alternativa al capitalismo
franquista, sino que aspira a la construcción de un nuevo humanismo:
Tu destino
está en los demás
tu futuro es
tu propia vidatu dignidad es la de todos.
Bastante depresivo, algunos piensan que su muerte (cayó
desde una ventana de su apartamento) fue un suicidio, salvo su familia, que lo consideró
un accidente.
El cantautor catalán Joan Manuel Serrat musicalizó su poema
"Historia Conocida" en el disco titulado 1978, y el cantautor Paco
Ibáñez divulgó algunos de sus poemas convirtiéndolos en sumamente populares en
su disco Paco Ibáñez canta a José Agustín Goytisolo (2004).
Premio Ausias March en 1959
Premio
Adonais en 1954
Premio
Boscán en 1956Premio Ausias March en 1959
Premio de la
Crítica (1992) por su obra La noche le es propicia
 
De Wikipedia 
El retorno (1955/1986)
I. SOBRE VOSOTRAS AVES 
Sobre
vosotras aves 
de las
regiones infinitas 
busqué un
espacio para tanta muerte. 
Sobre
vosotros vegetales altos 
de la orilla
del aire  
pedí un
reposo para tanta muerte. 
Sobre vosotras
madres de la lluvia 
tempestades
de amor contra los cielos 
lloré en
silencio sobre tanta muerte. 
VIII. EL
SILENCIO PROFANADO 
Lo que mis
maldiciones valgan 
es difícil
saberlo. No espero 
mucho de
ellas. 
Pero aun así
es hermoso alzar los labios 
— oliendo a
vino triste —
y pronunciar
las frases del ritual 
blasfemo. 
Hay algo 
queda algo
acogedor en el silencio profanado: 
un pequeño
latido una voz 
que
comprende y comunica 
su alegría a
la sangre. 
X. COMO LA
PIEL DE UN FRUTO 
Como la piel
de un fruto suave 
a la amenaza
de los dientes 
iluminada
alegre casi 
ibas camino
de la muerte. 
La vida
estaba en todas partes: 
en tu
cabello sobre el césped 
sobre la
tierra que te ansiaba 
sobre los
chopos y en tu frente. 
Todo pasó
tal un verano 
sobre tu
carne pura y breve. 
¡Como la
piel de un fruto eras 
tan olorosa
y atrayente! 
XVI. MUJER
DE MUERTE 
Lo que tú
hubieras sido 
ha quedado
en el aire 
perdido para
el tiempo. 
Las cosas
que no hiciste las canciones 
que nunca
cantarás 
los días nuevos 
que te
correspondían 
los deseos 
la rueda de
las voces abiertas en tu oído 
toda tu
larga sombra proyectada al futuro. 
Porque
escucho el sonido falso de mi moneda 
al chocar
contra el mármol 
de tu
terrible ausencia 
te amo mujer
de muerte. 
¡Ah lo que
hubieras sido! 
XIX. LAS
FOGATAS 
Alguna noche
—las fogatas eran 
de dolor o
de júbilo— 
la casa te
veía desertar. 
Te abrías a
una vida 
distinta a
un mundo 
alegre como
los ojos de un dios: 
voces
mayores fuegos de artificio 
inacabable
noche de San Juan 
en la
estancia vacía… 
El tiempo se
agrandaba en los rincones 
se detenía
en torno al corazón 
mientras el
estruendo proseguía 
lejos lejos
quién sabe si real. 
Después todo
más claro: 
los sonidos
pequeños el crujido de un mueble 
la lluvia en
el desván. 
Nueva vida a
las cosas el alba aparecía 
y tú
llegabas 
amorosamente.
Salmos al
viento (1958/1980)
LOS
CELESTIALES 
No todo el
que dice: Señor, Señor, 
Entrará en
el reino… 
(MAT., 7,21)
Después y
por encima de la pared caída 
de los vidrios
caídos de la puerta arrasada 
cuando se
alejó el eco de las detonaciones 
y el humo y
sus olores abandonaron la ciudad 
después
cuando el orgullo se refugió en las cuevas 
mordiéndose
los puños para no decir nada 
arriba en
los paseos en las calles con ruina 
que el sol
acariciaba con sus manos de amigo 
asomaron los
poetas gente de orden por supuesto. 
Es la hora
dijeron de cantar los asuntos 
maravillosamente
insustanciales es decir 
el momento
de olvidarnos de todo lo ocurrido 
y componer
hermosos versos vacíos sí pero sonoros 
melodiosos
como el laúd 
que
adormezcan que transfiguren 
que
apacigüen los ánimos ¡qué barbaridad! 
Ante tan
sabia solución 
se reunieron
pues los poetas y en la asamblea 
de un café a
votación sin mas preámbulo 
fue Garcilaso
desenterrado llevado en andas paseado 
como
reliquia por las aldeas y revistas 
y
entronizado en la capital. El verso melodioso 
la palabra
feliz todos los restos 
fueron
comida suculenta festín de la comunidad. 
Y el viento
fue condecorado y se habló 
de marineros
de lluvia de azahares 
y una vez
más la soledad y el campo como antaño 
y el cauce
tembloroso de los ríos 
y todas las
grandes maravillas 
fueron en
suma convocadas. 
Esto duró
algún tiempo hasta que poco 
a poco las
reservas se fueron agotando. 
Los poetas
rendidos de cansancio se dedicaron 
a lanzarse
sonetos mutuamente 
de mesa a
mesa en el café. Y un día 
entre el
fragor de los poemas alguien dijo: Escuchad 
fuera las
cosas no han cambiado nosotros 
hemos hecho
una meritoria labor pero no basta. 
Los trinos y
el aroma de nuestras elegías 
no han
calmado las iras el azote de Dios. 
De las mesas
creció un murmullo 
rumoroso
como el océano y los poetas exclamaron: 
Es cierto es
cierto olvidamos a Dios somos 
ciegos
mortales perros heridos por su fuerza 
por su
justicia cantémosle ya. 
Y así el
buen Dios sustituyó 
al viejo
padre Garcilaso y fue llamado  
dulce tirano
amigo mesías 
lejanísimo
sátrapa fiel amante guerrillero 
gran parido
asidero de mi sangre y los Oh Tú 
y los Señor
Señor se elevaron altísimos empujados 
por los
golpes de pecho en el papel 
por el dolor
de tantos corazones valientes. 
Y así
perduran en la actualidad. 
Ésta es la
historia caballeros 
de los
poetas celestiales historia clara
y verdadera
y cuyo ejemplo no han seguido 
los poetas
locos que perdidos 
en el
tumulto callejero cantan al hombre | 
satirizan o
aman el reino de los hombres 
tan pasajero
tan falaz y en su locura 
lanzan
gritos pidiendo paz pidiendo patria 
pidiendo
aire verdadero. 
APOLOGÍA DEL
LIBRE
… es más
fácil que un camello… 
(MAT.,
19,24) 
¡Grande y
poderoso eres oh prócer 
oh singular
prestigio nuevo Creso! 
A tu
presencia tiemblan las paredes 
los
empleados el papel los números. 
Nadie como
tú maravilloso germen 
de la
opulencia y de la gran industria 
con tu
cartera con tu hermosa calva 
rodeada de
planetas y aureolas 
con el
pulcro chaleco abotonado 
sobre tu
inmenso abdomen nadie 
nadie como
tú flor nueva 
tulipán de
oro. 
De entre
todos te alzaste como un monte 
de lava
sobre el páramo en asombro 
de chispas y
clamor y ahora 
dominas
desde lo alto de tus cumbres 
las
diminutas vidas que te observan. 
Es al amor
al creador de toda 
la belleza
que existe al supremo maestro 
al que hay
que preguntar qué sucedió 
qué ventura
qué grande maravilla 
apercibió en
tu frente para darte 
con su soplo
en mitad de la pechera 
y hacerte el
libre el rey el financiero. 
A ti solo
entre miles 
entre miles
y miles y millones. 
Porque la
libertad está en tu firma 
porque tu
reino sí que es de este mundo 
porque nada
te puede ser negado eres 
el prototipo
el hombre insigne 
para el que
se han dictado las leyes y los cánones 
la caridad y
el premio. 
Elegido elegido 
mantén tu
fortaleza no des oído 
a los
lamentos y a las maldiciones 
sigue
triunfa en tu reino pues que el mundo 
se hizo sin
duda para ser asiento 
le posaderas
recias y bursátiles como las tienes tú. 
EL SEÑALADO 
Éste es el
que algún tiempo tomamos 
a risa, y
fue objeto de nuestro escarnio… 
(SAB., 5,3) 
Solo entre
el odio entre la palpitante y masculina 
hostilidad
él permanece y son sus días 
continuo
sobresalto huida y evangelio. 
El señalado
está y no está con todos 
estudia como
igual que los demás 
se fatiga y
enferma. Pero luego 
conoce y ve
las cosas de forma diferente 
vela en las
noches acomete y ama. 
Su corazón
valiente no conoce derrota. 
Él sabe por
ejemplo que detrás de los ojos 
queda un
espacio negro donde los sueños reinan 
o que el
zángano muere salvajemente herido 
por las
obreras forma impura y bestial 
aunque no despreciable.
Son sus estudios: 
la
investigación del clavel los poetas celestiales 
el oscuro
murmullo de la ropa interior 
y todas las
facetas de la cultura griega. 
Frecuenta
los lugares de erudición: reuniones 
bibliotecas
mingitorios. Su voz se escucha 
en los
parlamentos y en los templos 
en las
tabernas y en los amueblados. 
Su actuación
sus afanes son variables. Se le ve un día 
diciendo
democracia democracia 
libertad a
las gentes y otras veces 
salir de
entre las turbas agitando 
la terrible
bandera de pliegues carcamales 
reclamando
Unidad Familia y Orden. 
Pero sus
ideales permanecen purísimos. 
La vida es
muy compleja suceden muchas cosas 
y es mejor
aguardar el momento oportuno. 
Mientras
tanto aún se puede orinar la muralla 
de siglos y
costumbres a la luz de la luna. 
El señalado
sabe que el futuro es su imperio. 
EL HIJO
PRÓDIGO 
Pronto,
traed la túnica más rica y vestídsela, 
poned un anillo en su mano y unas sandalias
en sus pies, y traed un becerro bien cebado,
y matadle, y comamos y alegrémonos…
(Luc., 15,22)
poned un anillo en su mano y unas sandalias
en sus pies, y traed un becerro bien cebado,
y matadle, y comamos y alegrémonos…
(Luc., 15,22)
Injustamente
combatido 
puesto al
escarnio y a la mofa 
de las
abyectas muchedumbres 
perdura el
hijo bien nacido 
el hijo fiel
el niño blanco 
el sano
fruto de un sector 
muy vigoroso
y nacional. 
Nace el
infante mencionado 
sin conocer
el barro impuro 
de las
miserias y pasiones 
y envuelto
en gasas y perfume 
entre
lamento y bendición 
es enrolado
en el asunto. 
Desde su más
remota edad 
con
calcetines y sombrero 
aprende
canta lee poemas 
en reuniones
familiares 
crece es
odiado por los hijos 
de los
paisanos manuales 
y en
venerable institución 
por castos
hombres controlada 
tiene lugar
entre laureles 
su formación
docta y moral. 
Ahí le
tenéis hecho un mancebo 
rampante y
lleno de fervor 
que salto a
salto acompañado 
por los
consejos del papá 
llega a la
puerta de los claustros 
sube a las
aulas da propina 
a los
bedeles serviciales 
y ataca el
duro escalafón. 
Sucede ahora
muchas veces 
que ante la
cruel realidad 
de este
mundano trampolín 
en donde el
orden no es guardado 
en donde no
hay categorías 
m hay
apellido y las creencias 
y una
conducta irreprochable 
de poco
sirven por desgracia 
sucede ¡ay
dios! Que el jovencito 
se
desorienta se transforma 
y de momento
no recuerda 
su primorosa
formación. 
Los enemigos
solapados 
de
cualesquiera tradiciones 
los
resentidos sucias lenguas 
que se
deleitan en la hiel 
hacen comida
y mentidero 
de estos
deslices. Hoy le han visto 
con hombres
malos se murmura 
que es
habitual de los tugurios 
que tiene
tratos infamantes 
o que
frecuenta el cabaret. 
Pero en el
fondo no alarmarse 
late la flor
de los principios 
vive el
consejo maternal 
alienta la
única verdad 
y reposadas
ya las aguas 
de su
ardorosa juventud 
cuando se
imponga a sus ideas 
la
incuestionable realidad 
volverá el
hijo por los cauces 
eternos de
la burguesía 
será un
varón conservador 
gloria y
ejemplo del redil 
un recto un
probo ciudadano 
un elefante
de piedad. 
AUTOBIOGRAFÍA
Fui un
mísero afligido desde mi mocedad, 
siempre lleno de espanto, lleno de tristeza…
(SALM., 88,16)
siempre lleno de espanto, lleno de tristeza…
(SALM., 88,16)
Cuando yo
era pequeño 
estaba
siempre triste 
y mi padre
decía 
mirándome y
moviendo 
la cabeza:
hijo mío 
no sirves
para nada. 
Después me
fui al colegio 
con pan y
con adioses 
pero me
acompañaba 
la tristeza.
El maestro 
graznó:
pequeño niño 
no sirves
para nada. 
Vino luego
la guerra 
la muerte
—yo la vi— 
y cuando
hubo pasado 
y todos la
olvidaron 
yo triste
seguí oyendo: 
no sirves
para nada. 
Y cuando me
pusieron 
los
pantalones largos 
la tristeza
en seguida 
cambió de
pantalones. 
Mis amigos
dijeron: 
no sirves
para nada. 
En la calle
en las aulas 
odiando y
aprendiendo 
la
injusticia y sus leyes 
me perseguía
siempre 
la triste
cantinela: 
no sirves
para nada. 
De tristeza
en tristeza 
caí por los
peldaños 
de la vida.
Y un día 
la muchacha
que amo 
me dijo y
era alegre: 
no sirves
para nada. 
Ahora vivo
con ella 
voy limpio y
bien peinado. 
Tenemos una
niña 
a la que a
veces digo 
también con
alegría: 
no sirves
para nada. 
Carta a mi hermano 
Querido Juan: te escribo
para contarte algunas cosas.
Ayer por la mañana
yo no sabía si salir o qué
y sentado en mi silla
ante el café con leche
que se me queda frío
casi todos los días
pensaba que es difícil
-para mí por lo menos-
poner cara de hombre
normal y sonreír
a la gente que veo
que me saluda: al viejo
portero de la casa
y en la calle a quien corre
y atraviesa la acera
detrás de algún asunto
-dinero casi siempre-
esos hombres extraños
culpables, como yo
y también extenuados
o enfermos o perdidos
mas que viven y aguantan
esta vida cochina
y hermosa algunas veces.
Si mi mujer me mira
yo no sé qué decirle:
habla de cosas simples
-de otro año o de un piso
mayor o de la escuela
de Julia-. Ay Julia
yo no quise; tú entiendes
y resulta que crece
cada día y sonríe
me mira y me da besos
me pide una peseta:
me ve como un pirata
honrado y cariñoso
y ríe con la risa
de los que aman la vida
-como a veces yo río
cuando no pienso así-.
para contarte algunas cosas.
Ayer por la mañana
yo no sabía si salir o qué
y sentado en mi silla
ante el café con leche
que se me queda frío
casi todos los días
pensaba que es difícil
-para mí por lo menos-
poner cara de hombre
normal y sonreír
a la gente que veo
que me saluda: al viejo
portero de la casa
y en la calle a quien corre
y atraviesa la acera
detrás de algún asunto
-dinero casi siempre-
esos hombres extraños
culpables, como yo
y también extenuados
o enfermos o perdidos
mas que viven y aguantan
esta vida cochina
y hermosa algunas veces.
Si mi mujer me mira
yo no sé qué decirle:
habla de cosas simples
-de otro año o de un piso
mayor o de la escuela
de Julia-. Ay Julia
yo no quise; tú entiendes
y resulta que crece
cada día y sonríe
me mira y me da besos
me pide una peseta:
me ve como un pirata
honrado y cariñoso
y ríe con la risa
de los que aman la vida
-como a veces yo río
cuando no pienso así-.
Estoy cansado hermano;
me siento como un viejo
inútil que ya hizo
todo el mal que podía
y está de sobra aquí.
Si creyese yo en algo
que todo lo arreglara
para mí -y que no existe-
no odiaría mi vida
ni quisiera morir.
Juan: sé que tú comprendes
lo que me ocurre: sé
que leerás la carta
y pensarás en mí
y en Luis que está mejor
después de todo el lío;
y en todo lo que pesa
como un montón de escombros
en mi memoria. En fin:
se termina el papel.
Perdona mis palabras
pero quise explicarte
lo que me está pasando
para sentirme cerca
de ti y de tu ternura
para olvidar un poco
esta sórdida vida
que me cuesta aguantar.
Adiós: escribe pronto
y besos a Monique.
me siento como un viejo
inútil que ya hizo
todo el mal que podía
y está de sobra aquí.
Si creyese yo en algo
que todo lo arreglara
para mí -y que no existe-
no odiaría mi vida
ni quisiera morir.
Juan: sé que tú comprendes
lo que me ocurre: sé
que leerás la carta
y pensarás en mí
y en Luis que está mejor
después de todo el lío;
y en todo lo que pesa
como un montón de escombros
en mi memoria. En fin:
se termina el papel.
Perdona mis palabras
pero quise explicarte
lo que me está pasando
para sentirme cerca
de ti y de tu ternura
para olvidar un poco
esta sórdida vida
que me cuesta aguantar.
Adiós: escribe pronto
y besos a Monique.
EL PROFETA 
Yo saciará
mi furor 
contra la gran pared…
(Ez., 13,15)
contra la gran pared…
(Ez., 13,15)
Decía un
libro antiguo: Suaves 
son los
caminos del Señor alegres las campanas 
que repiten
su nombre; permaneced humanos 
en la serena
rectitud tended la mano 
al triste
perseguid la verdad. 
Los elegidos
saben todo esto o debieran 
saberlo pero
hete aquí 
que ensucian
las ciudades de la tierra 
con su
orgullo con su ambición vituperable y loca. 
Por todo
ello el profeta filósofo justo 
en el
ejercicio de su bondad en el año 
mil
novecientos cincuenta y cinco en el séptimo día 
del séptimo
mes cuando el fuego es más grande 
lejos del
griterío y también 
lejos de la
enfurecida carrera de los toros 
en su retiro
solitario estando 
en
meditación frente a la gran llanura oyó 
la fuerte
voz del Señor. Y la voz salía 
de una jarra
de vino. Dijo el Señor: escucha 
hasta mi
poderío llegan continuamente quejas 
de los
muchos pecados de este reino. El nombre 
hostiga al
hombre no hay justicia 
los elegidos
no recuerdan… Levanta pues 
la mano y
profetiza contra él. 
Entonces el
profeta rasgó sus vestiduras 
entró en
ayuno y cubierto de ceniza y excremento 
permaneció
setenta días. Luego abandonó el llano 
y caminó
hasta la ciudad. Allí 
calle y
paseo plaza y plaza y plaza 
arribó al
sitio en donde los varones 
sapientes se
reúnen en donde son discutidos 
los asuntos
es decir al Consejo Supremo 
de
Disquisiciones Metafísicas. 
Ante la
inmensa fachada gesticuló enfurecido 
y pidió
silencio al silencio reinante. Clamaba: 
hijos de
hombre consignad por escrito la fecha 
de este día.
El Señor es quien habla por mi voz. 
Vosotros
abandonando la sagrada misión 
de estudiar
los efectos y las causas el progreso 
y sus leyes
permanecéis aquí preparando 
continuos
centenarios homenajes discursos 
y ni por un
momento 
habéis
querido recordar que el hombre vive 
fuera de
estas paredes y que sus pecados 
y la sangre
que vierte caerán 
como un
diluvio sobre vuestras cabezas; 
solo
empujado por su amor a lo efímero 
la vida le
proyecta con odio hacia su hermano 
al que
somete enarbolando signos y configuraciones 
opúsculos y
leyes. La inquietud y el desarraigo 
se apoderan
del pueblo y el futuro peligra. 
Mas vosotros
aquí sin acusarlo… 
Así dijo el
profeta así su voz 
sonaba
contra el aire. En las ventanas 
fueron
apareciendo torvos rostros se llenaron 
de odio las
halconeras. Y el profeta seguía: 
yo os digo
aunque le atéis las manos a la vida 
aunque
pongáis al hombre de cara a la pared 
ha de llegar
la hora de su resurrección 
de su
destello de oro… 
La descarga
sonó como un trallazo 
tapándole la
voz. No pudo continuar 
ni siquiera
escribiendo con sangre sobre el polvo. 
El silencio
volvió. Ya en las ventanas 
no aparecía
nadie. Volvió también la paz. 
(Los
despojos terribles del profeta 
del enviado
del Señor siguieron 
unos días
allí. Dicen las crónicas 
que fueron
devorados por los buitres 
los
profesores y los ayudantes. 
Del Señor no
se ha vuelto a saber nada.) 
Claridad(1961/1998)
EL INTRUSO 
Sólo te vi
en fotografías 
porque tu
ausencia ocurrió antes 
de que
llegara yo a este mundo. 
Sí: fui un
intruso desgraciado 
pues parecía
que tu puesto 
iba a
ocuparlo yo. Maldigo 
tu muerte
aún. Porque no pude 
luchar
contra un fantasma ausente 
que fue en
todo mejor que yo. 
Le daba
vueltas a tu sombra. 
Mi padre
casi me ignoraba 
y busqué
amparo en otros brazos. 
Y no era yo
el que molestaba 
sino tu
muerte. Sin saberlo 
me
convertiste en un intruso. 
COMO UN
CIEGO MIRÉ 
Y de repente
el aire 
se desplomó
encendido: 
cayó como
una espada 
sobre la
tierra. ¡Oh sí 
recuerdo los
clamores! 
Entre el
humo y la sangre 
miré: miré
los muros 
de aquella
patria mía. 
Como un
ciego miré 
por entre
los escombros: 
iba buscando
un pecho 
una palabra;
algo 
donde
esconder el llanto. 
Y encontré
sólo muerte 
ruina y
crimen y muerte 
bajo el
cielo vacío. 
AMERICANOS 
Yo tuve
amigos 
de color 
de bronce: 
hombres de
Sur 
compañeros 
de América. 
Llegaban
hasta mí 
con sus
canciones 
con su
tierra 
en la mano. 
Me decían: 
yo soy
Colombia; 
México;
Argentina; 
yo traigo el
Altiplano 
en la
palabra; 
vengo de
Venezuela; 
Ecuador;
Nicaragua; 
soy de
Chile; 
mi patria 
es El Perú… 
Por ellos 
se
ensancharon 
mis
fronteras; 
por sus
canciones 
me inundó la
alegría 
de otros
mares; supe 
el dolor de
pueblos 
sin aurora; 
alcancé el
corazón: 
sentí su
tierra. 
Algo sucede
(1968/1996) 
MIS
HABITACIONES 
En las
noches sin sueño en esa hora
de la rauda
memoria 
que precede
al olvido 
pasan por mi
cabeza 
como ante la
pantalla de un cine desbocado. 
escenas
gestos voces alegrías, 
persecuciones,
himnos 
pero de
entre las cosas 
que vuelven
desde el fondo 
sin límites
del alma 
asoman su
contorno surgen 
las extrañas
habitaciones 
en las que
yo he vivido. 
A veces me
contemplan los sillones 
de la casa
del padre me preguntan 
por mis
zapatos nuevos, 
por aquella
pelota que un día me quitaron 
o por el
perro que murió. 
También me
observan 
los espejos
recordando mi rostro 
cubierto de
jabón, me saludan 
y me
encuentran mas viejo. 
Una silla
otras veces 
salta desde
el rincón más alejado 
de aquel
cuarto que fue 
mi
residencia de estudiante 
y desde allí
me grita 
me canta las
virtudes de aquel vino 
repite mis
lecciones de memoria 
y me
despierta con una campana. 
También
llega un pasillo 
que me
conduce de la mano 
hasta el
cuarto encalado 
de mis
veranos libres 
me encierra
allí y aguarda 
la
bienvenida del ropero 
y escucha
agazapado tras la puerta 
nuestras
conversaciones 
hablando de
la caza de los higos 
o de aquella
camisa de soldado 
que todavía
guarda. 
Están,
después aquellas 
otras
habitaciones silenciosas 
que no
preguntan nada que me miran 
reprochando
algo feo 
que debió
suceder y no recuerdo 
y lanzan sus
lavabos 
como una
acusación disparatada 
dirigiéndome
sordos 
ruidos con
sus desagües pecadores 
para
llamarme al arrepentimiento. 
Así, en las altas
noches 
me cercan y
preguntan 
estas
habitaciones de mi vida 
estos
cuartos sus muebles sus dinteles 
y en un
agobio de percheros 
de alfombras
y de libros olvidados, 
me recuerdan
el tiempo 
que dejé
como un trapo
hecho
jirones entre sus paredes. 
ALTA
FIDELIDAD 
Entre todos
los ruidos de la noche 
yo distingo
sus pasos. Sé 
cómo va
vestida, lo que piensa 
qué música
prefiere. No me importa 
su nombre
dónde vive 
o en la casa
de quién y todavía 
mucho menos
aún qué hará mañana 
hacia dónde
se irá qué oscuros trenes 
la
envolverán con su jadeo sordo 
qué manos
retendrán su mano tibia. 
Ella camina
ahora y yo la siento 
cerca de mí
real cansada siempre 
con ojos
asombrados esperando 
que algo
nuevo suceda algo que cambie 
el monótono
ritmo de las horas 
un gesto
acaso que ella entendería 
y no sabe
cuál es. Sólo la noche 
acompaña sus
pasos desolados 
le da cobijo
entre las multitudes; 
sólo la
noche como yo la espera. 
ASÍ SON 
Su profesión
se sabe es muy antigua 
y ha
perdurado hasta ahora sin variar 
a través de
los siglos y civilizaciones. 
No conocen
vergüenza ni reposo 
se emperran
en su oficio a pesar de las críticas 
una veces
cantando 
otras
sufriendo el odio y la persecución 
mas casi
siempre bajo tolerancia. 
Platón no
les dio sitio en su República. 
Creen en el
amor 
a pesar de
sus muchas corrupciones y vicios 
suelen
mitificar bastante la niñez 
y poseen
medallones o retratos 
que miran en
silencio cuando se ponen tristes. 
Ah curiosas
personas que en ocasiones yacen 
en lechos
lujosísimos y enormes 
pero que no
desdeñan revolcarse 
en los
sucios jergones de la concupiscencia 
sólo por un
capricho. 
Le piden a
la vida más de lo que ésta ofrece. 
Difícilmente
llegan a reunir dinero 
la previsión
no es su característica 
y se van marchitando
poco a poco 
de un modo
algo ridículo 
si antes no
les dan muerte por quién sabe qué cosas. 
Así son pues
los poetas 
las viejas
prostitutas de la Historia. 
PRECISAMENTE
ENTONCES 
El día en
que todos los teléfonos comiencen a chillar 
y los televisores
y aparatos de radio lancen una campaña enloquecida 
enumerando
las ventajas del suicidio masivo 
o cuando los
relojes se queden detenidos en una hora completamente idiota 
entonces 
cuando leáis
en las cintas de las computadoras 
los datos
más falseados 
y en la
calle se pongan los semáforos en rojo permanente 
y veáis a
los trenes caminando hacia atrás 
a los
aviones despegar sin sentido para luego estrellarse 
o a los
barcos jugando al abordaje 
sí sí
entonces 
no creáis
que esté ocurriendo 
lo que en
textos y ensayos 
se llama
rebelión de la tecnología 
o intenta de
la máquina de someter al hombre. 
Lo que
veréis será mucho más simple:
hombres
manipulados como robots 
a los que
deformasteis hasta entontecer 
en un
momento de rechazo lúcido 
estarán
preparando la gran fiesta 
que será
vuestro entierro. 
SI TODO
VUELVE A COMENZAR 
Quiero
decirlo ahora 
porque si no
después las cosas se complican. 
Soy peor
todavía de lo que muchos creen. 
Me gusta
justamente el plato que otro come 
aburro una
tras otra mis camisas 
me encantan
los entierros y odio los recitales 
duermo como
una bestia 
deseo que
los muebles estén más de mil años en el mismo lugar 
y aunque a
escondidas uso tu cepillo de dientes 
no quiero
que te peines con mi peine 
soy fuerte
como un roble 
pero me ando
muriendo a cada rato 
comprendo
las cuestiones más difíciles 
y no sé
resolver lo que en verdad me importa. 
Así puedo
seguir hasta morirme: 
ya ves soy
lo que llaman 
el clásico
maníaco depresivo. 
COMO UNA
LLUVIA ANTIGUA 
Como una
nube turbia corrompiéndose 
en lentas
gotas de barro o de melancolía 
como una
lluvia antigua 
que empapa
hasta a los muertos más mezquinos 
así el tedio
resbala por los muros 
forma
charcos groseros en las calles 
penetra en
las iglesias y en los cines 
y se filtra
en las casas con su olor a desastre. 
Un aire de
fastidio y de humedad entonces 
se apodera
de gestos y palabras 
se cuelga de
los trajes 
preside los
encuentros de familia 
viaja en los
sucios autobuses 
y envuelve
la tristísima ciudad desconfiada. 
Ah testigo
implacable de las horas vacías 
aburrimiento
enorme que no ocultan 
ni la música
ambigua de las salas de fiesta 
ni el clamor
del estadio 
ni el
tintineo y charla de las mesas de bar. 
Y en medio
de una edad de hastío y podredumbre 
de espera y
rabia oculta 
tan sólo
algunos niños se divierten 
jugando a
destruirse por buhardillas de sueño 
mientras que
afuera sigue 
esa lluvia
cayendo desconsoladamente 
sobre la
piel de un mundo en bancarrota. 
MÁS QUE UNA
PALABRA 
En recuerdo
de Oriol, 
muerto a pocos metros
de la libertad.
muerto a pocos metros
de la libertad.
La libertad
es más que una palabra 
la libertad
es una chica alegre 
la libertad
es una parabellum o una flor 
la libertad
es tomarse el café donde uno quiere 
la libertad
es una perdiz herida 
la libertad
es negarse a morir en una cama de hospital 
la libertad
es real igual que un sueño 
la libertad
aparece y ya no está 
la libertad
hay que inventarla siempre 
la libertad
puede ser del esclavo y fallarle al señor 
la libertad
es gritar frente a la boca gris de los fusiles 
la libertad
es amar a quien te ama 
la libertad
es comer y repartir el pan 
la libertad
es no ocupar asiento en el festín de la ignominia 
la libertad
a veces es una simple línea fronteriza 
la libertad
es la vida o es la muerte 
la libertad
es la ira 
la libertad
se bebe y se respira 
la libertad
es cantar en tiempo de silencio 
la libertad
si quieres será tuya 
pero 
sólo por un
momento 
porque
cuando la tengas 
se escapará
riendo entre tus manos 
y tendrás
que buscarla y perseguirla 
por las
calles ciudades praderas y desiertos 
de todo el
vasto mundo 
porque se
deja amar únicamente por amor por ganas 
porque ella 
es más
hermosa que una pluma al viento. 
PALABRAS
PARA JULIA 
Tú no puedes
volver atrás 
porque la
vida ya te empuja 
como un
aullido interminable. 
Hija mía es
mejor vivir 
con la
alegría de los hombres 
que llorar
ante el muro ciego. 
Te sentirás
acorralada 
te sentirás
perdida o sola 
tal vez
querrás no haber nacido. 
Yo sé muy
bien que te dirán 
que la vida
no tiene objeto 
que es un
asunto desgraciado. 
Entonces
siempre acuérdate 
de lo que un
día yo escribí 
pensando en
ti como ahora pienso. 
Un hombre
solo una mujer 
así tomados
de uno en uno 
son como
polvo no son nada. 
Pero yo
cuando te hablo a ti 
cuando te
escribo estas palabras 
pienso
también en otros hombres. 
Tu destino
está en los demás 
tu futuro es
tu propia vida 
tu dignidad
es la de todos. 
Otros
esperan que resistas 
que les
ayude tu alegría 
tu canción
entre sus canciones. 
Entonces siempre
acuérdate 
de lo que un
día yo escribí 
pensando en
ti como ahora pienso. 
Nunca te
entregues ni te apartes 
junto al
camino nunca digas 
no puedo más
y aquí me quedo. 
La vida es
bella tú verás 
como a pesar
de los pesares 
tendrás amor
tendrás amigos. 
Por lo demás
no hay elección 
y este mundo
tal como es 
será todo tu
patrimonio. 
Perdóname no
sé decirte 
nada más
pero tú comprende 
que yo aún
estoy en el camino. 
Y siempre
siempre acuérdate 
de lo que un
día yo escribí 
pensando en
ti como ahora pienso. 
ESCUCHA
ABANDONADA 
Envuelta por
el aire 
de la mañana
en fiesta 
entre música
voces 
alegría y
campanas 
olvídate del
nombre 
que hasta
ayer te seguía 
como una
desventura: 
canta juega
sonríe 
apuesta a no
acertar 
para irte
así habituando 
a ese sabor
amargo 
que se llama
tristeza 
y que
aparece siempre 
cuando el
amor se va. 
HAZLO AHORA 
Muchacha si
le amabas 
no te vayas
así di que te esperan 
que debes
regresar pero que estás 
alegre por
las horas que has vivido 
como dentro
de un sueño; 
declárale
que a veces pensarás 
en su rostro
de lluvia 
en sus
papeles o en su fantasía: 
hazlo ahora
aún es tiempo 
ya que quizá
algún día mientras busques 
amparo en
otros brazos 
te acuerdes
de él con repentino amor 
y no puedas
llorar aunque lo intentes. 
VIDA DEL
DELINCUENTE 
El hombre
entró en el bar. Yo estaba 
repasando
las pruebas de aquel libro 
que debía
entregar a mi editora. 
Me fijé en
él: muy pulcro y mesurado 
pasito corto
y piernas temblorosas; 
avanzó hasta
la barra y esperó 
sin gestos
ni palabras 
la
complacencia de algún camarero. 
Perfecto el
tipo: unos cabellos ralos 
le cruzaban
la frente cuidados con amor 
y él se
ajustaba la chaqueta 
como quien
entra al baile. 
Camisa a
topos rostro sonrosado 
cadena de
oro —me lo sospechaba—
y un aire
del que ha sido 
el primero
de clase en su colegio: 
siempre
desconfié de gente así. 
Pidió agua
mineral con un susurro 
y entonces
comprendí: el clásico abstemio 
sin duda un
prestamista o un gestor 
de la misma
calaña que el loco de Amsterdam 
o que el
violador del Mississippi. 
Fichado. Ya
tranquilo regresé 
a las líneas
del libro hasta escuchar 
la voz de mi
editora ante la mesa. 
Daba el
brazo a aquel monstruo. ¿Le conoces? 
Se sentaron
y hablamos. El era 
un hombre
encantador y un buen marido 
se hicieron
novios en un parque público 
le encantaba
la música… Por fin 
pagó y yo
entregué el texto. Cuando se iban 
rumor de
adioses y batir de alas. 
Desde ese
día mando a mi editora 
todas las
correcciones por un propio 
y evito
siempre el bar 
dando
extraños rodeos igual que un delincuente. 
MIENTRAS LOS
AUTOBUSES AQUIETAN LA CIUDAD 
De puntillas
llegó y sigilosa ha entrado 
cuando tras
ella la ciudad se hundía. 
¿Alguien la
habría visto? 
Aquí 
todo está en
orden y la gente duerme; 
y en la
cocina misma los platos están puestos 
la cafetera
llena para desayunar. 
Se quitó los
zapatos y ha dejado el abrigo 
en el
perchero. 
Ahora cierra las
puertas 
de la sala
de estar y pone un disco. 
Tendida en
el sofá sin sueño aún 
repasa una vez
más sus sentimientos; 
se acaricia
los brazos, las rodillas, el pelo 
y empieza a
desvestirse. Como un río 
de aguas
tenues la inunda: la ilusión 
de una voz
entre otras. 
Y se inventa 
palabras que
pudieron expresar los momentos 
de ternura
que hasta hoy jamás sintió. 
Mientras los
autobuses aquietan la ciudad 
va cayendo
Albinoni como cayó su ropa 
y enciende
un cigarrillo para ambientar así 
el aire de
la sala sobre su tibia piel 
 y se prepara un trago. 
Dentro de pocas
horas 
todo vuelta
a empezar: bebe a sorbos muy lentos 
y sigue
acariciándose. 
Al cesar 
la música
que ama y cuando acabe el vodka 
quedará un
largo viaje hasta la habitación 
hasta la
soledad de una cama vacía. 
Ya recoge
sus prendas de vestir 
y limpia el
cenicero y el vaso bajo el grifo: 
todo en
orden. 
¿También su
corazón 
lleno de
sobresaltos tan recientes? 
En el
cristal del baño percibe lo que es: 
una absorta
mujer amedrentada 
que
descubrió algo tarde la pasión quinceañera. 
NIÑO QUE
FUISTE 
Niño que
fuiste: ellos mostraron 
una cara de
la moneda: 
una verde
pradera suave 
en la que
todo era festivo 
si cumplías
lo que ordenaban. 
Tardaste
poco en descubrir 
que la otra
cara era afrentosa 
y que el
mundo en el que caíste 
era un
absurdo hacia la nada. 
Niño que
fuiste: no le dejes 
ahora que
acaba vuestro tiempo. 
Id los dos
juntos al andén 
para
emprender el gran viaje. 
UNA
REVELACIÓN 
Todo lo que
has sentido: todo 
lo que
cantaste con palabras 
si son sólo
emociones tuyas 
—vivencias
tuyas— poco importan. 
Porque deseos
y esperanzas 
y mal de
amor y sufrimiento 
los tienen
muchos. Mas si cuentas 
algo que
pueda despertar 
una emoción
dormida en otro 
—una
revelación entre las líneas— 
el poema
termina ahí 
en el pecho
sobresaltado 
que lo
repite y hace suyo 
hasta olvidar
quién lo escribiera. 
Entre el
poema y el autor 
la primacía
es del poema. 

 
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