José Agustín Goytisolo
Nacido en Barcelona el 13 de abril de 1928 de familia
burguesa, empezó Derecho en la Universidad de Barcelona, y terminó sus estudios
en la de Madrid.
Su familia se vio brutalmente sacudida por la muerte de su
madre Julia Gay víctima de un bombardeo aéreo del bando franquista sobre la
ciudad de Barcelona en 1938. El hecho dramático afectó a todos los hijos, pero
especialmente a José Agustín, que puso a su hija el nombre de la madre perdida,
y que en «Palabras para Julia», uno de sus más célebres poemas (musicado y
cantado por Paco Ibáñez, Rosa León y Los Suaves, entre muchos otros) une
voluntariamente, en amor y deseo, a las dos mujeres. En 1993, en el tomo Elegías
a Julia Gay reunió todos los poemas de tema materno, principal en su primer
libro, El retorno (1955) y en otro, muy posterior, en que pretendía cerrar esa
vieja y fecunda herida, Final de un adiós (1984).
Según Manuel Vázquez Montalbán, la poesía de Goytisolo, no
fue sólo una propuesta ideológica limitada a dar una alternativa al capitalismo
franquista, sino que aspira a la construcción de un nuevo humanismo:
Tu destino
está en los demás
tu futuro es
tu propia vidatu dignidad es la de todos.
Bastante depresivo, algunos piensan que su muerte (cayó
desde una ventana de su apartamento) fue un suicidio, salvo su familia, que lo consideró
un accidente.
El cantautor catalán Joan Manuel Serrat musicalizó su poema
"Historia Conocida" en el disco titulado 1978, y el cantautor Paco
Ibáñez divulgó algunos de sus poemas convirtiéndolos en sumamente populares en
su disco Paco Ibáñez canta a José Agustín Goytisolo (2004).
Premio Ausias March en 1959
Premio
Adonais en 1954
Premio
Boscán en 1956Premio Ausias March en 1959
Premio de la
Crítica (1992) por su obra La noche le es propicia
De Wikipedia
El retorno (1955/1986)
I. SOBRE VOSOTRAS AVES
Sobre
vosotras aves
de las
regiones infinitas
busqué un
espacio para tanta muerte.
Sobre
vosotros vegetales altos
de la orilla
del aire
pedí un
reposo para tanta muerte.
Sobre vosotras
madres de la lluvia
tempestades
de amor contra los cielos
lloré en
silencio sobre tanta muerte.
VIII. EL
SILENCIO PROFANADO
Lo que mis
maldiciones valgan
es difícil
saberlo. No espero
mucho de
ellas.
Pero aun así
es hermoso alzar los labios
— oliendo a
vino triste —
y pronunciar
las frases del ritual
blasfemo.
Hay algo
queda algo
acogedor en el silencio profanado:
un pequeño
latido una voz
que
comprende y comunica
su alegría a
la sangre.
X. COMO LA
PIEL DE UN FRUTO
Como la piel
de un fruto suave
a la amenaza
de los dientes
iluminada
alegre casi
ibas camino
de la muerte.
La vida
estaba en todas partes:
en tu
cabello sobre el césped
sobre la
tierra que te ansiaba
sobre los
chopos y en tu frente.
Todo pasó
tal un verano
sobre tu
carne pura y breve.
¡Como la
piel de un fruto eras
tan olorosa
y atrayente!
XVI. MUJER
DE MUERTE
Lo que tú
hubieras sido
ha quedado
en el aire
perdido para
el tiempo.
Las cosas
que no hiciste las canciones
que nunca
cantarás
los días nuevos
que te
correspondían
los deseos
la rueda de
las voces abiertas en tu oído
toda tu
larga sombra proyectada al futuro.
Porque
escucho el sonido falso de mi moneda
al chocar
contra el mármol
de tu
terrible ausencia
te amo mujer
de muerte.
¡Ah lo que
hubieras sido!
XIX. LAS
FOGATAS
Alguna noche
—las fogatas eran
de dolor o
de júbilo—
la casa te
veía desertar.
Te abrías a
una vida
distinta a
un mundo
alegre como
los ojos de un dios:
voces
mayores fuegos de artificio
inacabable
noche de San Juan
en la
estancia vacía…
El tiempo se
agrandaba en los rincones
se detenía
en torno al corazón
mientras el
estruendo proseguía
lejos lejos
quién sabe si real.
Después todo
más claro:
los sonidos
pequeños el crujido de un mueble
la lluvia en
el desván.
Nueva vida a
las cosas el alba aparecía
y tú
llegabas
amorosamente.
Salmos al
viento (1958/1980)
LOS
CELESTIALES
No todo el
que dice: Señor, Señor,
Entrará en
el reino…
(MAT., 7,21)
Después y
por encima de la pared caída
de los vidrios
caídos de la puerta arrasada
cuando se
alejó el eco de las detonaciones
y el humo y
sus olores abandonaron la ciudad
después
cuando el orgullo se refugió en las cuevas
mordiéndose
los puños para no decir nada
arriba en
los paseos en las calles con ruina
que el sol
acariciaba con sus manos de amigo
asomaron los
poetas gente de orden por supuesto.
Es la hora
dijeron de cantar los asuntos
maravillosamente
insustanciales es decir
el momento
de olvidarnos de todo lo ocurrido
y componer
hermosos versos vacíos sí pero sonoros
melodiosos
como el laúd
que
adormezcan que transfiguren
que
apacigüen los ánimos ¡qué barbaridad!
Ante tan
sabia solución
se reunieron
pues los poetas y en la asamblea
de un café a
votación sin mas preámbulo
fue Garcilaso
desenterrado llevado en andas paseado
como
reliquia por las aldeas y revistas
y
entronizado en la capital. El verso melodioso
la palabra
feliz todos los restos
fueron
comida suculenta festín de la comunidad.
Y el viento
fue condecorado y se habló
de marineros
de lluvia de azahares
y una vez
más la soledad y el campo como antaño
y el cauce
tembloroso de los ríos
y todas las
grandes maravillas
fueron en
suma convocadas.
Esto duró
algún tiempo hasta que poco
a poco las
reservas se fueron agotando.
Los poetas
rendidos de cansancio se dedicaron
a lanzarse
sonetos mutuamente
de mesa a
mesa en el café. Y un día
entre el
fragor de los poemas alguien dijo: Escuchad
fuera las
cosas no han cambiado nosotros
hemos hecho
una meritoria labor pero no basta.
Los trinos y
el aroma de nuestras elegías
no han
calmado las iras el azote de Dios.
De las mesas
creció un murmullo
rumoroso
como el océano y los poetas exclamaron:
Es cierto es
cierto olvidamos a Dios somos
ciegos
mortales perros heridos por su fuerza
por su
justicia cantémosle ya.
Y así el
buen Dios sustituyó
al viejo
padre Garcilaso y fue llamado
dulce tirano
amigo mesías
lejanísimo
sátrapa fiel amante guerrillero
gran parido
asidero de mi sangre y los Oh Tú
y los Señor
Señor se elevaron altísimos empujados
por los
golpes de pecho en el papel
por el dolor
de tantos corazones valientes.
Y así
perduran en la actualidad.
Ésta es la
historia caballeros
de los
poetas celestiales historia clara
y verdadera
y cuyo ejemplo no han seguido
los poetas
locos que perdidos
en el
tumulto callejero cantan al hombre |
satirizan o
aman el reino de los hombres
tan pasajero
tan falaz y en su locura
lanzan
gritos pidiendo paz pidiendo patria
pidiendo
aire verdadero.
APOLOGÍA DEL
LIBRE
… es más
fácil que un camello…
(MAT.,
19,24)
¡Grande y
poderoso eres oh prócer
oh singular
prestigio nuevo Creso!
A tu
presencia tiemblan las paredes
los
empleados el papel los números.
Nadie como
tú maravilloso germen
de la
opulencia y de la gran industria
con tu
cartera con tu hermosa calva
rodeada de
planetas y aureolas
con el
pulcro chaleco abotonado
sobre tu
inmenso abdomen nadie
nadie como
tú flor nueva
tulipán de
oro.
De entre
todos te alzaste como un monte
de lava
sobre el páramo en asombro
de chispas y
clamor y ahora
dominas
desde lo alto de tus cumbres
las
diminutas vidas que te observan.
Es al amor
al creador de toda
la belleza
que existe al supremo maestro
al que hay
que preguntar qué sucedió
qué ventura
qué grande maravilla
apercibió en
tu frente para darte
con su soplo
en mitad de la pechera
y hacerte el
libre el rey el financiero.
A ti solo
entre miles
entre miles
y miles y millones.
Porque la
libertad está en tu firma
porque tu
reino sí que es de este mundo
porque nada
te puede ser negado eres
el prototipo
el hombre insigne
para el que
se han dictado las leyes y los cánones
la caridad y
el premio.
Elegido elegido
mantén tu
fortaleza no des oído
a los
lamentos y a las maldiciones
sigue
triunfa en tu reino pues que el mundo
se hizo sin
duda para ser asiento
le posaderas
recias y bursátiles como las tienes tú.
EL SEÑALADO
Éste es el
que algún tiempo tomamos
a risa, y
fue objeto de nuestro escarnio…
(SAB., 5,3)
Solo entre
el odio entre la palpitante y masculina
hostilidad
él permanece y son sus días
continuo
sobresalto huida y evangelio.
El señalado
está y no está con todos
estudia como
igual que los demás
se fatiga y
enferma. Pero luego
conoce y ve
las cosas de forma diferente
vela en las
noches acomete y ama.
Su corazón
valiente no conoce derrota.
Él sabe por
ejemplo que detrás de los ojos
queda un
espacio negro donde los sueños reinan
o que el
zángano muere salvajemente herido
por las
obreras forma impura y bestial
aunque no despreciable.
Son sus estudios:
la
investigación del clavel los poetas celestiales
el oscuro
murmullo de la ropa interior
y todas las
facetas de la cultura griega.
Frecuenta
los lugares de erudición: reuniones
bibliotecas
mingitorios. Su voz se escucha
en los
parlamentos y en los templos
en las
tabernas y en los amueblados.
Su actuación
sus afanes son variables. Se le ve un día
diciendo
democracia democracia
libertad a
las gentes y otras veces
salir de
entre las turbas agitando
la terrible
bandera de pliegues carcamales
reclamando
Unidad Familia y Orden.
Pero sus
ideales permanecen purísimos.
La vida es
muy compleja suceden muchas cosas
y es mejor
aguardar el momento oportuno.
Mientras
tanto aún se puede orinar la muralla
de siglos y
costumbres a la luz de la luna.
El señalado
sabe que el futuro es su imperio.
EL HIJO
PRÓDIGO
Pronto,
traed la túnica más rica y vestídsela,
poned un anillo en su mano y unas sandalias
en sus pies, y traed un becerro bien cebado,
y matadle, y comamos y alegrémonos…
(Luc., 15,22)
poned un anillo en su mano y unas sandalias
en sus pies, y traed un becerro bien cebado,
y matadle, y comamos y alegrémonos…
(Luc., 15,22)
Injustamente
combatido
puesto al
escarnio y a la mofa
de las
abyectas muchedumbres
perdura el
hijo bien nacido
el hijo fiel
el niño blanco
el sano
fruto de un sector
muy vigoroso
y nacional.
Nace el
infante mencionado
sin conocer
el barro impuro
de las
miserias y pasiones
y envuelto
en gasas y perfume
entre
lamento y bendición
es enrolado
en el asunto.
Desde su más
remota edad
con
calcetines y sombrero
aprende
canta lee poemas
en reuniones
familiares
crece es
odiado por los hijos
de los
paisanos manuales
y en
venerable institución
por castos
hombres controlada
tiene lugar
entre laureles
su formación
docta y moral.
Ahí le
tenéis hecho un mancebo
rampante y
lleno de fervor
que salto a
salto acompañado
por los
consejos del papá
llega a la
puerta de los claustros
sube a las
aulas da propina
a los
bedeles serviciales
y ataca el
duro escalafón.
Sucede ahora
muchas veces
que ante la
cruel realidad
de este
mundano trampolín
en donde el
orden no es guardado
en donde no
hay categorías
m hay
apellido y las creencias
y una
conducta irreprochable
de poco
sirven por desgracia
sucede ¡ay
dios! Que el jovencito
se
desorienta se transforma
y de momento
no recuerda
su primorosa
formación.
Los enemigos
solapados
de
cualesquiera tradiciones
los
resentidos sucias lenguas
que se
deleitan en la hiel
hacen comida
y mentidero
de estos
deslices. Hoy le han visto
con hombres
malos se murmura
que es
habitual de los tugurios
que tiene
tratos infamantes
o que
frecuenta el cabaret.
Pero en el
fondo no alarmarse
late la flor
de los principios
vive el
consejo maternal
alienta la
única verdad
y reposadas
ya las aguas
de su
ardorosa juventud
cuando se
imponga a sus ideas
la
incuestionable realidad
volverá el
hijo por los cauces
eternos de
la burguesía
será un
varón conservador
gloria y
ejemplo del redil
un recto un
probo ciudadano
un elefante
de piedad.
AUTOBIOGRAFÍA
Fui un
mísero afligido desde mi mocedad,
siempre lleno de espanto, lleno de tristeza…
(SALM., 88,16)
siempre lleno de espanto, lleno de tristeza…
(SALM., 88,16)
Cuando yo
era pequeño
estaba
siempre triste
y mi padre
decía
mirándome y
moviendo
la cabeza:
hijo mío
no sirves
para nada.
Después me
fui al colegio
con pan y
con adioses
pero me
acompañaba
la tristeza.
El maestro
graznó:
pequeño niño
no sirves
para nada.
Vino luego
la guerra
la muerte
—yo la vi—
y cuando
hubo pasado
y todos la
olvidaron
yo triste
seguí oyendo:
no sirves
para nada.
Y cuando me
pusieron
los
pantalones largos
la tristeza
en seguida
cambió de
pantalones.
Mis amigos
dijeron:
no sirves
para nada.
En la calle
en las aulas
odiando y
aprendiendo
la
injusticia y sus leyes
me perseguía
siempre
la triste
cantinela:
no sirves
para nada.
De tristeza
en tristeza
caí por los
peldaños
de la vida.
Y un día
la muchacha
que amo
me dijo y
era alegre:
no sirves
para nada.
Ahora vivo
con ella
voy limpio y
bien peinado.
Tenemos una
niña
a la que a
veces digo
también con
alegría:
no sirves
para nada.
Carta a mi hermano
Querido Juan: te escribo
para contarte algunas cosas.
Ayer por la mañana
yo no sabía si salir o qué
y sentado en mi silla
ante el café con leche
que se me queda frío
casi todos los días
pensaba que es difícil
-para mí por lo menos-
poner cara de hombre
normal y sonreír
a la gente que veo
que me saluda: al viejo
portero de la casa
y en la calle a quien corre
y atraviesa la acera
detrás de algún asunto
-dinero casi siempre-
esos hombres extraños
culpables, como yo
y también extenuados
o enfermos o perdidos
mas que viven y aguantan
esta vida cochina
y hermosa algunas veces.
Si mi mujer me mira
yo no sé qué decirle:
habla de cosas simples
-de otro año o de un piso
mayor o de la escuela
de Julia-. Ay Julia
yo no quise; tú entiendes
y resulta que crece
cada día y sonríe
me mira y me da besos
me pide una peseta:
me ve como un pirata
honrado y cariñoso
y ríe con la risa
de los que aman la vida
-como a veces yo río
cuando no pienso así-.
para contarte algunas cosas.
Ayer por la mañana
yo no sabía si salir o qué
y sentado en mi silla
ante el café con leche
que se me queda frío
casi todos los días
pensaba que es difícil
-para mí por lo menos-
poner cara de hombre
normal y sonreír
a la gente que veo
que me saluda: al viejo
portero de la casa
y en la calle a quien corre
y atraviesa la acera
detrás de algún asunto
-dinero casi siempre-
esos hombres extraños
culpables, como yo
y también extenuados
o enfermos o perdidos
mas que viven y aguantan
esta vida cochina
y hermosa algunas veces.
Si mi mujer me mira
yo no sé qué decirle:
habla de cosas simples
-de otro año o de un piso
mayor o de la escuela
de Julia-. Ay Julia
yo no quise; tú entiendes
y resulta que crece
cada día y sonríe
me mira y me da besos
me pide una peseta:
me ve como un pirata
honrado y cariñoso
y ríe con la risa
de los que aman la vida
-como a veces yo río
cuando no pienso así-.
Estoy cansado hermano;
me siento como un viejo
inútil que ya hizo
todo el mal que podía
y está de sobra aquí.
Si creyese yo en algo
que todo lo arreglara
para mí -y que no existe-
no odiaría mi vida
ni quisiera morir.
Juan: sé que tú comprendes
lo que me ocurre: sé
que leerás la carta
y pensarás en mí
y en Luis que está mejor
después de todo el lío;
y en todo lo que pesa
como un montón de escombros
en mi memoria. En fin:
se termina el papel.
Perdona mis palabras
pero quise explicarte
lo que me está pasando
para sentirme cerca
de ti y de tu ternura
para olvidar un poco
esta sórdida vida
que me cuesta aguantar.
Adiós: escribe pronto
y besos a Monique.
me siento como un viejo
inútil que ya hizo
todo el mal que podía
y está de sobra aquí.
Si creyese yo en algo
que todo lo arreglara
para mí -y que no existe-
no odiaría mi vida
ni quisiera morir.
Juan: sé que tú comprendes
lo que me ocurre: sé
que leerás la carta
y pensarás en mí
y en Luis que está mejor
después de todo el lío;
y en todo lo que pesa
como un montón de escombros
en mi memoria. En fin:
se termina el papel.
Perdona mis palabras
pero quise explicarte
lo que me está pasando
para sentirme cerca
de ti y de tu ternura
para olvidar un poco
esta sórdida vida
que me cuesta aguantar.
Adiós: escribe pronto
y besos a Monique.
EL PROFETA
Yo saciará
mi furor
contra la gran pared…
(Ez., 13,15)
contra la gran pared…
(Ez., 13,15)
Decía un
libro antiguo: Suaves
son los
caminos del Señor alegres las campanas
que repiten
su nombre; permaneced humanos
en la serena
rectitud tended la mano
al triste
perseguid la verdad.
Los elegidos
saben todo esto o debieran
saberlo pero
hete aquí
que ensucian
las ciudades de la tierra
con su
orgullo con su ambición vituperable y loca.
Por todo
ello el profeta filósofo justo
en el
ejercicio de su bondad en el año
mil
novecientos cincuenta y cinco en el séptimo día
del séptimo
mes cuando el fuego es más grande
lejos del
griterío y también
lejos de la
enfurecida carrera de los toros
en su retiro
solitario estando
en
meditación frente a la gran llanura oyó
la fuerte
voz del Señor. Y la voz salía
de una jarra
de vino. Dijo el Señor: escucha
hasta mi
poderío llegan continuamente quejas
de los
muchos pecados de este reino. El nombre
hostiga al
hombre no hay justicia
los elegidos
no recuerdan… Levanta pues
la mano y
profetiza contra él.
Entonces el
profeta rasgó sus vestiduras
entró en
ayuno y cubierto de ceniza y excremento
permaneció
setenta días. Luego abandonó el llano
y caminó
hasta la ciudad. Allí
calle y
paseo plaza y plaza y plaza
arribó al
sitio en donde los varones
sapientes se
reúnen en donde son discutidos
los asuntos
es decir al Consejo Supremo
de
Disquisiciones Metafísicas.
Ante la
inmensa fachada gesticuló enfurecido
y pidió
silencio al silencio reinante. Clamaba:
hijos de
hombre consignad por escrito la fecha
de este día.
El Señor es quien habla por mi voz.
Vosotros
abandonando la sagrada misión
de estudiar
los efectos y las causas el progreso
y sus leyes
permanecéis aquí preparando
continuos
centenarios homenajes discursos
y ni por un
momento
habéis
querido recordar que el hombre vive
fuera de
estas paredes y que sus pecados
y la sangre
que vierte caerán
como un
diluvio sobre vuestras cabezas;
solo
empujado por su amor a lo efímero
la vida le
proyecta con odio hacia su hermano
al que
somete enarbolando signos y configuraciones
opúsculos y
leyes. La inquietud y el desarraigo
se apoderan
del pueblo y el futuro peligra.
Mas vosotros
aquí sin acusarlo…
Así dijo el
profeta así su voz
sonaba
contra el aire. En las ventanas
fueron
apareciendo torvos rostros se llenaron
de odio las
halconeras. Y el profeta seguía:
yo os digo
aunque le atéis las manos a la vida
aunque
pongáis al hombre de cara a la pared
ha de llegar
la hora de su resurrección
de su
destello de oro…
La descarga
sonó como un trallazo
tapándole la
voz. No pudo continuar
ni siquiera
escribiendo con sangre sobre el polvo.
El silencio
volvió. Ya en las ventanas
no aparecía
nadie. Volvió también la paz.
(Los
despojos terribles del profeta
del enviado
del Señor siguieron
unos días
allí. Dicen las crónicas
que fueron
devorados por los buitres
los
profesores y los ayudantes.
Del Señor no
se ha vuelto a saber nada.)
Claridad(1961/1998)
EL INTRUSO
Sólo te vi
en fotografías
porque tu
ausencia ocurrió antes
de que
llegara yo a este mundo.
Sí: fui un
intruso desgraciado
pues parecía
que tu puesto
iba a
ocuparlo yo. Maldigo
tu muerte
aún. Porque no pude
luchar
contra un fantasma ausente
que fue en
todo mejor que yo.
Le daba
vueltas a tu sombra.
Mi padre
casi me ignoraba
y busqué
amparo en otros brazos.
Y no era yo
el que molestaba
sino tu
muerte. Sin saberlo
me
convertiste en un intruso.
COMO UN
CIEGO MIRÉ
Y de repente
el aire
se desplomó
encendido:
cayó como
una espada
sobre la
tierra. ¡Oh sí
recuerdo los
clamores!
Entre el
humo y la sangre
miré: miré
los muros
de aquella
patria mía.
Como un
ciego miré
por entre
los escombros:
iba buscando
un pecho
una palabra;
algo
donde
esconder el llanto.
Y encontré
sólo muerte
ruina y
crimen y muerte
bajo el
cielo vacío.
AMERICANOS
Yo tuve
amigos
de color
de bronce:
hombres de
Sur
compañeros
de América.
Llegaban
hasta mí
con sus
canciones
con su
tierra
en la mano.
Me decían:
yo soy
Colombia;
México;
Argentina;
yo traigo el
Altiplano
en la
palabra;
vengo de
Venezuela;
Ecuador;
Nicaragua;
soy de
Chile;
mi patria
es El Perú…
Por ellos
se
ensancharon
mis
fronteras;
por sus
canciones
me inundó la
alegría
de otros
mares; supe
el dolor de
pueblos
sin aurora;
alcancé el
corazón:
sentí su
tierra.
Algo sucede
(1968/1996)
MIS
HABITACIONES
En las
noches sin sueño en esa hora
de la rauda
memoria
que precede
al olvido
pasan por mi
cabeza
como ante la
pantalla de un cine desbocado.
escenas
gestos voces alegrías,
persecuciones,
himnos
pero de
entre las cosas
que vuelven
desde el fondo
sin límites
del alma
asoman su
contorno surgen
las extrañas
habitaciones
en las que
yo he vivido.
A veces me
contemplan los sillones
de la casa
del padre me preguntan
por mis
zapatos nuevos,
por aquella
pelota que un día me quitaron
o por el
perro que murió.
También me
observan
los espejos
recordando mi rostro
cubierto de
jabón, me saludan
y me
encuentran mas viejo.
Una silla
otras veces
salta desde
el rincón más alejado
de aquel
cuarto que fue
mi
residencia de estudiante
y desde allí
me grita
me canta las
virtudes de aquel vino
repite mis
lecciones de memoria
y me
despierta con una campana.
También
llega un pasillo
que me
conduce de la mano
hasta el
cuarto encalado
de mis
veranos libres
me encierra
allí y aguarda
la
bienvenida del ropero
y escucha
agazapado tras la puerta
nuestras
conversaciones
hablando de
la caza de los higos
o de aquella
camisa de soldado
que todavía
guarda.
Están,
después aquellas
otras
habitaciones silenciosas
que no
preguntan nada que me miran
reprochando
algo feo
que debió
suceder y no recuerdo
y lanzan sus
lavabos
como una
acusación disparatada
dirigiéndome
sordos
ruidos con
sus desagües pecadores
para
llamarme al arrepentimiento.
Así, en las altas
noches
me cercan y
preguntan
estas
habitaciones de mi vida
estos
cuartos sus muebles sus dinteles
y en un
agobio de percheros
de alfombras
y de libros olvidados,
me recuerdan
el tiempo
que dejé
como un trapo
hecho
jirones entre sus paredes.
ALTA
FIDELIDAD
Entre todos
los ruidos de la noche
yo distingo
sus pasos. Sé
cómo va
vestida, lo que piensa
qué música
prefiere. No me importa
su nombre
dónde vive
o en la casa
de quién y todavía
mucho menos
aún qué hará mañana
hacia dónde
se irá qué oscuros trenes
la
envolverán con su jadeo sordo
qué manos
retendrán su mano tibia.
Ella camina
ahora y yo la siento
cerca de mí
real cansada siempre
con ojos
asombrados esperando
que algo
nuevo suceda algo que cambie
el monótono
ritmo de las horas
un gesto
acaso que ella entendería
y no sabe
cuál es. Sólo la noche
acompaña sus
pasos desolados
le da cobijo
entre las multitudes;
sólo la
noche como yo la espera.
ASÍ SON
Su profesión
se sabe es muy antigua
y ha
perdurado hasta ahora sin variar
a través de
los siglos y civilizaciones.
No conocen
vergüenza ni reposo
se emperran
en su oficio a pesar de las críticas
una veces
cantando
otras
sufriendo el odio y la persecución
mas casi
siempre bajo tolerancia.
Platón no
les dio sitio en su República.
Creen en el
amor
a pesar de
sus muchas corrupciones y vicios
suelen
mitificar bastante la niñez
y poseen
medallones o retratos
que miran en
silencio cuando se ponen tristes.
Ah curiosas
personas que en ocasiones yacen
en lechos
lujosísimos y enormes
pero que no
desdeñan revolcarse
en los
sucios jergones de la concupiscencia
sólo por un
capricho.
Le piden a
la vida más de lo que ésta ofrece.
Difícilmente
llegan a reunir dinero
la previsión
no es su característica
y se van marchitando
poco a poco
de un modo
algo ridículo
si antes no
les dan muerte por quién sabe qué cosas.
Así son pues
los poetas
las viejas
prostitutas de la Historia.
PRECISAMENTE
ENTONCES
El día en
que todos los teléfonos comiencen a chillar
y los televisores
y aparatos de radio lancen una campaña enloquecida
enumerando
las ventajas del suicidio masivo
o cuando los
relojes se queden detenidos en una hora completamente idiota
entonces
cuando leáis
en las cintas de las computadoras
los datos
más falseados
y en la
calle se pongan los semáforos en rojo permanente
y veáis a
los trenes caminando hacia atrás
a los
aviones despegar sin sentido para luego estrellarse
o a los
barcos jugando al abordaje
sí sí
entonces
no creáis
que esté ocurriendo
lo que en
textos y ensayos
se llama
rebelión de la tecnología
o intenta de
la máquina de someter al hombre.
Lo que
veréis será mucho más simple:
hombres
manipulados como robots
a los que
deformasteis hasta entontecer
en un
momento de rechazo lúcido
estarán
preparando la gran fiesta
que será
vuestro entierro.
SI TODO
VUELVE A COMENZAR
Quiero
decirlo ahora
porque si no
después las cosas se complican.
Soy peor
todavía de lo que muchos creen.
Me gusta
justamente el plato que otro come
aburro una
tras otra mis camisas
me encantan
los entierros y odio los recitales
duermo como
una bestia
deseo que
los muebles estén más de mil años en el mismo lugar
y aunque a
escondidas uso tu cepillo de dientes
no quiero
que te peines con mi peine
soy fuerte
como un roble
pero me ando
muriendo a cada rato
comprendo
las cuestiones más difíciles
y no sé
resolver lo que en verdad me importa.
Así puedo
seguir hasta morirme:
ya ves soy
lo que llaman
el clásico
maníaco depresivo.
COMO UNA
LLUVIA ANTIGUA
Como una
nube turbia corrompiéndose
en lentas
gotas de barro o de melancolía
como una
lluvia antigua
que empapa
hasta a los muertos más mezquinos
así el tedio
resbala por los muros
forma
charcos groseros en las calles
penetra en
las iglesias y en los cines
y se filtra
en las casas con su olor a desastre.
Un aire de
fastidio y de humedad entonces
se apodera
de gestos y palabras
se cuelga de
los trajes
preside los
encuentros de familia
viaja en los
sucios autobuses
y envuelve
la tristísima ciudad desconfiada.
Ah testigo
implacable de las horas vacías
aburrimiento
enorme que no ocultan
ni la música
ambigua de las salas de fiesta
ni el clamor
del estadio
ni el
tintineo y charla de las mesas de bar.
Y en medio
de una edad de hastío y podredumbre
de espera y
rabia oculta
tan sólo
algunos niños se divierten
jugando a
destruirse por buhardillas de sueño
mientras que
afuera sigue
esa lluvia
cayendo desconsoladamente
sobre la
piel de un mundo en bancarrota.
MÁS QUE UNA
PALABRA
En recuerdo
de Oriol,
muerto a pocos metros
de la libertad.
muerto a pocos metros
de la libertad.
La libertad
es más que una palabra
la libertad
es una chica alegre
la libertad
es una parabellum o una flor
la libertad
es tomarse el café donde uno quiere
la libertad
es una perdiz herida
la libertad
es negarse a morir en una cama de hospital
la libertad
es real igual que un sueño
la libertad
aparece y ya no está
la libertad
hay que inventarla siempre
la libertad
puede ser del esclavo y fallarle al señor
la libertad
es gritar frente a la boca gris de los fusiles
la libertad
es amar a quien te ama
la libertad
es comer y repartir el pan
la libertad
es no ocupar asiento en el festín de la ignominia
la libertad
a veces es una simple línea fronteriza
la libertad
es la vida o es la muerte
la libertad
es la ira
la libertad
se bebe y se respira
la libertad
es cantar en tiempo de silencio
la libertad
si quieres será tuya
pero
sólo por un
momento
porque
cuando la tengas
se escapará
riendo entre tus manos
y tendrás
que buscarla y perseguirla
por las
calles ciudades praderas y desiertos
de todo el
vasto mundo
porque se
deja amar únicamente por amor por ganas
porque ella
es más
hermosa que una pluma al viento.
PALABRAS
PARA JULIA
Tú no puedes
volver atrás
porque la
vida ya te empuja
como un
aullido interminable.
Hija mía es
mejor vivir
con la
alegría de los hombres
que llorar
ante el muro ciego.
Te sentirás
acorralada
te sentirás
perdida o sola
tal vez
querrás no haber nacido.
Yo sé muy
bien que te dirán
que la vida
no tiene objeto
que es un
asunto desgraciado.
Entonces
siempre acuérdate
de lo que un
día yo escribí
pensando en
ti como ahora pienso.
Un hombre
solo una mujer
así tomados
de uno en uno
son como
polvo no son nada.
Pero yo
cuando te hablo a ti
cuando te
escribo estas palabras
pienso
también en otros hombres.
Tu destino
está en los demás
tu futuro es
tu propia vida
tu dignidad
es la de todos.
Otros
esperan que resistas
que les
ayude tu alegría
tu canción
entre sus canciones.
Entonces siempre
acuérdate
de lo que un
día yo escribí
pensando en
ti como ahora pienso.
Nunca te
entregues ni te apartes
junto al
camino nunca digas
no puedo más
y aquí me quedo.
La vida es
bella tú verás
como a pesar
de los pesares
tendrás amor
tendrás amigos.
Por lo demás
no hay elección
y este mundo
tal como es
será todo tu
patrimonio.
Perdóname no
sé decirte
nada más
pero tú comprende
que yo aún
estoy en el camino.
Y siempre
siempre acuérdate
de lo que un
día yo escribí
pensando en
ti como ahora pienso.
ESCUCHA
ABANDONADA
Envuelta por
el aire
de la mañana
en fiesta
entre música
voces
alegría y
campanas
olvídate del
nombre
que hasta
ayer te seguía
como una
desventura:
canta juega
sonríe
apuesta a no
acertar
para irte
así habituando
a ese sabor
amargo
que se llama
tristeza
y que
aparece siempre
cuando el
amor se va.
HAZLO AHORA
Muchacha si
le amabas
no te vayas
así di que te esperan
que debes
regresar pero que estás
alegre por
las horas que has vivido
como dentro
de un sueño;
declárale
que a veces pensarás
en su rostro
de lluvia
en sus
papeles o en su fantasía:
hazlo ahora
aún es tiempo
ya que quizá
algún día mientras busques
amparo en
otros brazos
te acuerdes
de él con repentino amor
y no puedas
llorar aunque lo intentes.
VIDA DEL
DELINCUENTE
El hombre
entró en el bar. Yo estaba
repasando
las pruebas de aquel libro
que debía
entregar a mi editora.
Me fijé en
él: muy pulcro y mesurado
pasito corto
y piernas temblorosas;
avanzó hasta
la barra y esperó
sin gestos
ni palabras
la
complacencia de algún camarero.
Perfecto el
tipo: unos cabellos ralos
le cruzaban
la frente cuidados con amor
y él se
ajustaba la chaqueta
como quien
entra al baile.
Camisa a
topos rostro sonrosado
cadena de
oro —me lo sospechaba—
y un aire
del que ha sido
el primero
de clase en su colegio:
siempre
desconfié de gente así.
Pidió agua
mineral con un susurro
y entonces
comprendí: el clásico abstemio
sin duda un
prestamista o un gestor
de la misma
calaña que el loco de Amsterdam
o que el
violador del Mississippi.
Fichado. Ya
tranquilo regresé
a las líneas
del libro hasta escuchar
la voz de mi
editora ante la mesa.
Daba el
brazo a aquel monstruo. ¿Le conoces?
Se sentaron
y hablamos. El era
un hombre
encantador y un buen marido
se hicieron
novios en un parque público
le encantaba
la música… Por fin
pagó y yo
entregué el texto. Cuando se iban
rumor de
adioses y batir de alas.
Desde ese
día mando a mi editora
todas las
correcciones por un propio
y evito
siempre el bar
dando
extraños rodeos igual que un delincuente.
MIENTRAS LOS
AUTOBUSES AQUIETAN LA CIUDAD
De puntillas
llegó y sigilosa ha entrado
cuando tras
ella la ciudad se hundía.
¿Alguien la
habría visto?
Aquí
todo está en
orden y la gente duerme;
y en la
cocina misma los platos están puestos
la cafetera
llena para desayunar.
Se quitó los
zapatos y ha dejado el abrigo
en el
perchero.
Ahora cierra las
puertas
de la sala
de estar y pone un disco.
Tendida en
el sofá sin sueño aún
repasa una vez
más sus sentimientos;
se acaricia
los brazos, las rodillas, el pelo
y empieza a
desvestirse. Como un río
de aguas
tenues la inunda: la ilusión
de una voz
entre otras.
Y se inventa
palabras que
pudieron expresar los momentos
de ternura
que hasta hoy jamás sintió.
Mientras los
autobuses aquietan la ciudad
va cayendo
Albinoni como cayó su ropa
y enciende
un cigarrillo para ambientar así
el aire de
la sala sobre su tibia piel
y se prepara un trago.
Dentro de pocas
horas
todo vuelta
a empezar: bebe a sorbos muy lentos
y sigue
acariciándose.
Al cesar
la música
que ama y cuando acabe el vodka
quedará un
largo viaje hasta la habitación
hasta la
soledad de una cama vacía.
Ya recoge
sus prendas de vestir
y limpia el
cenicero y el vaso bajo el grifo:
todo en
orden.
¿También su
corazón
lleno de
sobresaltos tan recientes?
En el
cristal del baño percibe lo que es:
una absorta
mujer amedrentada
que
descubrió algo tarde la pasión quinceañera.
NIÑO QUE
FUISTE
Niño que
fuiste: ellos mostraron
una cara de
la moneda:
una verde
pradera suave
en la que
todo era festivo
si cumplías
lo que ordenaban.
Tardaste
poco en descubrir
que la otra
cara era afrentosa
y que el
mundo en el que caíste
era un
absurdo hacia la nada.
Niño que
fuiste: no le dejes
ahora que
acaba vuestro tiempo.
Id los dos
juntos al andén
para
emprender el gran viaje.
UNA
REVELACIÓN
Todo lo que
has sentido: todo
lo que
cantaste con palabras
si son sólo
emociones tuyas
—vivencias
tuyas— poco importan.
Porque deseos
y esperanzas
y mal de
amor y sufrimiento
los tienen
muchos. Mas si cuentas
algo que
pueda despertar
una emoción
dormida en otro
—una
revelación entre las líneas—
el poema
termina ahí
en el pecho
sobresaltado
que lo
repite y hace suyo
hasta olvidar
quién lo escribiera.
Entre el
poema y el autor
la primacía
es del poema.
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