LAS CASAS DE LA LUNA INVISIBLE
La Mitología, esa admirable biblia de todas las ciencias tradicionales que encierra bajo el velo trasparente de los símbolos, todas las leyes astrológicas, muestra toda
una serie de diosas lunares poseyendo cada una su propia fisionomía, lo que las relaciona a las diferentes partes de la órbita lunar. Ya hemos ubicado a Ceres en las casas IX y X, y Diana en las XI, XII y XIII. Cada una de esas diosas simboliza una fase determinada de la influencia lunar y la tradición liga las casas XXVIII y I, a las de la Luna invisible, con Hécate, diosa de la Luna infernal. Es la relación más segura, indiscutible, no admitiendo ninguna objeción; la única que la tradición griega nos ha trasmitido, y puede ser que sea la única consciente en la época grecorromana. Las relaciones de Semele, Rhea, Opis, Cibeles, Eileithyea y todas las otras diosas cósmicas, parecen haber sido desconocidas en la época clásica, y Platón, no evita decir que no sabe ¡qué pensar de los escritos más antiguos relativos a la naturaleza de los dioses!.
iCuál era por ejemplo el prototipo celeste de esa Artemisa lunar, contra la que los antiguos golpeaban los calderos y hacía sonar los címbalos y los instrumentos de bronce a fin de neutralizar su poder mágico, temible y malhechor, o bien llamar sus encantos bienhechores contenidos en su luz?.
De ese modo, la primera y última casas lunares son las de Hécate, Luna tenebrosa, La que golpea de lejos, a la que se llama la Triple Hécate, representada con animales. Todo eso que conocemos de esta diosa color sangre, puede ser aplicado por analogía a las personas nacidas con la Luna en estas casas. Ante todo, es el índice de mucha incertidumbre en el curso de la existencia, de sentimientos incomprensibles por parte del mismo sujeto, y de un deseo de afecto raramente satisfecho.
Recordemos que Hécate, hija menor del Sol, ponzoñosa, conocía métodos nocivos, usaba el acónito para desembarazarse de sus adversarios; ella los invita a comidas suculentas y en el postre les ofrece un brebaje sabroso que los hace pasar rápidamente de la vida a la muerte. Ella no vacila en distribuir la muerte, y conoce también, según la mitología, el secreto de las raras mezclas de hierbas que dan alucinaciones a los que las absorben. Y en perfecto acuerdo con esta imagen, esta fase de la Luna astrológica marca una gran fatalidad en la vida que lleva a acontecimientos extraños, poco banales y a veces verdaderamente alucinantes. Algunos temas que el lector encontrara más adelante, confirman esta afirmación de una manera indiscutible.
Pero antes de comenzar el examen de esos temas, que es fácil complementar con muchos otros, se deben aclarar las razones por las cuales la naturaleza particularmente maléfica de la Luna tenebrosa no ha sido puesta en relieve por todos los astrólogos que usan periódicamente la conjunción de los luminares. ¿Cómo es que no se han apercibido de que esta conjunción es fatal?.
Eso proviene ciertamente de muchas razones, de las cuales la principal es que la conjunción es mucho más amplia que las casas de Hécate: se le asigna generalmente a la conjunción de los luminares el orbe de 12° y aun más (P. Choisnard preconiza como otros astrólogos para el Sol un orbe de 17° y para la Luna 13° ), mientras que las casas I y XXVIII se terminan a 8° 30’ del punto exacto de la conjunción, dicho de otro modo, la Luna distante 8º del Sol se encontrará en la II o XXVII casas que poseen ambas una naturaleza maléfica incomparablemente más débiles que las casas de Hécate. Si se admite el orbe de 16° 6 17°, la Luna puede encontrarse aún en las casas lunares XXVI y III cuyas significaciones son diferentes.
Robert Ambelain, en el 3er. Volumen de su “Traite d’Astrologie Esoterique” (P) alarga ese orbe a 22° 30’ y da ocho significaciones diferentes de la conjunción soli-lunar:
La Luna estando a 22°30’ del Sol: Fortuna cambiante. Alternativas del bien y del mal. Carácter irresoluto. Espíritu turbado en tiempos difíciles. Debilidad visual. Tendencia a la rebelión, a la desvergüenza. Numerosos viajes o por lo menos gran tendencia.
La Luna estando a los 18° 45’ del Sol: éxito en los empleos subalternos, Falta de delicadeza de los servidores. Mala salud. Si la luna crece: crecimiento de los bienes. Si no: mala influencia de las mujeres; molestias por la madre o la esposa. Peligro por el agua.
La Luna estando a 16° 52’ del Sol: Tendencia al desengaño o a las mentiras. Indiscreciones cometidas o soportadas que traerán numerosas molestias. Ruptura de los compromisos y de las asociaciones. Variaciones de fortuna, sucesión de buenos y males días. Engaños de mujeres o servidores. Evitar la muchedumbre.
La Luna estando a 15° del Sol: Buen espíritu, bonachón y afable. Buen entendimiento con las mujeres si la Luna crece. Posibilidades felices en la vida. Si la Luna decrece, por el contrario, la segunda parte de la vida será menos feliz que la primera. Suerte en el juego. Consideración del prójimo. Gusto en llamar la atención.
La Luna estando a 11° del Sol: Fortuna cambiante. Situación inestable. Alternativa de pérdidas y ganancias. Nerviosismo, febrilidad. Numerosos obstáculos en los proyectos. Reveses incesantes. Envidiosos y celosos buscarán molestarlo. Posible gusto en llamar la atención.
La Luna estando a 8° del Sol (.position llamada “combusta”): Adversidad en la vida. Disminuyen las posibilidades felices prometidas por los otros elementos del horóscopo. Aumenta el peligro de malos presagios. Refuerza el rol de los_planetas maléficos en el tema. Desentendimiento en el casamiento. Dificultades para legalizar empresas. Infortunio conyugal, divorcio o viudez. Salud movediza. Debilidad visual. Peligros por el agua (ahogo o resfrío). Situaci6n quebrada. Si la Luna crece, los malos augurios estarán atenuados. En casa angular, se agravan.
La Luna estando a 1° del Sol (position llamada “Cazimi”): Palabras o escritos suscitantes de polémicas. Favor de personas influyentes. Posición retardada. Obstáculos en el éxito, que se vencerán. Posibilidad de buena unión y además feliz, sobre todo si la Luna es creciente. Esperanzas de fortuna que se realizaran. Alegrías familiares. Unión precoz. Posible hijo natural o adulterio para una mujer.
La Luna estando conjunta a 0° del Sol (posición llamada “al corazón”): Misterios y secretos en relación con la casa del tema donde ha tenido lugar la conjunción. Espíritu cerrado, sombrío, carácter extravagante. Tendencia al rencor y a la violencia contenida. Espíritu orientado a la venganza paciente. Peligro proveniente por odio femenino. Enemigos del sexo opuesto. En un tema femenino, amenaza de seducción y abandono. Ardides y calumnias. Esperanzas quiméricas. Éxito tardío en el final de la vida. Maleficiados por los maléficos. Los dos luminares presagian entonces: oscurecimiento de facultades, inconsciencia o inmoralidad. En casa angular: peligro por veneno o prácticas ocultas (hipnosis, filtros, hechizos, etcétera…
Entonces, las casas lunares próximas al punto de la conjunción luminar permiten discriminar en varias partes a esta conjunción, de cuya veracidad no se ha dudado hasta ahora, ya que la mayoría de los astr61ogos reconocen que en la conjunci6n solar la fase del corazón del Sol que es la fase de la conjunción real de los discos), la de cazimi (a 1°) y la de la combustión (que cambia frecuentemente la naturaleza de los planetas en proximidad solar).
Es curioso subrayar que la tradición coloca la combustión a 8° del Sol, lo que coincidiría con los limites de las cases de Hécate cuando se trate de las conjunciones de los luminares —aplicando esas fases a todos los planetas y no solamente a la conjunción del Sol y de la Luna—. Evidentemente, esas fases actualmente reconocidas provienen de múltiples razones, comprendido el planeta inframercuriano Vulcano, pero en el caso de conjunción de los luminares, el rol de las casas lunares me parece indiscutible. Por otra parte, esta conjunción es mucho más misteriosa que todas las otras.
Si por ejemplo, en el caso de la conjunción del Sol con Marte, es difícil, si no imposible, encontrar en la literatura astrológica dos opiniones diferentes, las apreciaciones de los astrólogos en el caso del efecto de la conjunción de los luminares son muy imprecisas, contradictorias y personalistas. Alcanza con hojear tres o cuatro tratados de Astrología para ver que se dedica mucho menos espacio a esta configuración que a las otras, siendo que el rol de ésta debería ser lógicamente más grande que cualquier otra. Muy a menudo se tiene la impresión que los autores de esta cuestión rozan la superficie sin profundizar.
Sin embargo, en todas las épocas los astrólogos se han percatado, sin osar precisarlo, el rol desfavorable de la conjunción de los luminares. G. Muchery dice, por ejemplo, que “la conjunción de los luminares aconseja la prudencia con relación a la casa (solar), en la cual se produjo la conjunción”. H. J. Gouchon que considera esta conjunción como benéfica (probablemente sin haber tenido el tiempo o la ocasión necesaria para estudiarla), agrega “que es necesario sin embargo hacer grandes reservas en cuanto a la Luna, ya que aquí, sobre todo si hay eclipse, la vista es generalmente defectuosa y la salud menos buena. En una estadística sumaria hemos constatado que la posición de la Luna en la proximidad del Sol (hasta 20-25°) no parece propicia a la longevidad…”.
En esta estadística, cuyo orbe considerado sobrepasa largamente el de la conjunción, H. J. Gouchon se aventura sin saberlo en el dominio de la Astrología Lunar (que él ni siquiera ha mencionado en su “Dictionnaire”) y alarga el orbe de influencia desvitalizante de la Luna invisible, ya que los astrólogos desde la más alta antigüedad saben que la conjunción con el Sol, hace una constitución débil y enfermiza, y que la vida es generalmente breve si ella es regente del Ascendente.
Ed. Symours en su estudio sobre “La Combustión” constata también experimentalmente, que “la conjunción de los luminares parece nefasta sobre todo a poca distancia” para la longevidad, que ella es netamente peligrosa encontrándose a menudo en los temas de muertes violentas, que ella parece perjudicar las facultades del hombre de acción y que es netamente hostil a la celebridad.
Debo anotar que no poseo más que un solo tema de creador teniendo a Hécate. Es Maurice Ravel nacido en Ciboure (Pirineos), el 7 de marzo de 1875, 22 horas. Parece que su rol fue particularmente trágico, ya que el músico, adoleciendo de un misterioso tumor cerebral, no pudo componer durante los últimos años de su vida, y que murió de una operación tentada “para aliviar su depresión nerviosa” (justo en el momento en que la Luna por dirección simbólica queda conjunta a Plutón).
Los eclipses no son otra cosa más que la acentuación de esta fatalidad de la Luna negra. Sabemos que los eclipses de los luminares que se producen en los ángulos de un tema son peligrosos. Cada astrólogo repite, después de Ptolomeo, esta regla, pero es fácil constatar que las conjunciones de los luminares juegan un rol análogo, pero mucho más débil. Gastón Doumergue, ¿no ha sido obligado a abandonar el poder a continuación de la lunación del 7 de noviembre de 1934, que tuvo lugar en oposici6n al Ascendente y en cuadratura al Sol en su tema natal?
La segunda razón por la cual la naturaleza de la conjunción de los luminares (o si la distancia de la Luna al Sol no sobrepasa los 8°, las casas de Hécate) no ha sido comprendida totalmente, es la de la separación de los luminares por otro planeta, un nodo lunar o aun el Parte de la Fortuna. Un punto que se intercala entre los luminares destruye generalmente la fatalidad de esa configuración. Así, por ejemplo, la reina Victoria tenía en el momento del nacimiento una conjunción muy estrecha de los luminares, en el medio de la cual se encontraba el Parte de la Fortuna que “cortó”, por decir así, esa conjunción.
Este corte no es propio a la conjunción de los luminares, ya que se lo constata en toda triple conjunción, aunque esta particularidad sea poco conocida. Cuando, por ejemplo, la Luna se encuentra a 2° Aries, Neptuno a 4° Aries y Marte a 6° Aries, no se constata demasiado la influencia de la conjunción Luna-Marte, aunque la declinación y la latitud parecen jugar un gran rol.
Es a esta separación de los luminares por un punto cualquiera, que hay que relacionar el 18° aforismo de C. Ptolomeo, concebido así:
“El que tenga en el Ascendente de su natividad un planeta benéfico y los dos luminares (Sol y Luna) colocados en el mismo grado del signo, será extraordinariamente feliz en todo lo que iniciara. Será lo mismo, si los dos luminares están situados en oposición, uno en el ascendente y otro en la VII casa. Pero si un planeta maléfico ocupa el Ascendente, es un presagio de extremo infortunio…”.
Pasando a la demostración de la naturaleza nefasta de las casas de Hécate, debemos decir que aunque esas dos casas encarnan la idea de la fatalidad que golpea en el momento en que menos se espera, hay una gran diferencia entre la casa I y la casa XXVIII. La XXVIII es más desfavorable para la salud que la I y la tradición afirma que un niño que nazca bajo esa influencia estará gravemente enfermo durante los 7 primeros años de su vida y su enfermedad puede ser mortal. La enfermedad que se declare cuando la Luna progrese en esa casa es igualmente peligrosa y se necesitan cuidados inmediatos.
Por otra parte, la fatalidad encarnada por Hécate parece manifestarse con más fuerza cuando se trata de la Luna Menguante (o dicho de otro modo, de la XXVIII casa lunar), que cuando la Luna es creciente. Muchas razones y observaciones me impulsan a pensar que la XXVIII casa lunar es todavía más nefasta que la I.
En el caso de la I casa lunar, debemos agregar que si el Sol se encuentra en la VI casa solar y la Luna en la VII, eso presagia, según la tradición, el peligro de asma, de pequeña viruela y de enfermedades del hígado.
Si una configuración contraria ha tenido lugar, es decir que la Luna progresa dentro de la casa lunar XXVIII y ocupa la VI casa solar, mientras que el Sol está en la VII, eso indica el retardo matrimonial a causa de orgullo, así como las enfermedades de los ojos.
El conjunto del tema horoscópico, la disposición general de los planetas, la casa solar y aun la morada en las cuales se ubica la Luna tenebrosa, determinan el dominio donde se manifestará la naturaleza maléfica de las casas de Hécate. Nuestra serie de horóscopos puede dar una idea de las variedades de esas manifestaciones.
El primer tema de esta serie es el de Landrú, tema celebre, por así decir, ya que ha sido publicado muchas veces, pero que es característico por la influencia de la Luna negra. Se ha tentado muchas veces representar al Barba-Azul moderno como un frio calculador comentando sus crímenes únicamente para apropiarse de las economías de sus “novias”; luego, Hécate, en XII casa solar, la del subconsciente, denota un siquismo enfermizo, inconexo, anormal, yendo hasta el sadismo.
“El análisis más rápido permite constatar las cualidades particularmente brillantes del “nativo, reveladas por el magnífico agrupamiento de seis planetas en Aries.” Dice sobre este caso el lamentado Sylv. Trébucq. Y Continúa:
“El Sol, en exaltación en ese signo, está realmente rodeado de astros benéficos, en aspectos muy favorables, por un lado por Saturno, por el otro con Marte.”
Como Sylv. Trébucq, todos los astrólogos que han analizado el tema, estuvieron perplejos delante del numero de buenas configuraciones que contiene. Es que Hécate los cubre a todas con su sombra siniestra. Interpretemos, a título de curiosidad, las indicaciones dadas por la position de la Luna en el Zodiaco. Landrú tenía su Luna en 24° 15’ Aries, por lo tanto en la 2ª morada, la del coraje y de la voluntad de dirigir su vida por la reflexión. La XII casa solar, la del crimen, muestra bien en qué dirección se ejerce la voluntad.
La interpretación hindú de esta morada subraya sobre todo la suerte en la vida, y nosotros vemos que Landrú ha conseguido cometer sus crímenes durante una larga serie de años (desde 1902 aproximadamente hasta 1921) sin estar inquieto, ni ser sospechado.
En el sistema chino, esta morada es el índice del peligro por acciones imprudentes que como el anzuelo o la trampa, paralizan la libertad del sujeto. La casa solar XII es la de los crímenes y las prisiones, la Luna esta conjunta a la vez al Sol. Regente de la V casa solar, la de los amores, y a Júpiter, que gobierna la VIII, la de la muerte, y esas indicaciones señalan que las acciones están ligadas con los amores y la muerte y que la libertad será paralizada por el arresto o la prisión.
Esta aplicación de las significaciones de la II morada en el horóscopo de Landrú puede servir de ejemplo para la utilización práctica de esta división zodiacal.
Antes de pasar al tema siguiente, notemos que la Luna en la casa lunar I y en el signo de Aries, se encuentra en el tema de Isadora Duncan, muerta estrangulada por su echarpe, se encuentra en el de una persona muerta quemada, en un minero que falleció en una catástrofe minera, etcétera….
Nuestro segundo tema es el de la esposa de un alto magistrado, casada a la edad de 19 años, en 1910. El año siguiente nace un niño que no vive más de quince meses. En 1914, su marido parte a la guerra y su vida conyugal, de esta manera, se deshace, ya que de retorno del frente, el marido no reasume sus deberes conyugales. Marcado por la triple conjunción de Neptuno, Plutón y Marte, su marido tiene abiertamente varias relaciones; la nativa reunió con la mira puesta en el divorcio las pruebas de trece relaciones sucesivas.
A la edad de 31 anos, ella encuentra un afecto sincero que dura más de doce años. Pero un escándalo la hace sufrir muy en especial entre los 36 y 37 años.
Hasta ese momento, no nos mantenemos en el dominio de la existencia más o menos banal que encuadra perfectamente con todos los factores horoscópicos conocidos sin que sea necesario de introducir la influencia de Hécate. Pero a la edad de 40 años, comienza una verdadera novela de aventuras, un film de horror.
Atraída después de largo tiempo por el ocultismo y el siquismo, ella conoce por esa época a un mago hindú, hipnotizador de cierta enjundia, con 21 años más que ella. Por curiosidad se presta como médium en sus experiencias y rápidamente él toma un poder tal sobre ella, que dos años más tarde, después de muchas tentativas de ruptura, parte en pleno invierno, sin abrigos, y en estado de trance, saca un boleto para una ciudad desconocida para ella, a fin de reunirse con él; él la esperaba en la estación.
Es esta relación con el hindú la que provoca la ruptura con su amigo, y trasforma su vida en esclavitud física y moral.
Este tema prueba que la acción maléfica de la Luna negra no ha sido disminuida por su exaltación en el signo de Tauro, ya que nosotros tenemos aquí un destino particularmente desgraciado, humillante y penoso. La discreción profesional no me permite aportar otras precisiones. En el tema Nº 163 de “Krankhit ud Tod in Horoskop”, una posición análoga de la Luna, no impidió la muerte a la edad de seis meses y en el tema Nº 225 de la misma colección, esta configuración tuvo un gran relieve en el desarrollo de un cáncer que concluyó en la muerte. En mis temas personales, la conjunción de los luminares en la casa X, en semi-sextil con Venus, regente de esta casa, no resguardó al nativo de la ruina completa. Y esos ejemplos pueden ser multiplicados al infinito.
Entre las personalidades conocidas, encontramos a Hécate en el signo de Tauro en el tema del príncipe Starhemberg, antiguo dictador militar de Austria, y como la Luna gobierna I a IV casa solar, la del fin de la vida, ella será ciertamente trágica, a consecuencia de su propia testarudez (dependiendo del signo de Tauro y de la 1ª casa solar donde se encuentra la Luna tenebrosa). El debió temer seriamente el asesinato facilitado por la traición de sus amigos.
Nuestro tercer tema es el de una mujer perteneciente a una de las mejores familias coloniales, pero teniendo sangre negra en sus venas, lo que debía suscitar fatalmente el odio y la envidia de parte de ciertos negros que no podían perdonarle el haberse elevado al rango blanco. Aunque sea la IV y no la V morada donde se encuentre Hécate, que tiene una naturaleza “mágica” determinada, las prácticas mágicas jugaron un gran rol en este destino, (pueda ser a causa de Neptuno en el Medio cielo y Urano en el Ascendente). Su madre falleció a continuación de un hechizo; la enfermedad excesivamente corta no fue diagnosticada por los médicos, que consideraban remedios negros desconocidos por la ciencia, y después de su muerte, se encontró en el jardín un corazón podrido de ternero, atravesado por agujas y envuelto en un lienzo que le había pertenecido. Muchas veces, la nativa misma fue objeto personal de hechizos, y hay lugar a creer que ella también usaba esos recursos poco loables.
La presencia de Hécate en la casa solar X, la de la posición social y económica, debía fatalmente producir la decadencia, pero debemos decir que la existencia de la nativa ha sido siempre desgraciada, sin cesar ensombrecida por molestias de todo tipo.
Pertenece por su nacimiento a una familia muy rica y su situación fue mejorada aun más por su casamiento. Calles y villas llevan aun el nombre de su marido. Después de la muerte de éste, se encontró a la cabeza de una de las fortunas más grandes de la colonia en donde ella vivía. Pero instalada en Europa, vio liquidada poco a poco esta fortuna. Según ella, ciertos parientes serian los responsables (la presencia de Venus, que gobierna simultáneamente las casas III y X en XII, muestra lo bien fundado de estas acusaciones). Recordemos que los árabes afirman la influencia desfavorable de la morada V, que contiene la Luna, a toda suerte de asociaciones, tal como la nativa en cuestión, cuya fortuna comenzó a liquidarse a partir del momento en que ella ligó sus intereses con los de un pariente lejano. Ahora lleva una existencia miserable, llena de privaciones.
Recordemos que Ch. Carter publico en la página 78 de “Astrology of Accidents” el tema de una persona fallecida a causa de golpes y que el tema Nº 208 de “Krankheit und Tod im Horoskop” es la de una mujer fallecida a causa de un cáncer, y esos dos temas pertenecen a nativas con Hécate en Géminis.
Por otra parte, no importando en que signo zodiacal esté, Hécate parece predisponer al cáncer, cuando no provoca una muerte violenta.
Agreguemos que ciertos autores afirman que la conjunción de los luminares en Géminis hace al nativo astuto, sarcástico y poco escrupuloso, —lo que no se puede explicar más que por la naturaleza de Hécate—.
Con nuestro cuarto ejemplo, entramos en el signo de Cáncer.
Me es difícil presentar muchos detalles acerca de esta persona, nacida en 1878, ya que conozco de ella solamente un episodio de su destino, ciertamente influenciado por la presencia de Hécate en la casa XII, la más infortunada de todas las casas solares.
Después de una larga enfermedad, en el comienzo de marzo de 1929, los médicos constatan la muerte y dan el permiso de inhumación. El 4 de marzo, después del servicio fúnebre, el cortejo entró al cementerio, cuando se oyeron viles golpes y gritos que provenían del interior del féretro. Es uno de los raros casos de despertar a último momento (ya que la ciencia admite que los enterrados vivos son relativamente numerosos).
En 1935, es decir, seis anos después de su entierro, esta persona estaba bien viva aun…
Los temas publicados conteniendo a Hécate en Cáncer son numerosos y entre ellos encontramos el de la señora Lindberg, el secuestro de su hijo es demasiado conocido para recordarlo, y dos casos de locura citados por el doctor Breteche. Mi colección personal contiene una docena de temas inéditos, de los cuales el más interesante, desde el punto de vista de la fatalidad de Hécate, es ciertamente el de un oficial de marina nacido en Varna (Bulgaria), el 4 de julio (calendario Francés) 1883 a la 1h07 de la tarde (tiempo local). Ese tema contiene en la casa solar IX (la de los viajes) la conjunción de la Luna (a 10°03’ de Cáncer), del Sol (a 12°05’11”) y de Júpiter (a 12° 57’ del mismo signo), configuración que nueve astrólogos sobre diez interpretarán como feliz ya que Júpiter está exaltado y ese grupo astral recibe el sextil de Urano de la casa XL Luego el 27 de enero de 1907, hacia las 7h. de la tarde, en el curso de una travesía de Bulgaria a Odessa, este nativo mató en presencia de muchos testigos, a su mejor amigo.
Los temas de Hécate en Leo abundan y prueban que la fatalidad de esta fase lunar no está disminuida para nada por la presencia solar en su propio signo. Al contrario, la naturaleza ígnea de Leo parece casi siempre participar en el suceso mas saliente provocado por la Luna tenebrosa. El tema siguiente contiene el planteo astral del aviador Fronval, muerto carbonizado, y la presencia de Hécate en la casa IV, la del fin de la vida, es característico de este punto de vista.
Notemos a ese propósito, que esta posición de Hécate en la casa VI (solar) es un gran peligro para la sucesión paterna. He observado muchas veces que una empresa Industrial floreciente bajo la dirección del padre, comienza a decaer desde que el nativo se posesiona de la herencia y finalmente, después de inútiles luchas, fracasa estruendosamente. Esta observación se relaciona con cualquier signo y no con Leo.
Se puede creer que esta configuración obra no solamente en ese sentido en los temas de natividad, sino también en los horóscopos de cosas. Más adelante, el lector encontrara el tema de la botadura del más grande paquebote alemán “Europa”, según una revista alemana (“Die Astrologie”, n9 de setiembre 1928). Ese tema está establecido para el 15 de agosto de 1928, 5h 15 de la tarde.
Como se recuerda, ese paquebote que debía trasportar 46.000 toneladas y ser el más lujoso, el más rápido navío del mundo, fue totalmente hundido en la noche del 25 al 26 de marzo de 1929, en Hamburgo, por un incendio que duró 24 horas, y que la encuesta atribuyó a un atentado criminal.
Hécate confirma esta acusación: ella se encuentra en la VIII casa solar, la de la muerte, y la Luna gobierna la VII, la de los enemigos. Además, el Sol esta exaltado en el signo de la casa III, que indica los vecinos y los competidores. Se puede suponer de acuerdo a esas indicaciones, que los incendiarios obraron por cuenta de una compañía competidora.
Notemos que el tema del lanzamiento del Normandie, dado por H, J. Gouchon en su “Dictionnaire Astrologique”, pág. 110, contiene igualmente a Hécate en la VIII casa solar, pero en el signo de Escorpio y no en el de Leo. Siendo un signo de agua, Escorpio amenaza en esta carta, sobre todo de hundimiento. Ya el 22 de junio de 1936, la caída de un hidroavión inglés sobre el puente del Normandía, ha demostrado que los astros no le son muy favorables, lo que fue nada más que el primer aviso del destino que presagiaba el fin lamentable de ese paquebote, el orgullo de la marina francesa. Remarquemos que la conjunción de los luminares parece tener una relación estrecha con los accidentes de aviación y en la lista de ocho accidentes dados por “Demain” (nº del 21 de abril 1936, pags. 491-492), habiéndose producido tres de ellas en el momento de la conjunción, lo que da un porcentaje muy elevado.
Evidentemente, no se puede decir que Hécate en Leo provoca siempre el fin por el fuego, pero el Sol en su propio domicilio no disminuye para nada el maleficio de esas casas lunares. Francisco José, emperador de Austria, que tenia la Luna en 22° 29’ y el Sol en 24° 47’ de Leo, no pereció por muerte violenta, pero su reinado fue el más trágico de toda la dinastía de los Habsburgo, ya que vio morir en condiciones dramáticas a todas las personas próximas y asistió al derrumbe de todas sus esperanzas.
Si los signos propios de la Luna y del Sol no disminuyen la fatalidad que lleva la sombría diosa de la Luna infernal, es normal que los otros signos zodiacales no cambien nada la naturaleza maléfica de las casas lunares I y XXVIII.
Louis Barthou, asesinado en Marsella el 9 de octubre de 1934, tenia Hécate dividida entre los signos de Leo y Virgo.
El tema Nº 6 de Ch. Carter, “Astrology of accidents”, teniendo la Luna en la casa lunar I, en Virgo, es el de una mujer quemada. “Krankheit und Tod im horoskop” contiene dos temas de locura en el signo de Virgo (temas Nº 273 y 325).
El tema N° 58 de la misma colección, que es el de una víctima de accidente ferroviario, está marcado por Hécate Libra.
Esta fase lunar en Escorpio es netamente perjudicial a la mujer en sus afectos.
En fin, los temas en apoyo de esta tesis, no faltan, y nosotros encontramos la diosa sangrante tanto en el tema del “descarrilador de trenes” Sylvester Matuska (Hécate en Acuario), como el de un caso de sensualidad precoz y en aquellos de muerte violenta.
En sus comentarios sobre el horóscopo de S. Matuska, Conrad Moricand dijo que la estrecha conjunción de los luminares en Acuario “indica siempre una hipertrofia enfermiza del Yo, de tal modo desproporcionada, que confina a la congestión de luz, es decir a la locura …”
El estudio atento de las personas con Hécate en cualquier signo del zodiaco, permite siempre encontrar una anomalía o una excentricidad síquica cualquiera, aún cuando a primera vista, esas personas parecen muy normales y sanas. Ya hemos dicho antes, al comienzo del estudio de Hécate, que ella confiere sentimientos incomprensibles para el sujeto mismo; luego esos sentimientos oscuros y las tendencias subconscientes engendradas por ellos se manifiestan siempre tarde o temprano en la vida, sea por una inconducta pasajera, sea por un vicio escondido (como en Landrú y Matuska). La luna gobierna la noche en general; Hécate simboliza las tinieblas que esconden alguna cosa vergonzosa o enfermiza, y tal como en los Cathares, el Sol representaba “la razón aclarada”, Hécate lleva a justificar, por razonamientos, las tendencias anormales. El trazo común entre todas las personas señaladas por la I y la XXVIII casa lunar, es su amoralidad, por lo menos en alguna cuestión. Las tinieblas de Hécate ensombrecen, por así decir, la razón solar.
Eso explica por qué, por ejemplo, encontramos a Hécate en Leo en un tema de lesbiana, de acuerdo a la colección de Ch. de Herbais de Thun.
Nos parece que la Luna Menguante o la XXVIII casa lunar obra más fuertemente sobre el siquismo y la amoralidad que la I, pero el número de observaciones no está todavía suficientemente numeroso para permitirnos anunciar esta observación como una regla.
Muy a menudo, el carácter más o menos patológico de Hécate aparece tan poco en la vida corriente, que a primera vista la persona parece muy razonable, reservada, fría, aun sin impulsos sentimentales, Ese carácter escondido de Hécate explica por qué C. E. Q. Carter dice sobre el tema de la conjunción de los luminares en el signo de Acuario, que ella marca un “espíritu frio”, caprichoso e incierto, viviendo en la soledad, exteriorizándose muy difícilmente, no llegando a adaptarse, su interés quedando concentrado únicamente sobre si mismo… “Estando el espíritu oprimido, a menudo sin darse cuenta, por sentimientos incomprendidos que surgen a la superficie, si se llega a expresarlos conscientemente, guardan en sí siempre alguna cosa anormal o de amoralidad.”
Este estado de cosas que hace a las personas que poseen a Hécate, unos enfermos deseados por el psicoanálisis, las trasforma evidentemente en personas desgraciadas, como todas las personas que poseen deseos insaciados. Janduz ha publicado el tema de una mujer que pretendía sentir horror por las relaciones sexuales, que ella comparaba al acoplamiento de las bestias, lo que no la impedía darle sus días a cuatro hijos, pero que tenía por otra parte, ciertas “curiosidades platónicas viciosas y verbales sobre las fantasías eróticas, las prostituidas y las invertidas”. Esta mujer tenía a Hécate en Sagitario “cortado” por Mercurio, lo que disminuyo considerablemente su fuerza. Se puede suponer que sin este “corte”, sus curiosidades no serian platónicas.
En suma, al costado de la fatalidad de la vida, Hécate tiene una fuerte acción psicológica. A veces esos dos extremos de su influencia están ligados entre ellos y forman un todo. A veces ellos parecen disociados. La labor del astrólogo es determinar sus relaciones en cada caso particular.
Se relaciona generalmente a la Luna, el XV arcano del Tarot —La Casa de Dios, una de las más siniestras láminas, sin precisar a qué aspecto de la Luna se refiere. Tenemos todas razones para creer que se trata aquí de Hécate, ya que ella provoca el hundimiento en las cosas de la casa solar donde se coloca,— el hundimiento parecido en todos los puntos de vista a la imagen de una torre bombardeada, decapitada por la pólvora—.
Tales son las deducciones del estudio de la Luna tenebrosa, diosa infernal. Ella cabalga por el mundo, dejando detrás de sí señales de sangre y no podemos terminar este estudio sin citar el viejo encantamiento:
“¡Que el espíritu de Lilith no te toque para nada!.. Siendo Lilith para los Hebreos, la encarnación de la misma fuerza que Hécate en Grecia.
iCuál era por ejemplo el prototipo celeste de esa Artemisa lunar, contra la que los antiguos golpeaban los calderos y hacía sonar los címbalos y los instrumentos de bronce a fin de neutralizar su poder mágico, temible y malhechor, o bien llamar sus encantos bienhechores contenidos en su luz?.
De ese modo, la primera y última casas lunares son las de Hécate, Luna tenebrosa, La que golpea de lejos, a la que se llama la Triple Hécate, representada con animales. Todo eso que conocemos de esta diosa color sangre, puede ser aplicado por analogía a las personas nacidas con la Luna en estas casas. Ante todo, es el índice de mucha incertidumbre en el curso de la existencia, de sentimientos incomprensibles por parte del mismo sujeto, y de un deseo de afecto raramente satisfecho.
Recordemos que Hécate, hija menor del Sol, ponzoñosa, conocía métodos nocivos, usaba el acónito para desembarazarse de sus adversarios; ella los invita a comidas suculentas y en el postre les ofrece un brebaje sabroso que los hace pasar rápidamente de la vida a la muerte. Ella no vacila en distribuir la muerte, y conoce también, según la mitología, el secreto de las raras mezclas de hierbas que dan alucinaciones a los que las absorben. Y en perfecto acuerdo con esta imagen, esta fase de la Luna astrológica marca una gran fatalidad en la vida que lleva a acontecimientos extraños, poco banales y a veces verdaderamente alucinantes. Algunos temas que el lector encontrara más adelante, confirman esta afirmación de una manera indiscutible.
Pero antes de comenzar el examen de esos temas, que es fácil complementar con muchos otros, se deben aclarar las razones por las cuales la naturaleza particularmente maléfica de la Luna tenebrosa no ha sido puesta en relieve por todos los astrólogos que usan periódicamente la conjunción de los luminares. ¿Cómo es que no se han apercibido de que esta conjunción es fatal?.
Eso proviene ciertamente de muchas razones, de las cuales la principal es que la conjunción es mucho más amplia que las casas de Hécate: se le asigna generalmente a la conjunción de los luminares el orbe de 12° y aun más (P. Choisnard preconiza como otros astrólogos para el Sol un orbe de 17° y para la Luna 13° ), mientras que las casas I y XXVIII se terminan a 8° 30’ del punto exacto de la conjunción, dicho de otro modo, la Luna distante 8º del Sol se encontrará en la II o XXVII casas que poseen ambas una naturaleza maléfica incomparablemente más débiles que las casas de Hécate. Si se admite el orbe de 16° 6 17°, la Luna puede encontrarse aún en las casas lunares XXVI y III cuyas significaciones son diferentes.
Robert Ambelain, en el 3er. Volumen de su “Traite d’Astrologie Esoterique” (P) alarga ese orbe a 22° 30’ y da ocho significaciones diferentes de la conjunción soli-lunar:
La Luna estando a 22°30’ del Sol: Fortuna cambiante. Alternativas del bien y del mal. Carácter irresoluto. Espíritu turbado en tiempos difíciles. Debilidad visual. Tendencia a la rebelión, a la desvergüenza. Numerosos viajes o por lo menos gran tendencia.
La Luna estando a los 18° 45’ del Sol: éxito en los empleos subalternos, Falta de delicadeza de los servidores. Mala salud. Si la luna crece: crecimiento de los bienes. Si no: mala influencia de las mujeres; molestias por la madre o la esposa. Peligro por el agua.
La Luna estando a 16° 52’ del Sol: Tendencia al desengaño o a las mentiras. Indiscreciones cometidas o soportadas que traerán numerosas molestias. Ruptura de los compromisos y de las asociaciones. Variaciones de fortuna, sucesión de buenos y males días. Engaños de mujeres o servidores. Evitar la muchedumbre.
La Luna estando a 15° del Sol: Buen espíritu, bonachón y afable. Buen entendimiento con las mujeres si la Luna crece. Posibilidades felices en la vida. Si la Luna decrece, por el contrario, la segunda parte de la vida será menos feliz que la primera. Suerte en el juego. Consideración del prójimo. Gusto en llamar la atención.
La Luna estando a 11° del Sol: Fortuna cambiante. Situación inestable. Alternativa de pérdidas y ganancias. Nerviosismo, febrilidad. Numerosos obstáculos en los proyectos. Reveses incesantes. Envidiosos y celosos buscarán molestarlo. Posible gusto en llamar la atención.
La Luna estando a 8° del Sol (.position llamada “combusta”): Adversidad en la vida. Disminuyen las posibilidades felices prometidas por los otros elementos del horóscopo. Aumenta el peligro de malos presagios. Refuerza el rol de los_planetas maléficos en el tema. Desentendimiento en el casamiento. Dificultades para legalizar empresas. Infortunio conyugal, divorcio o viudez. Salud movediza. Debilidad visual. Peligros por el agua (ahogo o resfrío). Situaci6n quebrada. Si la Luna crece, los malos augurios estarán atenuados. En casa angular, se agravan.
La Luna estando a 1° del Sol (position llamada “Cazimi”): Palabras o escritos suscitantes de polémicas. Favor de personas influyentes. Posición retardada. Obstáculos en el éxito, que se vencerán. Posibilidad de buena unión y además feliz, sobre todo si la Luna es creciente. Esperanzas de fortuna que se realizaran. Alegrías familiares. Unión precoz. Posible hijo natural o adulterio para una mujer.
La Luna estando conjunta a 0° del Sol (posición llamada “al corazón”): Misterios y secretos en relación con la casa del tema donde ha tenido lugar la conjunción. Espíritu cerrado, sombrío, carácter extravagante. Tendencia al rencor y a la violencia contenida. Espíritu orientado a la venganza paciente. Peligro proveniente por odio femenino. Enemigos del sexo opuesto. En un tema femenino, amenaza de seducción y abandono. Ardides y calumnias. Esperanzas quiméricas. Éxito tardío en el final de la vida. Maleficiados por los maléficos. Los dos luminares presagian entonces: oscurecimiento de facultades, inconsciencia o inmoralidad. En casa angular: peligro por veneno o prácticas ocultas (hipnosis, filtros, hechizos, etcétera…
Entonces, las casas lunares próximas al punto de la conjunción luminar permiten discriminar en varias partes a esta conjunción, de cuya veracidad no se ha dudado hasta ahora, ya que la mayoría de los astr61ogos reconocen que en la conjunci6n solar la fase del corazón del Sol que es la fase de la conjunción real de los discos), la de cazimi (a 1°) y la de la combustión (que cambia frecuentemente la naturaleza de los planetas en proximidad solar).
Es curioso subrayar que la tradición coloca la combustión a 8° del Sol, lo que coincidiría con los limites de las cases de Hécate cuando se trate de las conjunciones de los luminares —aplicando esas fases a todos los planetas y no solamente a la conjunción del Sol y de la Luna—. Evidentemente, esas fases actualmente reconocidas provienen de múltiples razones, comprendido el planeta inframercuriano Vulcano, pero en el caso de conjunción de los luminares, el rol de las casas lunares me parece indiscutible. Por otra parte, esta conjunción es mucho más misteriosa que todas las otras.
Si por ejemplo, en el caso de la conjunción del Sol con Marte, es difícil, si no imposible, encontrar en la literatura astrológica dos opiniones diferentes, las apreciaciones de los astrólogos en el caso del efecto de la conjunción de los luminares son muy imprecisas, contradictorias y personalistas. Alcanza con hojear tres o cuatro tratados de Astrología para ver que se dedica mucho menos espacio a esta configuración que a las otras, siendo que el rol de ésta debería ser lógicamente más grande que cualquier otra. Muy a menudo se tiene la impresión que los autores de esta cuestión rozan la superficie sin profundizar.
Sin embargo, en todas las épocas los astrólogos se han percatado, sin osar precisarlo, el rol desfavorable de la conjunción de los luminares. G. Muchery dice, por ejemplo, que “la conjunción de los luminares aconseja la prudencia con relación a la casa (solar), en la cual se produjo la conjunción”. H. J. Gouchon que considera esta conjunción como benéfica (probablemente sin haber tenido el tiempo o la ocasión necesaria para estudiarla), agrega “que es necesario sin embargo hacer grandes reservas en cuanto a la Luna, ya que aquí, sobre todo si hay eclipse, la vista es generalmente defectuosa y la salud menos buena. En una estadística sumaria hemos constatado que la posición de la Luna en la proximidad del Sol (hasta 20-25°) no parece propicia a la longevidad…”.
En esta estadística, cuyo orbe considerado sobrepasa largamente el de la conjunción, H. J. Gouchon se aventura sin saberlo en el dominio de la Astrología Lunar (que él ni siquiera ha mencionado en su “Dictionnaire”) y alarga el orbe de influencia desvitalizante de la Luna invisible, ya que los astrólogos desde la más alta antigüedad saben que la conjunción con el Sol, hace una constitución débil y enfermiza, y que la vida es generalmente breve si ella es regente del Ascendente.
Ed. Symours en su estudio sobre “La Combustión” constata también experimentalmente, que “la conjunción de los luminares parece nefasta sobre todo a poca distancia” para la longevidad, que ella es netamente peligrosa encontrándose a menudo en los temas de muertes violentas, que ella parece perjudicar las facultades del hombre de acción y que es netamente hostil a la celebridad.
Debo anotar que no poseo más que un solo tema de creador teniendo a Hécate. Es Maurice Ravel nacido en Ciboure (Pirineos), el 7 de marzo de 1875, 22 horas. Parece que su rol fue particularmente trágico, ya que el músico, adoleciendo de un misterioso tumor cerebral, no pudo componer durante los últimos años de su vida, y que murió de una operación tentada “para aliviar su depresión nerviosa” (justo en el momento en que la Luna por dirección simbólica queda conjunta a Plutón).
Los eclipses no son otra cosa más que la acentuación de esta fatalidad de la Luna negra. Sabemos que los eclipses de los luminares que se producen en los ángulos de un tema son peligrosos. Cada astrólogo repite, después de Ptolomeo, esta regla, pero es fácil constatar que las conjunciones de los luminares juegan un rol análogo, pero mucho más débil. Gastón Doumergue, ¿no ha sido obligado a abandonar el poder a continuación de la lunación del 7 de noviembre de 1934, que tuvo lugar en oposici6n al Ascendente y en cuadratura al Sol en su tema natal?
La segunda razón por la cual la naturaleza de la conjunción de los luminares (o si la distancia de la Luna al Sol no sobrepasa los 8°, las casas de Hécate) no ha sido comprendida totalmente, es la de la separación de los luminares por otro planeta, un nodo lunar o aun el Parte de la Fortuna. Un punto que se intercala entre los luminares destruye generalmente la fatalidad de esa configuración. Así, por ejemplo, la reina Victoria tenía en el momento del nacimiento una conjunción muy estrecha de los luminares, en el medio de la cual se encontraba el Parte de la Fortuna que “cortó”, por decir así, esa conjunción.
Este corte no es propio a la conjunción de los luminares, ya que se lo constata en toda triple conjunción, aunque esta particularidad sea poco conocida. Cuando, por ejemplo, la Luna se encuentra a 2° Aries, Neptuno a 4° Aries y Marte a 6° Aries, no se constata demasiado la influencia de la conjunción Luna-Marte, aunque la declinación y la latitud parecen jugar un gran rol.
Es a esta separación de los luminares por un punto cualquiera, que hay que relacionar el 18° aforismo de C. Ptolomeo, concebido así:
“El que tenga en el Ascendente de su natividad un planeta benéfico y los dos luminares (Sol y Luna) colocados en el mismo grado del signo, será extraordinariamente feliz en todo lo que iniciara. Será lo mismo, si los dos luminares están situados en oposición, uno en el ascendente y otro en la VII casa. Pero si un planeta maléfico ocupa el Ascendente, es un presagio de extremo infortunio…”.
Pasando a la demostración de la naturaleza nefasta de las casas de Hécate, debemos decir que aunque esas dos casas encarnan la idea de la fatalidad que golpea en el momento en que menos se espera, hay una gran diferencia entre la casa I y la casa XXVIII. La XXVIII es más desfavorable para la salud que la I y la tradición afirma que un niño que nazca bajo esa influencia estará gravemente enfermo durante los 7 primeros años de su vida y su enfermedad puede ser mortal. La enfermedad que se declare cuando la Luna progrese en esa casa es igualmente peligrosa y se necesitan cuidados inmediatos.
Por otra parte, la fatalidad encarnada por Hécate parece manifestarse con más fuerza cuando se trata de la Luna Menguante (o dicho de otro modo, de la XXVIII casa lunar), que cuando la Luna es creciente. Muchas razones y observaciones me impulsan a pensar que la XXVIII casa lunar es todavía más nefasta que la I.
En el caso de la I casa lunar, debemos agregar que si el Sol se encuentra en la VI casa solar y la Luna en la VII, eso presagia, según la tradición, el peligro de asma, de pequeña viruela y de enfermedades del hígado.
Si una configuración contraria ha tenido lugar, es decir que la Luna progresa dentro de la casa lunar XXVIII y ocupa la VI casa solar, mientras que el Sol está en la VII, eso indica el retardo matrimonial a causa de orgullo, así como las enfermedades de los ojos.
El conjunto del tema horoscópico, la disposición general de los planetas, la casa solar y aun la morada en las cuales se ubica la Luna tenebrosa, determinan el dominio donde se manifestará la naturaleza maléfica de las casas de Hécate. Nuestra serie de horóscopos puede dar una idea de las variedades de esas manifestaciones.
El primer tema de esta serie es el de Landrú, tema celebre, por así decir, ya que ha sido publicado muchas veces, pero que es característico por la influencia de la Luna negra. Se ha tentado muchas veces representar al Barba-Azul moderno como un frio calculador comentando sus crímenes únicamente para apropiarse de las economías de sus “novias”; luego, Hécate, en XII casa solar, la del subconsciente, denota un siquismo enfermizo, inconexo, anormal, yendo hasta el sadismo.
“El análisis más rápido permite constatar las cualidades particularmente brillantes del “nativo, reveladas por el magnífico agrupamiento de seis planetas en Aries.” Dice sobre este caso el lamentado Sylv. Trébucq. Y Continúa:
“El Sol, en exaltación en ese signo, está realmente rodeado de astros benéficos, en aspectos muy favorables, por un lado por Saturno, por el otro con Marte.”
Como Sylv. Trébucq, todos los astrólogos que han analizado el tema, estuvieron perplejos delante del numero de buenas configuraciones que contiene. Es que Hécate los cubre a todas con su sombra siniestra. Interpretemos, a título de curiosidad, las indicaciones dadas por la position de la Luna en el Zodiaco. Landrú tenía su Luna en 24° 15’ Aries, por lo tanto en la 2ª morada, la del coraje y de la voluntad de dirigir su vida por la reflexión. La XII casa solar, la del crimen, muestra bien en qué dirección se ejerce la voluntad.
La interpretación hindú de esta morada subraya sobre todo la suerte en la vida, y nosotros vemos que Landrú ha conseguido cometer sus crímenes durante una larga serie de años (desde 1902 aproximadamente hasta 1921) sin estar inquieto, ni ser sospechado.
En el sistema chino, esta morada es el índice del peligro por acciones imprudentes que como el anzuelo o la trampa, paralizan la libertad del sujeto. La casa solar XII es la de los crímenes y las prisiones, la Luna esta conjunta a la vez al Sol. Regente de la V casa solar, la de los amores, y a Júpiter, que gobierna la VIII, la de la muerte, y esas indicaciones señalan que las acciones están ligadas con los amores y la muerte y que la libertad será paralizada por el arresto o la prisión.
Esta aplicación de las significaciones de la II morada en el horóscopo de Landrú puede servir de ejemplo para la utilización práctica de esta división zodiacal.
Antes de pasar al tema siguiente, notemos que la Luna en la casa lunar I y en el signo de Aries, se encuentra en el tema de Isadora Duncan, muerta estrangulada por su echarpe, se encuentra en el de una persona muerta quemada, en un minero que falleció en una catástrofe minera, etcétera….
Nuestro segundo tema es el de la esposa de un alto magistrado, casada a la edad de 19 años, en 1910. El año siguiente nace un niño que no vive más de quince meses. En 1914, su marido parte a la guerra y su vida conyugal, de esta manera, se deshace, ya que de retorno del frente, el marido no reasume sus deberes conyugales. Marcado por la triple conjunción de Neptuno, Plutón y Marte, su marido tiene abiertamente varias relaciones; la nativa reunió con la mira puesta en el divorcio las pruebas de trece relaciones sucesivas.
A la edad de 31 anos, ella encuentra un afecto sincero que dura más de doce años. Pero un escándalo la hace sufrir muy en especial entre los 36 y 37 años.
Hasta ese momento, no nos mantenemos en el dominio de la existencia más o menos banal que encuadra perfectamente con todos los factores horoscópicos conocidos sin que sea necesario de introducir la influencia de Hécate. Pero a la edad de 40 años, comienza una verdadera novela de aventuras, un film de horror.
Atraída después de largo tiempo por el ocultismo y el siquismo, ella conoce por esa época a un mago hindú, hipnotizador de cierta enjundia, con 21 años más que ella. Por curiosidad se presta como médium en sus experiencias y rápidamente él toma un poder tal sobre ella, que dos años más tarde, después de muchas tentativas de ruptura, parte en pleno invierno, sin abrigos, y en estado de trance, saca un boleto para una ciudad desconocida para ella, a fin de reunirse con él; él la esperaba en la estación.
Es esta relación con el hindú la que provoca la ruptura con su amigo, y trasforma su vida en esclavitud física y moral.
Este tema prueba que la acción maléfica de la Luna negra no ha sido disminuida por su exaltación en el signo de Tauro, ya que nosotros tenemos aquí un destino particularmente desgraciado, humillante y penoso. La discreción profesional no me permite aportar otras precisiones. En el tema Nº 163 de “Krankhit ud Tod in Horoskop”, una posición análoga de la Luna, no impidió la muerte a la edad de seis meses y en el tema Nº 225 de la misma colección, esta configuración tuvo un gran relieve en el desarrollo de un cáncer que concluyó en la muerte. En mis temas personales, la conjunción de los luminares en la casa X, en semi-sextil con Venus, regente de esta casa, no resguardó al nativo de la ruina completa. Y esos ejemplos pueden ser multiplicados al infinito.
Entre las personalidades conocidas, encontramos a Hécate en el signo de Tauro en el tema del príncipe Starhemberg, antiguo dictador militar de Austria, y como la Luna gobierna I a IV casa solar, la del fin de la vida, ella será ciertamente trágica, a consecuencia de su propia testarudez (dependiendo del signo de Tauro y de la 1ª casa solar donde se encuentra la Luna tenebrosa). El debió temer seriamente el asesinato facilitado por la traición de sus amigos.
Nuestro tercer tema es el de una mujer perteneciente a una de las mejores familias coloniales, pero teniendo sangre negra en sus venas, lo que debía suscitar fatalmente el odio y la envidia de parte de ciertos negros que no podían perdonarle el haberse elevado al rango blanco. Aunque sea la IV y no la V morada donde se encuentre Hécate, que tiene una naturaleza “mágica” determinada, las prácticas mágicas jugaron un gran rol en este destino, (pueda ser a causa de Neptuno en el Medio cielo y Urano en el Ascendente). Su madre falleció a continuación de un hechizo; la enfermedad excesivamente corta no fue diagnosticada por los médicos, que consideraban remedios negros desconocidos por la ciencia, y después de su muerte, se encontró en el jardín un corazón podrido de ternero, atravesado por agujas y envuelto en un lienzo que le había pertenecido. Muchas veces, la nativa misma fue objeto personal de hechizos, y hay lugar a creer que ella también usaba esos recursos poco loables.
La presencia de Hécate en la casa solar X, la de la posición social y económica, debía fatalmente producir la decadencia, pero debemos decir que la existencia de la nativa ha sido siempre desgraciada, sin cesar ensombrecida por molestias de todo tipo.
Pertenece por su nacimiento a una familia muy rica y su situación fue mejorada aun más por su casamiento. Calles y villas llevan aun el nombre de su marido. Después de la muerte de éste, se encontró a la cabeza de una de las fortunas más grandes de la colonia en donde ella vivía. Pero instalada en Europa, vio liquidada poco a poco esta fortuna. Según ella, ciertos parientes serian los responsables (la presencia de Venus, que gobierna simultáneamente las casas III y X en XII, muestra lo bien fundado de estas acusaciones). Recordemos que los árabes afirman la influencia desfavorable de la morada V, que contiene la Luna, a toda suerte de asociaciones, tal como la nativa en cuestión, cuya fortuna comenzó a liquidarse a partir del momento en que ella ligó sus intereses con los de un pariente lejano. Ahora lleva una existencia miserable, llena de privaciones.
Recordemos que Ch. Carter publico en la página 78 de “Astrology of Accidents” el tema de una persona fallecida a causa de golpes y que el tema Nº 208 de “Krankheit und Tod im Horoskop” es la de una mujer fallecida a causa de un cáncer, y esos dos temas pertenecen a nativas con Hécate en Géminis.
Por otra parte, no importando en que signo zodiacal esté, Hécate parece predisponer al cáncer, cuando no provoca una muerte violenta.
Agreguemos que ciertos autores afirman que la conjunción de los luminares en Géminis hace al nativo astuto, sarcástico y poco escrupuloso, —lo que no se puede explicar más que por la naturaleza de Hécate—.
Con nuestro cuarto ejemplo, entramos en el signo de Cáncer.
Me es difícil presentar muchos detalles acerca de esta persona, nacida en 1878, ya que conozco de ella solamente un episodio de su destino, ciertamente influenciado por la presencia de Hécate en la casa XII, la más infortunada de todas las casas solares.
Después de una larga enfermedad, en el comienzo de marzo de 1929, los médicos constatan la muerte y dan el permiso de inhumación. El 4 de marzo, después del servicio fúnebre, el cortejo entró al cementerio, cuando se oyeron viles golpes y gritos que provenían del interior del féretro. Es uno de los raros casos de despertar a último momento (ya que la ciencia admite que los enterrados vivos son relativamente numerosos).
En 1935, es decir, seis anos después de su entierro, esta persona estaba bien viva aun…
Los temas publicados conteniendo a Hécate en Cáncer son numerosos y entre ellos encontramos el de la señora Lindberg, el secuestro de su hijo es demasiado conocido para recordarlo, y dos casos de locura citados por el doctor Breteche. Mi colección personal contiene una docena de temas inéditos, de los cuales el más interesante, desde el punto de vista de la fatalidad de Hécate, es ciertamente el de un oficial de marina nacido en Varna (Bulgaria), el 4 de julio (calendario Francés) 1883 a la 1h07 de la tarde (tiempo local). Ese tema contiene en la casa solar IX (la de los viajes) la conjunción de la Luna (a 10°03’ de Cáncer), del Sol (a 12°05’11”) y de Júpiter (a 12° 57’ del mismo signo), configuración que nueve astrólogos sobre diez interpretarán como feliz ya que Júpiter está exaltado y ese grupo astral recibe el sextil de Urano de la casa XL Luego el 27 de enero de 1907, hacia las 7h. de la tarde, en el curso de una travesía de Bulgaria a Odessa, este nativo mató en presencia de muchos testigos, a su mejor amigo.
Los temas de Hécate en Leo abundan y prueban que la fatalidad de esta fase lunar no está disminuida para nada por la presencia solar en su propio signo. Al contrario, la naturaleza ígnea de Leo parece casi siempre participar en el suceso mas saliente provocado por la Luna tenebrosa. El tema siguiente contiene el planteo astral del aviador Fronval, muerto carbonizado, y la presencia de Hécate en la casa IV, la del fin de la vida, es característico de este punto de vista.
Notemos a ese propósito, que esta posición de Hécate en la casa VI (solar) es un gran peligro para la sucesión paterna. He observado muchas veces que una empresa Industrial floreciente bajo la dirección del padre, comienza a decaer desde que el nativo se posesiona de la herencia y finalmente, después de inútiles luchas, fracasa estruendosamente. Esta observación se relaciona con cualquier signo y no con Leo.
Se puede creer que esta configuración obra no solamente en ese sentido en los temas de natividad, sino también en los horóscopos de cosas. Más adelante, el lector encontrara el tema de la botadura del más grande paquebote alemán “Europa”, según una revista alemana (“Die Astrologie”, n9 de setiembre 1928). Ese tema está establecido para el 15 de agosto de 1928, 5h 15 de la tarde.
Como se recuerda, ese paquebote que debía trasportar 46.000 toneladas y ser el más lujoso, el más rápido navío del mundo, fue totalmente hundido en la noche del 25 al 26 de marzo de 1929, en Hamburgo, por un incendio que duró 24 horas, y que la encuesta atribuyó a un atentado criminal.
Hécate confirma esta acusación: ella se encuentra en la VIII casa solar, la de la muerte, y la Luna gobierna la VII, la de los enemigos. Además, el Sol esta exaltado en el signo de la casa III, que indica los vecinos y los competidores. Se puede suponer de acuerdo a esas indicaciones, que los incendiarios obraron por cuenta de una compañía competidora.
Notemos que el tema del lanzamiento del Normandie, dado por H, J. Gouchon en su “Dictionnaire Astrologique”, pág. 110, contiene igualmente a Hécate en la VIII casa solar, pero en el signo de Escorpio y no en el de Leo. Siendo un signo de agua, Escorpio amenaza en esta carta, sobre todo de hundimiento. Ya el 22 de junio de 1936, la caída de un hidroavión inglés sobre el puente del Normandía, ha demostrado que los astros no le son muy favorables, lo que fue nada más que el primer aviso del destino que presagiaba el fin lamentable de ese paquebote, el orgullo de la marina francesa. Remarquemos que la conjunción de los luminares parece tener una relación estrecha con los accidentes de aviación y en la lista de ocho accidentes dados por “Demain” (nº del 21 de abril 1936, pags. 491-492), habiéndose producido tres de ellas en el momento de la conjunción, lo que da un porcentaje muy elevado.
Evidentemente, no se puede decir que Hécate en Leo provoca siempre el fin por el fuego, pero el Sol en su propio domicilio no disminuye para nada el maleficio de esas casas lunares. Francisco José, emperador de Austria, que tenia la Luna en 22° 29’ y el Sol en 24° 47’ de Leo, no pereció por muerte violenta, pero su reinado fue el más trágico de toda la dinastía de los Habsburgo, ya que vio morir en condiciones dramáticas a todas las personas próximas y asistió al derrumbe de todas sus esperanzas.
Si los signos propios de la Luna y del Sol no disminuyen la fatalidad que lleva la sombría diosa de la Luna infernal, es normal que los otros signos zodiacales no cambien nada la naturaleza maléfica de las casas lunares I y XXVIII.
Louis Barthou, asesinado en Marsella el 9 de octubre de 1934, tenia Hécate dividida entre los signos de Leo y Virgo.
El tema Nº 6 de Ch. Carter, “Astrology of accidents”, teniendo la Luna en la casa lunar I, en Virgo, es el de una mujer quemada. “Krankheit und Tod im horoskop” contiene dos temas de locura en el signo de Virgo (temas Nº 273 y 325).
El tema N° 58 de la misma colección, que es el de una víctima de accidente ferroviario, está marcado por Hécate Libra.
Esta fase lunar en Escorpio es netamente perjudicial a la mujer en sus afectos.
En fin, los temas en apoyo de esta tesis, no faltan, y nosotros encontramos la diosa sangrante tanto en el tema del “descarrilador de trenes” Sylvester Matuska (Hécate en Acuario), como el de un caso de sensualidad precoz y en aquellos de muerte violenta.
En sus comentarios sobre el horóscopo de S. Matuska, Conrad Moricand dijo que la estrecha conjunción de los luminares en Acuario “indica siempre una hipertrofia enfermiza del Yo, de tal modo desproporcionada, que confina a la congestión de luz, es decir a la locura …”
El estudio atento de las personas con Hécate en cualquier signo del zodiaco, permite siempre encontrar una anomalía o una excentricidad síquica cualquiera, aún cuando a primera vista, esas personas parecen muy normales y sanas. Ya hemos dicho antes, al comienzo del estudio de Hécate, que ella confiere sentimientos incomprensibles para el sujeto mismo; luego esos sentimientos oscuros y las tendencias subconscientes engendradas por ellos se manifiestan siempre tarde o temprano en la vida, sea por una inconducta pasajera, sea por un vicio escondido (como en Landrú y Matuska). La luna gobierna la noche en general; Hécate simboliza las tinieblas que esconden alguna cosa vergonzosa o enfermiza, y tal como en los Cathares, el Sol representaba “la razón aclarada”, Hécate lleva a justificar, por razonamientos, las tendencias anormales. El trazo común entre todas las personas señaladas por la I y la XXVIII casa lunar, es su amoralidad, por lo menos en alguna cuestión. Las tinieblas de Hécate ensombrecen, por así decir, la razón solar.
Eso explica por qué, por ejemplo, encontramos a Hécate en Leo en un tema de lesbiana, de acuerdo a la colección de Ch. de Herbais de Thun.
Nos parece que la Luna Menguante o la XXVIII casa lunar obra más fuertemente sobre el siquismo y la amoralidad que la I, pero el número de observaciones no está todavía suficientemente numeroso para permitirnos anunciar esta observación como una regla.
Muy a menudo, el carácter más o menos patológico de Hécate aparece tan poco en la vida corriente, que a primera vista la persona parece muy razonable, reservada, fría, aun sin impulsos sentimentales, Ese carácter escondido de Hécate explica por qué C. E. Q. Carter dice sobre el tema de la conjunción de los luminares en el signo de Acuario, que ella marca un “espíritu frio”, caprichoso e incierto, viviendo en la soledad, exteriorizándose muy difícilmente, no llegando a adaptarse, su interés quedando concentrado únicamente sobre si mismo… “Estando el espíritu oprimido, a menudo sin darse cuenta, por sentimientos incomprendidos que surgen a la superficie, si se llega a expresarlos conscientemente, guardan en sí siempre alguna cosa anormal o de amoralidad.”
Este estado de cosas que hace a las personas que poseen a Hécate, unos enfermos deseados por el psicoanálisis, las trasforma evidentemente en personas desgraciadas, como todas las personas que poseen deseos insaciados. Janduz ha publicado el tema de una mujer que pretendía sentir horror por las relaciones sexuales, que ella comparaba al acoplamiento de las bestias, lo que no la impedía darle sus días a cuatro hijos, pero que tenía por otra parte, ciertas “curiosidades platónicas viciosas y verbales sobre las fantasías eróticas, las prostituidas y las invertidas”. Esta mujer tenía a Hécate en Sagitario “cortado” por Mercurio, lo que disminuyo considerablemente su fuerza. Se puede suponer que sin este “corte”, sus curiosidades no serian platónicas.
En suma, al costado de la fatalidad de la vida, Hécate tiene una fuerte acción psicológica. A veces esos dos extremos de su influencia están ligados entre ellos y forman un todo. A veces ellos parecen disociados. La labor del astrólogo es determinar sus relaciones en cada caso particular.
Se relaciona generalmente a la Luna, el XV arcano del Tarot —La Casa de Dios, una de las más siniestras láminas, sin precisar a qué aspecto de la Luna se refiere. Tenemos todas razones para creer que se trata aquí de Hécate, ya que ella provoca el hundimiento en las cosas de la casa solar donde se coloca,— el hundimiento parecido en todos los puntos de vista a la imagen de una torre bombardeada, decapitada por la pólvora—.
Tales son las deducciones del estudio de la Luna tenebrosa, diosa infernal. Ella cabalga por el mundo, dejando detrás de sí señales de sangre y no podemos terminar este estudio sin citar el viejo encantamiento:
“¡Que el espíritu de Lilith no te toque para nada!.. Siendo Lilith para los Hebreos, la encarnación de la misma fuerza que Hécate en Grecia.
“Las casas de la Luna invisible”.
Capítulo de:
“Astrología lunar” de Alexandre Volguine.
Editorial KIER.
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