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Foto: mobinovyc
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El abedul es un árbol esbelto que puede llegar a los 30 m, con la
corteza blanca y las ramitas jóvenes por lo común largas, delgadas y péndulas.
Se distingue por los bordes de las hojas, que son doblemente aserrados (las
ramillas glabras, que a menudo son rugosas y con secreciones son rugosas y con
secreciones resinosas, y el fruto también glabro. Yemas de invierno pegajosas y
cónicas. Amentos masculinos péndulos, que aparecen con las hojas jóvenes
Amentos femeninos primero delgados y erguidos, luego péndulos, que finalmente liberan
el fruto alado y las características brácteas trilobadas en “flor de lis”. Es
un árbol de corta vida, siendo comúnmente pionero y colonizador de los suelos
arenosos, turberas y suelos ácidos mediante sus semillas aladas. No tolera la
sombra, por lo que árboles mayores y de más larga vida tales como los robles y
pinos suelen desplazarlo. A menudo plantado como protector de las plantaciones
forestales.
Madera dura y fuerte, pero no muy duradera, particularmente en
exteriores. Mayormente usada en Escandinavia para contrachapado, muebles,
chapas, esquís. Pavimentos; también para objetos torneados pequeños. Las
ramitas se usan para escobas y cepillos; la corteza para tejados, cajas,
láminas, y para curtir. Buena madera para combustible. La savia es azucarada, se fermenta para hacer bebidas alcohólicas y se usa como agente endulzante, y como champú. Las hojas jóvenes son ricas en saponinas y de uso oficinal. Corteza rica en taninos; de ella se extrae el aceite de abedul usado en el curtido de la piel de Rusia. También es un repelente de insectos.
Es un buen árbol para cinturones de protección mezclado con coníferas, y planta excelente para setos. Produce algunos ejemplares muy bellos, con una magnífica coloración otoñal. Da mucha sombra y un lecho de hojas; es incapaz de resistir la polución atmosférica. Prefiere los suelos calcáreos o las arcillas profundas arenosas.
Oleg Polunin
Árboles y arbustos de Europa
Ediciones Omega, S. A.
Ediciones Omega, S. A.
Para Maurice Méssegué es el:
Árbol mágico en la India, árbol mágico en Siberia, árbol mágico aun
para los indios americanos, el esbelto abedul de satinado tronco blanco y
desmelenada copa, es el adorno secreto de bosques húmedos y turbales por los
que la niebla se desfleca al amanecer… Es el árbol de la sabiduría (porque los
preceptores de la Edad Media tenían una rama siempre a mano para sacudir a los
zoquetes). Se reconoce fácilmente por su corteza inmaculada, que a veces puede
tener un delicioso tono rosado o verde pálido y que, al desprenderse, deja al
descubierto soberbias coronas de color antracita. Sus hojas, ovales y dentadas,
se tiñen de oro puro en otoño.
En primavera, sus amentos o candelillas, más cortos, enhiestos al nacer, tienen flores hembras; los amentos machos, amarillos y colgantes, abandonan al viento verdaderas nubes de polen.
En el siglo XII, santa Hildegarda, la gran señora de la Medicina de las
plantas, recomendaba la flor de abedul contra las úlceras y llagas rebeldes. En
el siglo XVI, el médico italiano, Mattiolo, fue el primero en reconocer las
asombrosas propiedades de la especie contra los cálculos del riñon y la vejiga.
Él bautizó al abedul con el nombre de «árbol nefrítico de Europa». En primavera, sus amentos o candelillas, más cortos, enhiestos al nacer, tienen flores hembras; los amentos machos, amarillos y colgantes, abandonan al viento verdaderas nubes de polen.
Desde luego, mi padre no había leído a Mattiolo cuando utilizaba este
vegetal como diurético, en idénticos casos de cálculos, cólicos nefríticos,
reumatismo, gota, albuminuria y celulitis. Las hojas, brotes, corteza y savia
del árbol son activas tanto si se absorben e» forma de tisana como si se
aplican por vía externa (baños, masajes, compresas). Estimulan la digestión,
combaten la gripe, rebajan la fiebre, desinfectan las heridas, curan la mayor
parte de las afecciones de la piel, protegen el cuero cabelludo (y, por tanto,
aminoran la caída del pelo) y dan al cutis de las muchachas el color de la rosa…
Recolección: Se efectúa en primavera, cuando toda la energía del mundo se reconcentra después del sueño invernal. Es entonces cuando hay que pedir al abedul sus brotes, sus hojas, su savia, sus amentos y su corteza. Se elegirán los brotes más rollizos y las hojas más tiernas. Pínchese el tronco para que llore lágrimas de la savia ascendente. Arranqúense los amentos lo antes posible, antes de que las flores macho suelten el polen y las flores hembra queden fecundadas. Despréndase la corteza en tiras circulares, tal como se separa naturalmente. La savia del abedul se extrae serrando una rama en primavera. Si es de buena talla, puede dar de 4 a 5 L de savia al día.
DECOCCIÓN concentrada de brotes (diurética): échense cuatro puñados de
brotes en un litro de agua y déjese reducir a la mitad (2 ó 3 tazas al día),
De hojas y brotes contra la cefalitis: échese un punado de mezcla en un
litro de agua (3 tazas al día). De corteza, contra la fiebre: échese medio puñado de corteza, en un litro de agua (de 2 a 3 tazas al día. Este preparado es igualmente activo en caso de digestión difícil).
MANILUVIOS Y PEDILUVIOS contra reumatismo, gota, etc.: ‘échense de 4 a
6 puñados de corteza troceada en un barreño; déjese reposar media hora;
caliéntese (dos veces al día).
TISANA ESPECIAL contra la gripe: 15 pulgaradas de hoja de abedul y 10
pulgaradas de una mezcla de flores de trinitaria y de tilo en un litro de agua
(3 ó 4 tazas al día).
COMPRESAS de hojas frescas, contra tas afecciones de la piel y llagas.
Deben cambiarse varias veces al día.
Loción contra la caída del cabello. Prepárese una decocción de corteza, añádanse unas gotas de savia fresca y fricciónese largamente el cuero cabelludo. AGUA DE TOCADOR; Se hará una decocción de hojas y brotes. Fíltrese cuidadosamente. El líquido obtenido sirve para la limpieza de la piel Después de su aplicación, enjuáguese con agua destilada o, mejor aún, con agua de rosas.
Loción contra la caída del cabello. Prepárese una decocción de corteza, añádanse unas gotas de savia fresca y fricciónese largamente el cuero cabelludo. AGUA DE TOCADOR; Se hará una decocción de hojas y brotes. Fíltrese cuidadosamente. El líquido obtenido sirve para la limpieza de la piel Después de su aplicación, enjuáguese con agua destilada o, mejor aún, con agua de rosas.
ABEDUL Betula péndula
Parte utilizada: Flor, hojas, yema, savia, corteza de rama joven.
Principios activos:
Hojas: Flavonoides: miricitrina, hiperósido; aceite esencial, rico en betulinol, resinas, principio aromático: ácido betulábico.
Corteza: abundantes taninos (10-20 %), hetecosido: betuiina.
Acción farmacológica: Los flavonoides le confieren una acción diurética; los taninos, astringente y colerética; el betulinol, febrífuga. La esencia es antiséptica y cicatrizante; la savia, diurética y antirreumática.
Indicaciones: Afecciones urinarias: cistitis, pielonefritis, oliguria, litiasis, hidropesía; reumatismo, gota, edemas, obesidad, fiebre, disquinesias biliares.

Formas galénicas /posología:
Infusión de hojas: 40 gr/l., infundir 10 minutos. Tres tazas al día.
Para aumentar su efectividad, se recomienda añadir 1 gr. de bicarbonato sódico,
cuando la infusión esté a 40°. Dice Font
Quer al respecto: Se recomienda añadir cosa 1 gr. de bicarbonato sódico a la
infusión cuando la temperatura de la misma es ya sólo ligeramente superior a la
del cuerpo humano, porque el ácido betulorretínico, que es el principio
diurético, se disuelve mejor en el agua débilmente alcalina.
Decocción de las yemas: 50 gr. por litro. Hervir 10 minutos. Añadir 1
gr de bicarbonato. 2-3 tazas al día. Decocción de corteza (febrífugo): 5 gr/taza, hervir 5 minutos, tres tazas al día, entre comidas.
Extracto fluido: 10 a 20 gotas, tres veces al día.
Jarabe: 1 a 3 cucharadas soperas al día.
Extracto seco nebulizado: 600 mg. A 2 gr/día (1 gr. equivale a 8 gr. de planta seca).
Colegio Farmaceuticos de Vizcaya
Comenta Pio Font Quer sobre sus virtudes:
Las hojas de abedul se
emplean como diuréticas. « En 1897 — dice el Dr. Leclerc — Winternitz reconoció
que las hojas de abedul, en infusión, podían hacer desaparecer los edemas de
origen cardio-renal, así como diversas manifestaciones de la hidropesía. Por
influencia de este remedio vio que la cantidad de orina emitida se elevaba
desde 400 gr. hasta 2000 y aun 2500 gr.; cómo la albuminuria disminuía, los
edemas y la disnea desaparecían, sin que sobreviniera irritación del parénquima
renal. Los ensayos llevados a cabo por Huchard no fueron menos satisfactorios.
Este autor cita el caso de un enfermo cardio-arterial que, a pesar de la
digitalina, no orinaba sino 500 gr. Se le prescribió 1 L. De tisana de abedul
por día, y ya a la mañana siguiente, y los días sucesivos, el volumen de la
orina alcanzó 1 L., 1,5 y hasta 2,5 L. ; y se mantuvo en 2 L. Por influencia
del extracto de abedul, propinado durante seis días a la dosis de 0,80 a 1 gr. Otros
hechos llevaron a Huchard a sentar la conclusión de que el abedul constituye un
medicamento muy útil para activar la diuresis, de manera especial en los
gotosos». La brea que se obtiene por destilación seca de la corteza en varios
países del norte de Europa, se emplea en la elaboración de diversas pomadas;
tratándose de ciertas enfermedades cutáneas, la brea de abedul se muestra
superior a otras breas.
Sangrando los abedules a fines de invierno, cuando la savia mueve y se remonta en el árbol, se recogen cantidades importantes de la misma, en la cual se contienen no sólo glucosa, sino ácido tartárico. Esta savia es capaz de fermentar cuando se le añade levadura de cerveza o de vino, y se convierte en cerveza o en vino de abedul, que se reputan bebidas ligeras y de agradable sabor.
Sangrando los abedules a fines de invierno, cuando la savia mueve y se remonta en el árbol, se recogen cantidades importantes de la misma, en la cual se contienen no sólo glucosa, sino ácido tartárico. Esta savia es capaz de fermentar cuando se le añade levadura de cerveza o de vino, y se convierte en cerveza o en vino de abedul, que se reputan bebidas ligeras y de agradable sabor.
Historia. Aunque el abedul no es árbol mediterráneo, era conocido en la
Antigüedad clásica por abundar en los países limítrofes del Norte y por el uso
general que se hacía de su madera, de sus ramas y de sus temibles ramillas, las
cuales, a guisa de vergajos, se hacían respetar en manos de los preceptores de
otros tiempos. El nombre de bolet, tan frecuentemente usado en catalán como sinónimo
de cachete, tal vez derive de boulée, la baguette de bouleau, que registra
Rolland; así como la biouliée, la zurra, propinada en la escuela con el mismo
zurriago.
Pero acerca de las virtudes medicinales del abedul parece que no se escribió nada hasta el Medievo ; y la primera mención acerca de ellas se atribuye a Santa Hildegarda, en el siglo XII.
Pero acerca de las virtudes medicinales del abedul parece que no se escribió nada hasta el Medievo ; y la primera mención acerca de ellas se atribuye a Santa Hildegarda, en el siglo XII.
Más tarde se ensalzaron sus propiedades diuréticas y sus virtudes de
disolver las arenillas y las piedras urinarias ; y el abedul fue proclamado el
« árbol nefrítico de Europa ». Quer fue un gran panegirista de sus virtudes, y
en el tomo III de su « Flora Española » le dedica nada menos que 20 páginas
(desde la 240 a la 260). « En la sierra de Castilla la Vieja — dice — he visto
a los pastores hacerse polainas de la corteza de este árbol, para preservarse
de la humedad y de los abrojos y espinas. Verdaderamente, no hay cuero que
pueda resistir la humedad como esta corteza, por abundar de partes bituminosas,
por cuya razón es incorruptible, y ansí, en el pie del Pirineo de Cataluña
hacen de ella vasos para beber, que aquellos naturales llaman beçulls («
bassulls »), los cuales están siempre metidos en las herradas del agua sin
corromperse ».