viernes, 29 de marzo de 2013

MORERA. MORAL.



MORERA. MORAL

Se utilizan frutos y hojas.
Principios activos: Antocianósidos, glúcidos, ácidos orgánicos, asparragina.
Acción farmacológica Frutos: Laxante suave. Hojas: Antidiabético, astringente. Corteza: Antiinflamatorio, analgésico.

Indicaciones: Frutos: Estreñimiento. Hojas: Hiperglucemia, faringitis, esto s estomatitis. Corteza: Odontalgia.
Uso interno: — Frutos: Zumo, uso alimentario. - Infusión (hojas): Una cucharada de postre por taza. Infundir 10 minutos. Tres tazas al día, antes de las comidas.
Extracto fluido (hojas): 30 a : - Extracto fluido (hojas): 30 a 50 gota;.
Uso externo: - Infusión (hojas): 30 a 50 gr/l., aplicar en forma de colutorios o gargarismos.
Decocción (raíz): 30 a 50 gr/l., hervir 10 min- Decocción (raíz): 30a 50 gr/l., hervir 10 minutos. Aplicar en forma de colutorios o gargarismos.


http://es.wikipedia.org/wiki/Morera
Morus alba, morera blanca, moral blanco o, normalmente, Morera,1 es una especie de árbol perteneciente al género Morus, familia de las moráceas. Comúnmente conocidos como moreras, son árboles oriundos de las zonas templadas de Asia, de tamaño pequeño a mediano, pueden ser monoicos o dioicos. De rápido crecimiento cuando son jóvenes, pero más lentos a medida que alcanzan la madurez, no suelen sobrepasar los 15 m.
Como todas las moráceas estos árboles contienen en su savia una sustancia llamada látex.
Características: Presenta hojas alternas, ovales, enteras o lobuladas (en los árboles jóvenes más lobuladas que en los adultos) y de márgenes dentados. De color verde brillante y lustrosas por el haz, más claras por el envés.
Posee pequeñas flores que crecen formando espigas apretadas y alargadas. Tras la floración en primavera surgen los frutos compuestos, formados por pequeñas drupas estrechamente agrupadas, entre 2-3 cm de largo, llamadas moras de color blanco a rojizo. Los frutos de Morus nigra, y Morus rubra son los de mejor sabor, mientras que los de Morus alba suelen resultar insípidos.
Cultivo
Las moras, aunque proceden de especies botánicas básicamente silvestres, pueden ser cultivadas, de hecho se cultivan en diversas zonas a lo largo de toda la geografía mundial con la intención de aprovechar el fruto, aunque a veces se cultiven también especies de género Morus con otros fines.
Existen multitud de especies de moras, pero es posible que tan sólo tengan valor comercial unas nueve de ellas, que básicamente son del género Rubus, en ocasiones y comúnmente se cultivan hibridaciones.
Rubus glaucus
G. glaucus (mora andina o de Castilla). En fase de maduración, finalmente son de color morado oscuro.
La especie R. glaucus se cultiva con el fin de producir y comerciar su fruto, comúnmente llamado mora andina o de Castilla.
Esta planta es originaria de las zonas altas y tropicales de América, encontrándose en Colombia, Ecuador, Panamá, Costa Rica, Guatemala, Honduras, México y Perú, entre otros países. Se desarrolla muy bien en suelos franco arcillosos.
La vida útil aproximada de esta especie para su cultivo oscila desde los 12 a 15 años, dependiendo en parte del trato y la técnica de explotación, a partir de esa edad el rendimiento y la producción decrece.
Esta especie es de fructificación continua, es decir da frutos a lo largo de todo el año, no obstante, los meses de junio, julio, agosto y septiembre, son los de mayor producción, siendo el resto del año la cosecha significativamente inferior.4
Moras recolectadas y emplatadas de Morus nigra.
Morus nigra
La especie M. nigra (de origen pérsico) ha sido a lo largo de la historia cultivada por su fruta comestible, y plantada y naturalizada en el oeste de Europa, Ucrania, y en el este de China.
Los árboles de esta especie se desarrollan bien en suelos frescos y ligeros, le perjudican las altas temperaturas y las zonas demasiado secas, aunque en climas excesivamente fríos se detiene o, cuanto menos, decrece su crecimiento. Para obtener una mejor producción de frutos se precisa una enérgica poda, lo que además hace que el árbol dé hojas más grandes. Se cultiva por siembra de semillas durante la primavera o bien por esquejes leñosos, y admite trasplantes a raíz desnuda durante el invierno. Los frutos de esta especie maduran durante el verano.
http://es.wikipedia.org/wiki/Morera
Usos y cultivo: Las moreras, en especial, la especie Morus alba se cultivan por sus hojas, único alimento de los gusanos de seda, cuyos capullos se utilizan para fabricar seda. Tanto el árbol como el tejido proceden de Asia y fueron desconocidos en Occidente hasta que, en el siglo VI, los monjes nestorianos establecieron la ruta de la seda.
Aparte de su uso como árboles de cultivo se utilizan como ornamentales en jardines, paseos y calles.


MORERA (El fruto es la mora).

Mora es el nombre que reciben diversos frutos comestibles de distintas especies botánicas. Son frutas o bayas que, a pesar de proceder de especies vegetales completamente diferentes, poseen aspecto similar y características comunes. En ocasiones, las distintas moras pueden ser confundidas e incluso obviadas, dado que al usar la palabra mora para hablar de dicha fruta, puede hacerse referencia, simplificando, a dos tipos de bayas procedentes de dos géneros distintos de vegetales con rasgos fenotípicos muy dispares entre sí, el género Morus y el género Rubus. Ambos géneros dan moras, pero no son la misma fruta, unas vienen de unos árboles comúnmente llamados moreras y morales (que son del género Morus), y las otras provienen de unas plantas sarmentosas y espinosas comúnmente llamadas zarzas (que son del género Rubus). No obstante, la diferenciación es en realidad aún mayor, dado que dentro de ambos géneros hay un importante número de especies distintas. En total existen más de 300 especies de moras diferentes. Además, la comercialización de estas bayas ha propiciado la creación de diversas hibridaciones que no existen en la naturaleza.
Desde el punto de vista botánico, la mora es una fruta polidrupa, es decir, está formada por la unión de pequeñas drupas arracimadas (o en racimo), dentro de las que se halla una semilla diminuta, perceptible durante su consumo e incluso a veces algo molesta. De forma algo más alargada en las especies de Morus, y generalmente más redondeada en las de Rubus (aunque depende de la especie), Rubus glaucus presenta una forma levemente parecida al de la fresa (ancha por la base terminado en punta).
Su tamaño es diminuto, midiendo entre 1 y 3 cm, dependiendo de la especie.
El color varía conforme la mora va madurando, comenzando en un tono blanco verdoso pasando al rojo para finalmente llegar al negro o púrpura oscuro. Aunque no siempre es así, ya que existe alguna que otra excepción como es el caso de la mora que da la especie Morus alba, que del verde pasa al blanco y a partir de ahí no varía de color, o como las moras de los pantanos (Rubus chamaemorus), ya que el fruto maduro de esta especie es de un color amarillo dorado.
Las moras que proceden de especies del género Morus, difieren al poseer un rabillo de 0'5 cm aproximadamente, rabillo del que carecen las moras procedentes del género Rubus, que al ser retiradas de su planta lo pierden. Además, las moras de Morus, al madurar son muy blandas, por lo general más que las de Rubus, tanto es así, que suelen manchar tan solo al tacto.
Los sabores de las diferentes moras son dispares. Si bien pueden encontrarse algunas similitudes, las moras de las distintas especies presentan sabores característicos y peculiares que son apreciados dentro de la amplia gama de las frutas. El generalizado sabor agradable de las moras varía calificativamente en el gusto de cada uno, no obstante puede decirse que la mora es una baya que sabe bien.
No así, especial atención merece la mora de Morus alba, que suele resultar sosa o incluso insípida, nada que ver con las moras de Morus nigra y Morus rubra, que presentan un mejor sabor, mucho más valorado por los comensales.
Se describen los sabores más significativos, y se obvian el resto por no tener un valor apreciable. Teniendo en cuenta que se explica el sabor de la fruta madura:
Algunas de las moras más agradables al gusto son, por un lado las de Morus nigra y Morus rubra (ya mencionadas anteriormente), que presentan un fresco e intenso sabor agridulce, por otro lado las moras de Rubus ulmifolius y Rubus fruticosus, que presentan un agradable sabor intenso pero suave, dulce con pequeños matices ácidos.
Propiedades nutritivas
Mora del género Rubus
Valor nutricional
medio por cada 100 g
Valor calórico 35,1 Kcal
Glúcidos 6 g
Fibra 9 g
Provitamina A 0,000029 mg
Vitamina C 18 mg
Vitamina E 13,3 mg
Potasio 210 mg
Como la generalidad de las frutas, las moras son fuente de sales minerales y vitaminas, constituyendo así un importante aporte nutricional que podría incluirse en cualquier tipo de dieta.
Las moras son frutas de bajo valor calórico debido a su escaso aporte de hidratos de carbono, lo que las hace un alimento beneficioso ayudando al metabolismo.
Son especialmente ricas en vitamina C, conteniendo cantidades incluso mayores que las de algunos cítricos, hecho por el que las utilizan tanto los navegantes nórdicos como los Inuit americanos como protección contra el escorbuto. También son muy ricas en vitamina A, así como en potasio, aportando además, sobre todo las moras del género Morus, fibra alimentaria.
Las concentraciones varían dependiendo de uno u otro género y especie.
Las moras también contienen antocianos y carotenoides, asociados en diversos estudios a ciertas propiedades consideradas beneficiosas para el organismo.
Usos culinarios: Tarta de moras.
Las moras, como frutas comestibles que son, pueden ingerirse al natural, frescas tal cual las da el árbol o la planta, siendo este su uso culinario más sencillo. Es una fruta básicamente silvestre (aunque también se cultiva), y la facilidad de encontrarla en campos o bosques, la convierte en un manjar común y ocasional. Multitud de especies animales, desde pájaros a roedores, tienen en su dieta todo tipo de moras, y el ser humano no es una excepción.
Las moras también pueden ser procesadas e incluidas en la cocina de muy diversas formas, muy utilizadas como elemento decorativo para todo tipo de platos, además, a nivel industrial multitud de productos la incluyen a su antojo, ya sean yogures, tartas, licores, batidos, helados, gelatinas, etc.
Prueba de ello es la mora de la zarza o zarzamora (g. Rubus), que se ha convertido en una fruta muy popular en pastelería ya sea para la preparación de postres, mermeladas, jaleas y, a veces, zumos, vinos y licores. No obstante, esta no es la única especie usada en la cocina, de hecho se hacen confituras con todos los tipos posibles de moras.
Existen innumerables recetas en cuyos ingredientes entra la mora. Un claro ejemplo de ello es el crumble, pastel tradicional de Inglaterra elaborado con diversas frutas.
Curiosidades: De la mora procede el nombre que se le da al color morado, y por ende, de la mora también procede la palabra moretón o moratón, usada para referirnos al hematoma.
La mora de los pantanos (Rubus chamaemorus), también llamada mora ártica, es una fruta de gran tradición en Finlandia, siendo uno de los países donde más usos gastronómicos se le da a esta mora (además de Suecia y Canadá), y donde se consume tradicionalmente junto a un queso local llamado "Leipäjuusto". Tan introducida está esta mora en la cultura finlandesa, que la planta de la mora de los pantanos, con sus flores y frutos, aparece grabada en las monedas de dos euros de este país.

MIMOSA




Mimosa. 
(De Wikipedia)
Acacia dealbata Link.
Mimosa fina, Mimosa, Mimosa común, Mimosa plateada, Aromo francés.
- Familia: Mimosaceae.
Origen: Australia, Sureste, (N. G. del Sur y Victoria).
Árbol de follaje persistente muy usado en parques por su atractiva floración amarilla hacia fines del invierno.
Altura: de 3 a 10 metros generalmente.
Crecimiento rápido.
Follaje perenne de tonos plateados, muy ornamental.
Sus hojas son de textura fina, de color verde y sus flores amarillas que aparecen en racimos grandes.
Florece de Enero a Marzo (Hemisferio Norte).
Legumbre de 5-9 cm de longitud, recta o ligeramente curvada, con los bordes algo constreñidos entre las semillas, que se disponen en el fruto longitudinalmente.
Los frutos que prosiguen a la floración manchan mucho alrededor.
Mimosa tenuiflora (Wikipedia)
Nombres relacionados: Fabaceae (familia), Mimosaceae (familia), Tepescohuite (castellano), Tepezcohuite (castellano).
Las Mimosaceae son árboles sobre todo tropicales y subtropicales y arbustos que abarcan cerca de 40 géneros y 2.000 especies. Las hojas son casi siempre alternas, estipulan, y bipinnately compuesto (raramente una vez que-pinado) tienen generalmente bases hinchadas del pecíolo llamadas pulvini que funcionen comúnmente en la orientación de las hojas (recuerde la planta sensible, el pudica del Mimosa). La inflorescencia es comúnmente una cabeza de un hueso (también llamada una cabeza). Las flores son hipogíneas a levemente periginosos, tienen simetría radial, los pétalos que sean valvados en brote, y comúnmente un cáliz y un corolla divididos 5. Los estambres son distintos a fuertemente monadelfo, numeroso (raramente únicamente 10), y es generalmente más llamativo que el perianth. El pistil es simple, abarcando un solo estilo y estigma, y un ovario superior con 2 muchos óvulos marginales en un locule solitario. La fruta es generalmente una legumbre.
La madera es bastante duradera después del secado, aunque se resquebraja con facilidad por lo que no es de buena calidad.
Se emplea para consolidar y estabilizar suelos secos arenosos y taludes, por su rápido crecimiento.
En jardines pequeños como árbol de flor y de sombra. Es la acacia más ornamental.
Árbol ornamental en parques, calles, paseos, jardines públicos y en la cercanía de numerosas casas rurales.
Se aconseja plantarlo a pleno sol.
Prefiere suelos algo silíceos.
No soporta la exposición ventosa.
Las temperaturas invernales no deben ser inferiores a -6ºC.
El terreno debe se suelto, neutro o ligeramente ácido.
Esta planta crece en suelos ligeramente arenosos pero no soporta los suelos calcáreos a menos que haya sido injertada sobre Acacia retinoides u otra acacia resistente.
Aguanta bien la sequía prolongada de la zona mediterránea.
Es conveniente podarla para darle forma, pues se hace enorme y desordenada.
Poda y transplantes: Basta con cortar las ramas con flores a unos 50-60 cm. Con las ramas cortadas se hacen arreglos florales para decorar interiores.
Poda: Al finalizar las heladas se retiran las partes dañadas por el frío. Tras la floración se despuntan las ramas cortando un par de yemas. Así espesan y se robustecen. Las plantas adultas se podarán poco. Acacia dealbata se puede renovar, aunque la mayoría de las otras variedades no soportan las podas fuertes.
Como tiene raíces superficiales, puede presentar problemas de anclaje.
El mayor problema en el cultivo de la mimosa es el exceso de agua, ya que las raíces se pudren fácilmente. Los encharcamientos pueden ser fatales.
También le afecta la clorosis férrica, que se corrige con quelatos de hierro.
Si el ambiente es demasiado cálido y húmedo, se ve atacada por cochinilla algodonosa.
Multiplicación: Por semillas. También se injertan sobre Acacia retinoides para hacerla resistente a la caliza.
Por semilla es fácil a fines del invierno o principios primavera.
Antes de sembrar es necesario ablandar las cubiertas remojándolas en ácido sulfúrico concentrado de 20 minutos a 2 horas. Otro tratamiento más apto para el aficionado consiste en verter agua hirviendo sobre las semillas durante 5 segundos y dejarlas remojar a temperatura ambiente 24 h. Siembra directa en otoño o primavera.

Principios activos: Abundantes taninos, bioflavonoides, saponósidos, alcaloides (indolalquilamina y otros alcaloides menores).
Indicaciones, contraindicaciones: Analgésico, bacteriostático (activo frente a gérmenes gram positivo y negativo), fungicida, reparador y estimulante de la regeneración dérmica, activador de la reparación tisular. Indicado para quemaduras, úlceras de decúbito o varicosas, heridas (se ha utilizado como cicatrizante tras cirugía plástica), escaldaduras, dermatomicosis, cuperosis, eritemas solares, acné cicatricial, ictiosis, psoriaris. Debido a la presencia de alcaloides, con una marcada hepatotoxicidad, sólo se debe prescribir para uso tópico. Experimentalmente ha demostrado una potente acción antiperistáltica y oxitócica Los saponósidos producen hemólisis in vivo. Se usa la corteza.

Membrillo




MEMBRILLO 
Cydonia oblonga 

De Wikipedia
Cydonia es un género de plantas perteneciente a la familia de las Rosáceas. Se trata de un género monotípico, cuya única especie es Cydonia oblonga, comúnmente llamado membrillo o membrillero.
Es un árbol de tamaño pequeño a mediano, originario de la región del Cáucaso, en el sudoeste cálido de Asia. Es un árbol frutal emparentado con el manzano y el peral. Su fruto, llamado asimismo membrillo, es de color amarillo-dorado brillante cuando está maduro, periforme, de 7 a 12 cm de largo y de 6 a 9 cm de ancho; su pulpa es dura y muy aromática. Los frutos inmaduros son verdes, con una densa pilosidad de color gris claro, que van perdiendo antes de madurar. Sus hojas están dispuestas alternativamente; son simples, de 6 a 11 cm de largo, con una superficie densamente poblada de finos pelos blancos. Las flores, que surgen en la primavera después de las hojas, son blancas o rosas, con cinco pétalos.
Usos: El membrillo es demasiado duro, astringente y agrio por lo que no es usual comerlo crudo, a menos que sea escarchado (preparándolo de modo que el azúcar cristalice). Se usa para hacer mermelada, compota y pudín, o puede pelarse para posteriormente asarlo. Su fuerte aroma hace que sea un complemento para añadir en pequeñas cantidades al pastel de manzana y a la mermelada, para potenciar el sabor. Se puede también producir vino de fruta del zumo estrujado de membrillos, una especialidad en países como Alemania y Polonia.
En España, hay regiones del archipiélago canario donde se suaviza su sabor sumergiéndolo previamente en agua de mar, de modo que éste resulte más apto al paladar; también en la localidad cordobesa de Puente-Genil se cuecen membrillo y azúcar a partes iguales, resultando la tradicional y afamada "carne de membrillo", producto señero y muy exportado a diversos rincones de España. Este -también así llamado- dulce de membrillo se consume a menudo con nuez o acompañado de queso de Burgos.
En México existen lugares donde se come crudo preparado con sal y chile. En Ixtlahuacán de los Membrillos, Jalisco, se celebra la Feria del Membrillo en el mes de agosto, en donde se venden y comercializan productos a base de este.
En Chile, además de ser consumido como mermelada (Dulce de membrillo); para consumirlo crudo, previamente se golpea bien la fruta (machucar la fruta); con lo cual se le quita su sabor astringente y se vuelve dulce. También se suelen comer con un poco de sal.
En Argentina y Uruguay el dulce de membrillo es de primera importancia en la repostería tradicional.
En Venezuela se consume el dulce o conserva de membrillo acompañado de galletas, saltines o pan y café, como postre o merienda.
En Francia, tierra de los perfumes por excelencia, suelen colocarse los frutos dentro de las gavetas y entre la ropa para perfumarlas con su potente fragancia.
Historia: El cultivo del membrillo quizá fue anterior al de la manzana, y es posible que la "manzana" citada en el Cantar de los Cantares fuera en realidad un membrillo.
Entre los antiguos griegos, se ofrecía membrillo en las bodas, un rito que llegó de Oriente con el culto a Afrodita y permaneció sagrado. Plutarco relata que las novias griegas mordían un membrillo para perfumar su beso antes de entrar en la cámara nupcial "a fin de que el primer beso no fuera desagradable" ("Preguntas romanas" 3.65). Era un membrillo el premio que Paris concedió a Afrodita. El mejor tipo de membrillo venía de la región de Cydonia, en la costa noroeste de Creta, fruta conocida por los griegos como "Mela kudonia" o "manzana de Cydonia", de donde proviene también su nombre científico.
Los romanos también usaban membrillos; el libro de cocina romano de Apicio proporciona recetas para guisar el membrillo con miel, y hasta para combinarlos, sorprendentemente, con puerros. Plinio el Viejo mencionó una variedad, el membrillo de Mulvian, que podía comerse crudo. Columella mencionó tres variedades, una de las cuales, "la manzana de oro" –que probablemente fuera la fruta del paraíso citada en el Jardín de Hespérides– ha dado su nombre al tomate en italiano (pomodoro).


Membrillo.
En diversas partes de Europa, el membrillo es comúnmente cultivado en las áreas centrales y del sur, donde los veranos son lo suficientemente cálidos como para que la maduración sea buena. No son cultivados en grandes cantidades; generalmente sólo uno o dos árboles de membrillo son cultivados en un huerto junto con manzanos y otros árboles frutales. Carlomagno instauró que se plantaran membrillos en los huertos bien abastecidos.
El membrillo es mencionado por primera vez en un texto inglés a finales del siglo XIII, aunque el cultivo en Inglaterra no es muy adecuado debido al calor del verano, que impide que la fruta madure totalmente. También fueron llevados al Nuevo Mundo, pero son raros en Norteamérica debido a su susceptibilidad al tizón de fuego o fuego bacteriano, una enfermedad causada por la bacteria Erwinia amylovora. Se cultiva ampliamente en Argentina, Uruguay, los Balcanes, España y la cuenca del Mediterráneo. Casi todo el membrillo de los mercados norteamericanos proviene de Argentina. Actualmente el membrillo también es muy utilizado como árbol ornamental.
Otras cuatro especies que previamente fueron incluidas en "Cydonia" han sido ahora separadas de ese género. Estas especies son el "membrillo chino", Pseudocydonia sinensis, nativo de China, y tres membrillos con flores, propios del este de Asia, que han sido incluidos en el género Chaenomeles.


            * * *

Principios activos: contiene taninos (especialmente abundantes en las semillas: 20%), pectina, vitamina A y vitamina B.
Indicaciones: usado como demulcente, protector de las mucosas, antidiarréico, diurético. Las semillas son demulcentea, emoliente, antidisentérico, astringente. Indicado para gastritis, úlceras gastroduodenales, síndrome del intestino irritable, diarreas, resfriados, faringitis, bronquitis. Usado popularmente, por vía externa, en casos de fisuras anales, grietas de los senos, sabañones, hemorroides y escaldaduras.
Se usan los frutos y también las semillas.
En terapéutica se aprovechan frutos y semillas. Contiene taninos, ácido málico, pectina, azúcar y albúmina. Las semillas rodeadas de mucílago contienen almidón, aceite graso, emulsina y un principio activo llamado didonina, materia gomosa que se encuentra en el centro de la semilla. Es astringente y acídulo. Demulcente, protector de las mucosas, antidiarréico.
Indicaciones: Gastritis, úlceras gastroduodenales, en la hemoptisis, la diarrea atónica serosa, y los vómitos crónicos; síndrome del intestino irritable, diarreas, resfriados, faringitis, bronquitis. Usado popularmente, por vía externa, en casos de fisuras anales, grietas de los senos, sabañones, hemorroides y escaldaduras.
Curiosidades: antiguamente conocidos como manzanas de oro. Plutarco dice que las recién casadas han de comerse un membrillo antes de acceder al lecho nupcial. Era considerado prenda de amor y estaba consagrado a Venus.


Alquimia Botánica: De Sri Deva Fénix.
Cydoniaoblonga: Árbol de la luna que, en el lenguaje de las plantas, significa tentación. Sus frutos estaban dedicados a Hera, la esposa de Júpiter y patrona de las madres y esposas. Por eso, cuando una mujer no consigue quedarse embarazada, le aconsejan poner un frutero con membrillos en la casa. Por un decreto de Solón se legalizó la costumbre popular griega de dar a comer a la novia un membrillo antes de la boda, se consideraba que este procedimiento haría agradable el matrimonio y garantizaba hijos sanos y fuertes a la pareja. Cuando una mujer no consigue quedar encinta, debe escribir sobre la piel del membrillo la palabra AHA y tener el fruto en su casa todo un ciclo de su período (de menstruación a menstruación), luego debe enterrarlo en una maceta y regarlo con sus orines tres días y cuando quede encinta, deshacerse de la maceta. Otros pueblos europeos lo daban a mascar a las parturientas, en la creencia de que así alumbrarían un hijo varón. Dejar membrillos en los armarios asegura, además de un buen aroma y protección contra las polillas, la armonía en el hogar.

Manzano





MANZANO Manzana

Valor nutricional por cada 100 g c/ piel
Energía 50 kcal 220 kJ
Carbohidratos 13.81 g
Azúcares 10.39 g
Grasas 0.17 g
Proteínas 0.26 g
Agua 85.56 g
Vitamina A 3 μg (0%)
Tiamina (Vit. B1) 0.017 mg (1%)
Riboflavina (Vit. B2) 0.026 mg (2%)
Niacina (Vit. B3) 0.091 mg (1%)
Ácido pantoténico (B5) 0.061 mg (1%)
Vitamina B6 0.041 mg (3%)
Ácido fólico (Vit. B9) 3 μg (1%)
Vitamina C 4.6 mg (8%)
Calcio 6 mg (1%)
Hierro 0.12 mg (1%)
Magnesio 5 mg (1%)
Fósforo 11 mg (2%)
Potasio 107 mg (2%)
Zinc 0.04 mg (0%)
% CDR diaria para adultos.
Fuente: Base de datos de nutrientes (USDA)

La manzana es una fruta pomácea comestible obtenida del manzano doméstico (Malus domestica), otros manzanos (especies del género Malus) o híbridos de aquel. Se llama pero cuando tiene forma alargada, aunque en muchas partes de Andalucía se llama indistintamente pero a la manzana.
Es una de las frutas más cultivadas del mundo, así en 2005 se produjeron 55 millones de toneladas. De ellas, dos quintas partes fueron de China. Otros grandes productores son EE. UU., Turquía, Francia, Italia e Irán. Los productores de Latinoamérica más importantes son Chile y Argentina, ambos con más de 1 millón de toneladas cada uno, producidos principalmente en Valle Central (Chile) y Alto Valle del Río Negro (Argentina), zonas donde el clima y las características del suelo favorecen el cultivo.3 Las manzanas se han aclimatado en Ecuador a grandes altitudes sobre el nivel del mar, donde proveen cosecha dos veces al año debido a las temperaturas templadas constantes todo el año.
La manzana puede comerse fresca, pelada, o con piel, aunque también se puede hacer con ella compota de manzana, jugo de manzana, tarta de manzana o sidra.
Historia: Árbol del conocimiento, pintado por Lucas Cranach como un manzano.
Hércules portando la manzana de las Hespérides, estatua de bronce dorado romano del siglo II a. C.
La manzana ha sido una importante fuente alimenticia para ayudar en la alimentación en todos los climas fríos y, es probablemente, el árbol más modernamente cultivado. Son la especie vegetal, a excepción de los cítricos, que se puede mantener durante más tiempo, conservando buena parte de su valor nutritivo. Las manzanas de invierno, recogidas a finales de otoño y guardadas en cámaras o almacenes por encima del punto de congelación han sido un destacado alimento durante milenios en Asia, Europa y en Estados Unidos (desde 1800). Actualmente, la manzana tiene un período de vida más largo, y después de ser cortada, gracias al empleo de radiación se disminuye la presencia de agentes deteriorantes. Hay variedades con forma y sabor-una variedad tiene el sabor parecido al del melón pero con menos agua, un tamaño más reducido, y tiene un color rosa fucsia.
Se dice, tradicionalmente, que su origen estaría situado en la zona de Alma Ata o Almaty, antigua capital de la república soviética de Kazajistán y actual segunda ciudad más importante del estado kazajo independiente. De hecho Almaty es la forma adjetivada del sustantivo "manzana" en kazajo y es popularmente traducida como "Padre de las Manzanas".
La manzana en la historia: Con ella la tradición popular ilustra el pasaje bíblico en que Adán y Eva fueron expulsados del Paraíso por probar el fruto del árbol del conocimiento y Dios les expulsó del paraíso. El paraíso simboliza el estado de tranquilidad antes de hacer el mal mientras que la manzana la tentación. Más tarde, en el arte, se utilizó como símbolo de la nueva Eva, es decir la Virgen María que intercedería ante su hijo por la salvación de la Humanidad. En muchas imágenes románicas la Virgen lleva en su mano derecha una manzana.
Se utilizó para el logotipo utilizado por el grupo de rock The Beatles para su compañía discográfica.
Isaac Newton comentó a su biógrafo William Stukeley, que dedujo la Ley de gravitación universal después del incidente con una manzana que le golpeó en la cabeza mientras estaba bajo el manzano de su huerto.
El logotipo de la empresa de informática Apple Inc. es una manzana mordida y sus ordenadores son llamados Macintosh (McIntosh es una variedad de manzana).
Es una figura recurrente en la serie Desperate Housewives desde el 2004.
¿Mito o realidad?
Según algunos consumidores la manzana podría aportar síntomas de somnolencia, es decir una ayuda para combatir el insomnio

MANZANO Hojas, fruto.
Componentes principales
Pectina: Actúa como una fibra soluble. Ayuda en la disolución del colesterol y es una buena arma contra la diabetes.
Aminoácidos: Cisteina (componente de los tejidos, elimina las toxinas del hígado); glicina (antiácido natural y responsable del sistema inmunitario) arginina (necesaria para el crecimiento muscular y la reparación de los tejidos, responsable junto a la glicina del sistema inmunitario). Histidina (vasodilatador y estimulador del jugo gástrico. Combate la anemia, la artritis y es muy útil para las úlceras). Isoleucina (Necesaria para un crecimiento adecuado y para el equilibrio del nitrógeno). Lisina (interviene en la producción de anticuerpos, la construcción de los tejidos y la absorción del calcio). Serina (ayuda a fortalecer el sistema inmunitario). Valina (favorece el crecimiento infantil y interviene en el equilibrio del nitrógeno). Metionina (necesaria para la producción de la cisteina, ayuda a combatir el colesterol)
Ácidos: glutamínico (antiulceroso, tónico, incrementa la capacidad mental), linoleico (Vitamina F), málico, oleico, palmítico y cafeico
Azúcares: fructosa, glucosa y sacarosa.
Catequinas
Quercetina
Sorbitol:
Fibra
Elementos:Calcio, hierro, magnesio, nitrógeno, fósforo, potasio y zinc.
Toxicidad
La manzana carece de toxicidad, si exceptuamos la ingestión de sus semillas que, como en todas las rosáceas contienen ácidos que combinados con los jugos gástricos producen cianuro, aunque la ingesta de éstas tendría que ser muy grande y voluntaria como parece ser que ocurrió con un hombre en Estados Unidos para producir un resultado fatal.


Parte utilizada: El fruto. 
Principios activos: Fundamentalmente pectina; ácidos málico, cítrico, clorogénico; galactósidos, taninos, quercitinas. Las semillas contienen hormonas esteroideas, estrona y progesterona.  
Acción farmacológica: Las pectinas le confieren una acción reguladora del tránsito intestinal, aumentando el bolo, reteniendo agua... por lo que tienen acción laxante y protectora de la mucosa. 
En uso externo, la pasta de manzanas tiene efecto antiflogístico y vulnerario. 
Indicaciones: Afecciones gastrointestinales, gastroenteritis infantil. Estreñimiento.  

Uso interno: Antiinflamatoria del aparato digestivo: En casos de inflamación del estomago, intestinos o de las vías urinarias.(Decocción de unos pedazos de manzana durante 15 minutos en 1 litro de agua. Tomar tres vasos al día)
Antiácida: Su contenido en pectinas, así como la influencia de la glicina, que es un antiácido natural la hacen muy adecuada para en casos de acidez estomacal. Basta comer unos trozos de manzana y notaremos un gran alivio, por lo cual su ingesta continuada se convierte en un buen sustituto de otros antiácidos químicos.
Antidiarreica y laxante suave: Aunque parezca contradictorio su alto contenido en pectinas la convierten en un buen regulador del aparato del intestino, de manera que se constituye un laxante suave en casos de estreñimiento, especialmente cuando se come a primeras horas de la mañana. Al mismo tiempo el valor absorbente de las pectinas la hacen ideal en casos de colitis, diarrea, gastroenteritis y en todos aquellos casos en que se manifieste una defecación demasiado abundante y blanda.
Diurético y depurativa: Favorece la eliminación de líquidos corporales, siendo muy adecuada en casos de obesidad, enfermedades reumáticas . Por su contenido en cistina y arginina , así como el ácido málico, resulta muy adecuada para eliminar las toxinas que se almacenan en el cuerpo y que, además de combatir o impedir las enfermedades anteriormente citadas, son muy adecuadas en afecciones como ácido úrico, gota, y el tratamiento de enfermedades relacionadas con los riñones, como los cálculos o la insuficiencia renal.
Anticatarral: En caso de bronquios o de tos, así como cuando se tiene el pecho cargado, es muy adecuada esta planta por sus valores expectorantes (Infusión de 15 gr. de flores secas por litro de agua. Tomar tres vasos al día)
Anticolesterol: La metionina, su alto contenido en fósforo y su riqueza en fibra soluble resultan fundamentales en el control del colesterol.
Hipotensora: El valor vasolilatador de la histidina la convierten en en un buen aliado para rebajar la presión sanguínea en casos de hipertensión. (Infusión de una cucharadita de flores y hojas secas por vaso de agua. Dejar reposar 10 minutos y tomar dos vasos al día)
Sedante: Por su contenido en fósforo, resulta un alimento con valores sedantes, muy adecuado para tomarlo antes de irse a dormir, con lo cual ayuda a dormir mejor.
Antipirético: Para rebajar la fiebre. (Decocción de 60 gr. por litro de agua durante 15 minutos. Colar y tomar 2 vasos al día)
Antitabaco: Una dieta a base solo de manzanas durante todo un día puede ayudar a abandonar el hábito de fumar.
Anticancerígena: Por su contenido en catequinas y quercetina, dos fitoquímicos que protegen contra la acción de los radicales libres y tienen propiedades anticancerígenas muy potentes.
Enfermedad de Ménière: las curas de vinagre de manzana con agua ayudan a mejorar esta enfermedad.
Uso externoDolor: Para relajar los músculos cansados después de un esfuerzo físico, evitando los dolores y calambres se puede aplicar una loción sobre la zona dolorida con vinagre de manzana.
Fungicida: El vinagre de sidra puede utilizarse para eliminar los hongos de los pies, evitando la sensación de ardor que muchas veces la acompaña ( Colocar los pies en un barreño con agua tibio en el que se haya diluido medio litro de este vinagre. Enjuagar con agua fría y secar bien) Los baños de uñas en vinagre de sidra de manzana ayudan a fortalecer las uñas y evitar que se rompan. También puede resultar eficaz para disminuir la intolerancia hacia ciertos alimentos, evitando las alergias alimentarias (tomar un par de cucharadas en un vaso de agua endulzado con miel) o para detener la producción de mocos en la fiebre del heno. (4 cucharadas por vaso 3 veces al día durante 3 o 4 días. Luego ir reduciendo a cero poco a poco).
El vinagre de de manzana tiene propiedades muy beneficiosas para la salud del oído. Es rico en potasio cuya deficiencia, junto a la de magnesio, cinc y manganeso puede producir sordera. Además hidrata y regenera las mucosas por lo que puede ayudar a combatir los problemas del oído interno debidos a excesiva sequedad. (1 Cucharadita de vinagre de manzana, mezclado con una cucharada de miel por vaso de agua. Tomar tres vasos diarios durante las tres comidas principales. En caso de notar acidez estomacal rebajar la dosis).
Desodorizante y fungicida: frotar un preparado de papilla de manzana en pies con hongos ayuda a calmar la sensación de picor y el mal olor, además de poseer una leve acción fungicida.
Mal olor de las axilas: El vinagre de sidra de manzana puede constituir un buen desodorante para eliminar el olor desagradable que produce el sudor. (Mojar una gasa con vinagre de manzana y aplicar a las axilas. A diferencia de los desodorantes industriales, no produce irritaciones en la piel)
Flacidez: Se utiliza para realizar masajes de las zonas flácidas y mejorar el aspecto de la piel. (Mezclar medio vaso de zumo de manzana con medio vaso de zumo de melón. Masajear las partes poco firmes de la cara como la barbilla, el cuello o los párpados).
Manchas en los dientes: La cascara de este fruto te ayuda a quitar manchas de los residuos que dejan el cigarrillo y la vejez en los dientes.
Consumo Alimenticio: Resulta un fruto excelente que, debido a su carácter básico se puede comer con cualquier tipo de alimento y a cualquier hora del día, sin producir incompatibilidades alimentarias. Con ella, aparte de comerla cruda, cocida, sola o combinada con otros alimentos, se elaboran productos tan conocidos como:
Bebidas alcohólicas como la sidra asturiana o el Calvados francés.
El sirope de manzana, un tipo de mermelada que se forma al hervir durante varias horas el zumo de manzana hasta que este adquiera la consistencia de la miel. Luego se esteriliza con la técnica de introducirlo al baño María. Resulta "una mermelada" muy nutritiva por la presencia de muchos azúcares, principalmente fructosa.
La compota de manzana: Se realiza mediante un proceso similar al anterior, pero esta vez hirviendo la manzana entera pelada.
Actualmente hay estudios que parecen indicar cierta influencia de la pectina (en determinados tipos de manzana) que influyen en la libido, actuando éstas como afrodisíacos.
Cosmética: Por sus propiedades astringentes, la manzana se ha usado desde la antigüedad para elaborar mascarillas faciales, con el fin de eliminar impurezas y reafirmar la piel.
Recolección y conservación: Las flores y los frutos deben recogerse cuando empiezan a florecer y a madurar. Las flores deberán secarse a la sombra y guardarlas en un recipiente bien cerrado. Las manzanas deberán conservarse en un lugar oscuro y fresco.


Elixir floral: (Malus pumila, M. sylvestris) 
Flor de Bach: Crab Apple. 
Para quienes no se sienten limpios, para el sentimiento de ser sucio o impuro. Para los que, al mirarse, se ven imperfectos, contaminados por otros. Para los que tienen excesivos escrúpulos. A nivel físico trata el acné y las infecciones, aplicado a nivel local. Anima el proceso de eliminación de toxinas y vitaliza el hígado, los riñones y la linfa. Estimula el etérico y el chakra tercero. 

Magnolia





MAGNOLIA 
Magnolia es un género con alrededor de 120 especies de plantas de la familia de las Magnoliáceas. Se localizan principalmente en el este de Estados Unidos, México,
Centroamérica, sudeste de Asia y Sudamérica.
El género lleva el nombre de Pierre Magnol, botánico de Montpellier (Francia). La primera especie identificada de 
este género fue M. virginiana, encontrada por unos misioneros enviados a Norteamérica en la década de 1680. También allí se encontró M. grandiflora, ya en el siglo XVIII.
La magnolia es una antigua familia que evolucionó antes de que aparecieran las abejas, por lo que las flores se desarrollaron de forma que pudieran ser polinizadas por escarabajos. Como consecuencia, poseen duros carpelos para evitar su deterioro. Se han encontrado especímenes fosilizados de M. acuminata con 20 millones de años y se han podido identificar plantas pertenecientes a la familia Magnoliaceae que datan de hace 95 millones de años. Otra característica distintiva de las magnolias es la ausencia de sépalos o pétalos; en su lugar poseen tépalos, término que se acuñó para referirse a este elemento intermedio.
Los estambres se abren dividiéndose por el frente mirando al centro de la flor. Caducifolio o siempreverde. Flores producidas después de las hojas. 

 De Wikipedia


MAGNOLIA: Es una familia de árboles y arbustos originarios de Asia y América, unas 100 especies, de las que ninguna es ahora originaria de Europa, aunque se ha encontrado fósil. Se usa como ornamental. Las flores son grandes y suavemente olorosas. 

Propiedades: Con hojas y corteza se prepara un té muy tónico para los estómagos débiles, para los catarros pulmonares, añadiendo para este último caso, una cucharadita por taza del jarabe que se extrae de los frutos exprimidos. Suelen contener jarabe de magnolia casi todos los medicamentos contra la tos.

Elixir floral: Incrementa la comunicación en la pareja. Expresión del amor y la sexualidad. Abre el primer chakra.
Elixir floral Sirio: arquetipo femenino
Rescatar lo femenino, lo ying, para mujeres agotadas, estresadas, que no creen en su propia fuerza y se sienten vulnerables, da fuerza, fe, amor. Equilibra hormonas.

jueves, 28 de marzo de 2013

Leopoldo Alas "Clarín". El diablo en Semana Santa.


EL DIABLO EN SEMANA SANTA 

De Leopoldo Alas "Clarín"

Como un león en su jaula bostezaba el diablo en su trono; y he observado que todas las potestades, así en la tierra como en el cielo y en el infierno, tienen gran afición al aparato majestuoso y solemne de sus prerrogativas, sin duda porque la vanidad es flaqueza natural y sobrenatural que llena los mundos con sus vientos, y acaso los mueve y rige. Bostezaba el diablo del hambre que tenía de picardías que por aquellos días le faltaban, y eran los de Semana Santa.

Tal como se muere de inanición el cómico en esta época del año, así el diablo expiraba de aburrido; y no bastaban las invenciones de sus palaciegos para divertirle el ánimo, alicaído y triste con la ausencia de bellaquerías, infamias y demás proezas de su gusto. Según bostezaba y se aburría, ocurriósele de pronto una idea, como suya, diabólica en extremo; y como no peca Su Majestad in inferís de irresoluta, dando un brinco como los que dan los monos, pero mucho más grande, saltó fuera de sus reales, y se quedó en el aire muy cerca de la tierra, donde es huésped agasajado
y bienquisto por sus frecuentes visitas. 

Fue la idea que se le ocurrió al demonio, que por entonces comenzaba la tierra madre a hincharse con la comezón de dar frutos, yéndosele los antojos en flores, que lo llenaban todo de aromas y de alegres pinturas, ora echadas al aire, y eran las alas de las mariposas, ora sujetas al misterioso capullo, y eran los pétalos.

Bien entiende el diablo lo que es la primavera, que antes de ser diablo fue ángel, y se llamó luz bella, que es la luz de la aurora, o la luz triste de la tarde, que es la luz de la melancolía y de las aspiraciones sin nombre que buscan lo infinito. Lo que sabe el diablo de argucias, díganlo San Antonio y otros varones benditos, que lucharon con fatiga y sudor entre las tentaciones del enemigo malo y las inefables y austeras delicias de la gracia. Claro es que al atractivo celestial nada hay comparable, ni de lejos, y que soñar con tales comparaciones es pecar mortalmente; pero también es cierto que, aparte de Dios, nada hay tan poderoso y amable, a su manera, como el diablo, siendo todo lo que queda por el medio insulso, tibio y de menos precio, sea bueno o malo. Para todo corazón grande, el bien, como no sea el supremo, que es Dios mismo, vale menos que el mal, cuando es el supremo, que es el demonio.

Al ver que brotaba la primavera en los botones de las plantas y en la sangre bulliciosa de los animales jóvenes, se dijo «ésta es la mía», el diablo, gran conocedor de las inclinaciones naturales. Aunque le teme y huye, no quiere el diablo mal a Dios, y mucho menos desconoce su fuerza omnipotente, su sabiduría y amor infinito, que a él no le alcanza, por misterioso motivo, cuyo secreto el mismísimo demonio respeta, más reverente que algunos apologistas cristianos. Y así, mirando al cielo, que estaba todo azul al Oriente, y al Poniente se engalanaba con ligeras nubecillas de amaranto, decía el diablo con acento plañidero, pero no rencoroso, digan lo que quieran las beatas, que hasta del diablo murmuran y le calumnian; digo que decía el diablo: «Señor, de tu propia obra me valgo y aprovecho; Tú fuiste, y sólo Tú, quien produjo esta maravilla de las primaveras en los mundos, en una divina inspiración de amor dulcísimo y expansivo, que jamás comprenderán los hombres que son religiosos por manera ascética; ¿y qué es la primavera, Señor? Un beso caliente y muy largo que se dan el sol y la tierra, de frente, cara a cara, sin miedo.

¡Pobres mortales! Los malos, los que saben algo de la verdad del buen vivir, están en mi poder, y los buenos, los que vuelven a Ti los ojos, Dios Eterno, quiérente de soslayo, no con el alma entera; no entienden lo que es besar de frente y cara a cara, como besa el sol a la tierra, y tiemblan, vacilan, y gozan de tibias delicias, más ideadas que sentidas; y acaso es mayor el placer que les causa la tentación con que yo les mojo los labios, que el alabado gozo del deliquio místico, mitad enfermedad, mitad buen deseo...».

Comprendió el diablo que se iba embrollando en su discurso, y calló de repente, prefiriendo las obras a las palabras, como suelen hacer los malvados que son más activos y menos habladores que la gente bonachona y aficionada al verbo. Sonrió Su Majestad infernal con una sonrisa que hubiera hecho temblar de pavor a cualquier hombre que le hubiese visto; y varios ángeles, que de vuelta del mundo pasaban volando cerca de aquellas nubes pardas donde Satanás estaba escondido, cambiaron por instinto la dirección del vuelo, como bandada de palomas que vuelan atolondradas con distinto rumbo al oír el estrépito que hace un disparo cuando retumba por los aires.

Mira el diablo a los ángeles con desprecio, y volviendo enseguida los ojos a la tierra, que a sus pies se iba deslizando como el agua de un arroyo, dejó que pasara el Mediterráneo, que era el que a la sazón corría hacia Oriente por debajo, y cuando tuvo debajo de sí a España, dejóse caer sobre la llanura; y como si fuera por resorte, redújose, con el choque de la caída, la estatura del diablo, que era de leguas, a un escaso kilómetro.

El sol se escondía en los lejanos términos, y sus encendidos colores reflejábanse en el diablo de medio cuerpo arriba, dándole ese tinte mefistofélico con que solemos verle en las óperas, merced a la lámpara Drumont o a las luces de bengala. Puso el Señor de los Abismos la mano derecha sobre los ojos y miró en torno, y no vio nada a la investigación primera; mas luego distinguió de la otra parte del sol como la punta de una lanza enrojecida al fuego. Era la veleta de una torre muy lejana. En unos doce pasos que anduvo viose el diablo muy cerca de aquella torre, que era la de la catedral de una ciudad muy antigua, triste y vieja, pero no exenta de aires señoriales y de elegancia majestuosa. Tendióse cuan largo era por la ribera de un río que al pie de la ciudad corría (como contando con las quejas de su murmullo la historia de su tierra), y estirando un tanto el cuello, con postura violenta, pudo Satanás mirar por las ventanas de la catedral lo que pasaba dentro. Es de advertir que los habitantes de aquella ciudad no veían al diablo tal como era, sino parte en forma de niebla que se arrastraba al lado del río perezosa, y parte como nubarrón negro y bajo que amenaza tormenta y que iba en dirección de la catedral desde las afueras.

Verdad es que el nubarrón tenía la figura de un avechucho raro, así como cigüeña con gorro de dormir; pero esto no lo veían todos, y los niños, que eran los que mejor determinaban el parecido de la nube, no merecían el crédito de nadie. Un acólito de muy tiernos años, que había subido en compañía del campanero a tocar las oraciones, le decía: «Señor Paco, mire usted este nubarrajo que está tan cerca; parece un aguilucho que vuelve a la torre, pero trae una alcuza en el pico; vendrá por aceite para las brujas». Pero el compañero, sin contestar palabra ni mirar al cielo, daba la primera campanada, que despertaba a muchos vencejos y lechuzas dormidos en la torre. Sonaba la segunda campanada solemne y melancólica y los pajarracos revolaban cerca de las veletas de la catedral; el chico, el acólito, continuaba mirando al nubarrón, que era el diablo; y a la campanada tercera seguía un repique lento, acompasado y grave, mientras que los otros campanarios de la ciudad vetusta comenzaban a despertarse y a su vez bostezaban con las tres campanadas primeras de las oraciones.

Cerró la noche, el nubarrón se puso negro del todo, y nadie vio las ascuas con que el diablo miraba al interior de la catedral por unos vidrios rotos de una ventana que caía sobre el altar mayor, muy alumbrado con lámparas que colgaban de la alta bóveda y con velas de cera que chisporroteaban allá abajo.

El aliento del diablo, entrando por la ventana de los vidrios rotos, bajaba hasta el altar mayor en remolinos, y movía el pesado lienzo negro que tapaba por aquellos días el retablo de nogal labrado. A los lados del altar, dos canónigos, apoyados en sendos reclinatorios, sumidos los pliegues del manteo en ampuloso almohadón carmesí, meditaban a ratos, y a ratos leían la pasión de Cristo. En el recinto del altar mayor, hasta la altísima verja de metal dorado con que se cerraba, nadie más había que los dos canónigos; detrás de la verja, el pueblo devoto, sumido en la sombra, oía con religiosa atención las voces que cantaban las Lamentaciones, los inmortales trenos de Jeremías. Cuando el monótono cántico de los clérigos cesaba, tras breve pausa, los violines volvían a quejarse, acompañando a las niñas de coro, tiples y contraltos, que parecían llegar a las nubes con los ayes del Miserere. Diríase que cantaban en el aire, que se cernían las notas aladas en la bóveda, y que de pronto, volando, volando, subían hasta desvanecerse en el espacio. Después las voces del violín y las voces del colegial tiple emprendían juntas el vuelo, jugaban, como las mariposas, alrededor de las flores o de la luz, y ora bajaban las unas en pos de las otras hasta tocarse cerca del suelo, ora, persiguiéndose también, salían en rápida fuga por los altos florones de las ventanas, a través de las cortinas cenicientas y de los vidrios de colores. Nuevo silencio; cerca del altar mayor se extinguía una luz, de varias colocadas en alto, sobre un triángulo de madera sostenido por un mástil de nogal pintado.

Entonces, como risas contenidas, pero risas lanzadas por bocas de madera, se oían algunos chasquidos; a veces los chasquidos formaban serie, las risas eran carcajadas; eran las carcajadas de las carracas que los niños ocultaban, como si fueran armas prohibidas preparadas para el crimen. El incipiente motín de las carracas se desvanecía al resonar otra vez por la anchurosa nave el cántico pesado, estrepitoso y lúgubre de los clérigos del coro.

El diablo seguía allá arriba alentando con mucha fuerza, y llenaba el templo de un calor pegajoso y sofocante; cuando oyó el preludio inseguro y contenido de las carracas no pudo contener la risa, y movió las fauces y la lengua de modo que los fieles se dijeron unos a otros: «¿Será el carracón de la torre? ¿Pero por qué le tocan ahora?». Un canónigo, mientras se limpiaba el sudor de la frente con un pañuelo de hierbas, decía para sí: «¡Este Perico es el diablo, el mismo diablo! ¡Pues no se ha puesto a tocar el carracón del campanario!». Y todo era que el diablo, no
Perico, sino el diablo de veras, se había reído. El canónigo, que sudaba, miró hacia el retablo y vio el lienzo negro que se movía; volvió los ojos a su compañero, sumido en la meditación, y le dijo en voz muy baja y sin moverse: «¿Qué será? ¿No ve usted cómo se menea eso?». El otro canónigo era muy pálido. No sudaba ni con el calor que hacía allí dentro. Era joven; tenía las facciones hermosas y de un atrevido relieve; la nariz era acaso demasiado larga, demasiado inclinada sobre los labios y demasiado carnosa; aunque aguda, tenía las ventanas muy anchas, y por ellas alentaba el canónigo fuertemente, como el diablo de allá arriba. «No es nada -contestó sin apartar los ojos del libro que tenía delante-, es el viento que penetra por los cristales rotos.» En aquel momento todos los fieles pensaban en lo mismo y miraban al mismo sitio; miraban al altar y al lienzo que se movía, y pensaban: «¿Qué será esto?». Las luces del triángulo puesto en alto se movían también, inclinándose de un lado a otro alrededor del pábilo, y brillaban cada vez más rojas, pero como envueltas en una atmósfera que hiciera difícil la combustión. El canónigo viejo se fue quedando aletargado o dormido; la misma torpeza de los sentidos pareció invadir a los fieles, que oían como en sueños a los que en el coro cantaban con perezoso compás y enronquecidas voces. El diablo seguía alentando por la ventana de los vidrios rotos. El canónigo joven estaba muy despierto y sentía una comezón, que no pudo dominar al cabo; pasó una mano por los ojos, anduvo en los registros del libro, compuso los pliegues del manteo, hizo mil movimientos para entretener el ansia de no sabía qué, que le iba entrando por el corazón y los sentidos; respiró con fuerza inusitada, levantando mucho la cabeza... y en aquel momento volvió a cantar el colegial que subía a las nubes con su voz de tiple. Era aquella voz, para los oídos del canónigo inquieto, de una extraña naturaleza, que él se figuraba así, en aquel mismo instante en que estaba luchando con sus angustias. Era aquella voz de una pasta muy suave, tenue y blanquecina; vagaba en el aire, y al chocar con sus ondas, que la labraban como si fueran finísimos cinceles, iba adquiriendo graciosas curvas, que parecían, más que líneas, sutiles y vagarosas ideas,, que suspiraban entusiasmo y amor; al cabo, la fina labor de las ondas del aire sobre la masa de aquella voz, que era, aunque muy delicada, materia, daba por maravilloso producto los contornos de una mujer, que no acababan de modelarse con precisa forma, pero que, semejando todo lo curvilíneo de Venus, no paraban en ser nada, sino que lo iban siendo todo por momentos. Y según eran las notas, agudas o graves, así el canónigo veía aquellas líneas que son símbolo en la mujer de la idealidad más alta, o aquellas otras que toman sus encantos del ser ellas incentivo de más corpóreos apetitos. 

Toda nota grave era, en fin, algo turgente, y entonces el canónigo cerraba los ojos, hundía en el pecho la cabeza y sentía pasar fuego por las hinchadas venas del robusto cuello; cuando sonaban las notas agudas, el joven magistral (que ésta era su dignidad) erguía su cabeza apolínea, abría los ojos, miraba a lo alto y respiraba aquel aire de fuego con que se estaba envenenando, gozoso, anhelante, mientras rodaban lágrimas lentas de sus azules ojos, llenos de luz y de vida.

Aunque la voz del colegial cantaba en latín los dolores del Profeta, el magistral creía oír palabras de tentación que en claro español le decían: «Mientras lloras y gimes por los dolores de edades enterradas después de muchos siglos, las golondrinas preparan sus nidos para albergar el fruto del amor. »

«Mientras cantas en el coro tristezas que no sientes, corre loca la savia por las entrañas de las plantas y se amontona en los pétalos colorados de la flor, como la sangre se transparenta en las mejillas de la virgen hermosa.» El olor del incienso te enerva el espíritu; en el campo huele a tomillo, y la espinera y el laurel real embalsaman el ambiente libre.» Tus ayes y los míos son la voz del deseo encadenado; rompamos estos lazos, y volemos juntos; la primavera nos convida; cada hoja que nace es una lengua que dice: "Ven, el misterio dionisiaco te espera".

»Soy la voz del amor, soy la ilusión que acaricias en sueños; tú me arrojas de ti, pero yo vuelo en la callada noche, y muchas veces, al huir en la obscuridad, enredo entre tus manos mis cabellos; yo te besé los ojos, que estaban llenos de lágrimas que durmiendo vertías.

»Yo soy la bien amada, que te llama por última vez: ahora o nunca. Mira hacia atrás; ¿no oyes que me acerco? ¿Quieres ver mis ojos y morir de amor? ¡Mira hacia atrás, mírame, mírame...! ».

Por supuesto, que todo esto era el diablo quien lo decía, y no el niño del coro, como el magistral pensaba. La voz, al cantar lo de «¡mírame, mírame!» se había acercado tanto, que el canónigo creyó sentir en la nuca el aliento de una mujer (según él se figuraba que eran esta clase de alientos).

No pudo menos de volver los ojos y vio con espanto detrás de la verja, tocando casi con la frente en las rejas doradas, un rostro de mujer, del cual partía una mirada dividida en dos rayos que venían derechos a herirle en sitios del corazón deshabitados.

Púsose en pie el magistral sin poder contenerse, y por instinto anduvo en dirección de la verja cerrada. A nadie extrañó el caso, porque en aquel momento otro canónigo vino de relevo y se arrodilló ante el reclinatorio.

Aquella imagen que asomaba entre las rejas era de la jueza (que así llamaban a doña Fe por ser esposa del magistrado de mayor categoría del pueblo). Bien la conocía el magistral, y aun sabía no pocos de sus pecados, pues ella se los había referido; pero jamás hasta entonces había notado la acabadísima hermosura de aquel rostro moreno.

Claro es que al magistral, sin las artes del diablo, jamás se le hubiera ocurrido mirar a aquella devota dama, famosa por sus virtudes y acendrada piedad.

Cuando el canónigo, sin saber lo que hacía, se iba acercando a ella, un caballero de elegante porte, vestido con esmerada riqueza y gusto, y ni más ni menos hermoso que el magistral mismo, pues se le parecía como una gota a otra gota, se acercó a la jueza, se arrodilló a su lado, y acercando la cabeza al oído de un niño que la señora tenía también arrodillado en su falda, le dijo algo que oyó el niño sólo y que le hizo sonreír con suma picardía.

Miró la madre al caballero, y no pudo menos de sonreír a su vez cuando le vio posar los labios sobre la melena abundosa y crespa de su hijo, diciendo: «¡Hermoso arcángel!». El niño, con cautela y a espaldas de la madre, sacó de entre los pliegues de su vestido una carraca de tamaño descomunal, en cuanto carraca, y sin más miramientos, en cuanto vio que otra luz de las del triángulo se apagaba, trazó en el viento un círculo con la estrepitosa máquina y dio horrísono comienzo a la revolución de las carracas. No había llegado, ni con mucho, el momento señalado por el rito para el barullo infantil, pero ya era imposible contener el torrente; estalló la furia acorralada, y de todos los ángulos del templo, como gritos de las Euménides, salieron de las fauces de madera los discordantes ruidos, sofocados antes, rompiendo al fin la cárcel estrecha y llenando los aires en desesperada lucha unos con otros, y todos contra los tímpanos de los escandalizados fieles. Y era lo que más sonaba y más horrísono estrépito movía la carcajada del diablo, que tenía en sus brazos al hijo de la jueza
y le decía entre la risa: «Bien, bravo, ja, ja, ja, toca; eso, ra, ra, ra, ra...». El niño, orgulloso de la revolución que había iniciado, manejaba la carraca como una honda, y gritaba frenético: «¡Mamá, mamá, he sido yo el primero! ¡Qué gusto, qué gusto! ¡Ra, ra, ra!».
La jueza bien quisiera ponerse seria a fuer de severa madre; pero no podía, y callaba y miraba al hermoso arcángel y al caballero que le sostenía en sus brazos, y oía el estrépito de las carracas como el ruido de la lluvia de primavera, que refresca el ambiente y el alma. Porque precisamente en aquel día había esta señora sentido grandes antojos de algo extraordinario, sin saber qué; algo, en fin, que no fuera el juez del distrito; algo que estuviera fuera del orden; algo que hiciese mucho ruido, como los besos que ella daba al arcángel de la melena; más todavía, como los latidos de su corazón, que se le saltaba del pecho pidiendo alegría, locuras, libertad, aire, amores..., carracas. El magistral, que había acudido con sus compañeros de capítulo a poner dique a la inundación del estrépito, pero en vano, fingía, también en balde, tomar a mal la diablura irreverente de los muchachos; porque su conciencia le decía que aquella revolución le había ensanchado el ánimo, le había abierto no sabía qué válvulas que debía de tener en el pecho, que al fin respiraba libre, gozoso. Ni el magistral volvió a pensar en la jueza, ni la jueza miró sino con agradecimiento de madre al caballero que se parecía al magistral, a quien había mirado la espalda aquella noche antes de que entrase el caballero.

Los demás devotos, que al principio se habían indignado, dejaron al cabo que los diablejos se despacharan a su gusto; en todas las caras había frescura, alegría; parecíales a todos que despertaban de un letargo, que un peso se les había quitado de encima, que la atmósfera estaba antes llena de plomo, azufre y fuego, y que ahora con el ruido se llenaba el aire de brisas, de fresco aliento que rejuvenecía y alegraba las almas. Y ¡ra, ra, ra, ra! Los chicos tocaban como desesperados. Perico hacía sonar el carracón de la torre, y el diablo reía, reía como cien mil carracas.

Lo cierto es que el demonio tenía un plan como suyo: que la jueza y el magistral estuvieron a punto de perderse, allá en lo recóndito de la intención por lo menos; pero como al diablo lo que más le agrada son las diabluras, en cuanto le infundió al chico de la jueza la tentación de tocar la carraca a deshora, todo lo demás se le olvidó por completo, y dejando en paz, por aquella noche, las almas de los justos, gozó como un niño con la tentación de los inocentes.

Cuando Satanás, a la hora del alba, envuelto por obscuras nubes, volvía a sus reales, encontró en el camino del aire a los ángeles de la víspera. Oyeron que iba hablando solo, frotándose las manos y riendo a carcajadas todavía.

—¡Es un pobre diablo! -dijo uno de los ángeles.
—¡Y ríe! —exclamó otro—. ¡Y ríe en la condenación eterna...!
Y callaron todos, y siguieron cabizbajos su camino.

martes, 26 de marzo de 2013

LIMONERO




LIMONERO
http://www.consumer.es/
2002/04/04/40671.php
De origen asiático, el limonero es un frutal perenne de la familia de las rutáceas. Sus grandes y ovaladas hojas de color verde brillante son, al igual que sus flores, muy aromáticas, con una característica espina en la base. Hay muchas variedades de limonero y sus distintas especies se diferencian por la forma y color desus frutos, los limones, y por la forma, acidez y periodos de maduración de los mismos. Este frutal prefiere un suelo bien drenado, fértil y rico en humus, en una zona orientada al sol y protegida del viento.
Características: El limonero es un frutal perenne de porte mediano del género citrus, perteneciente a la familia de las rutáceas, que puede llegar a vivir 70 años. De origen asiático, en la actualidad crece en zonas de clima templado y se cultiva en las regiones tropicales y subtropicales del mundo, sobre todo en Italia, España, Portugal y Estados Unidos.
Crece en zonas de clima templado y se cultiva en las regiones tropicales y subtropicales. De tronco leñoso, amarillento y muy ramificado, sus grandes y ovaladas hojas de color verde brillante son muy aromáticas y con una característica espina en la base. También desprenden un gran aroma sus flores, el azahar. Su fruto, el limón, es de color amarillo o verde y tiene una gruesa corteza que oculta una capa blanca esponjosa e insípida, debajo de la cual se encuentra la pulpa. Los limones brotan en las ramas de un año y en las que tienen yema terminal. En cuanto a la recogida, se debe realizar de forma escalonada, cuando estén maduros, algo que ocurre durante casi todo el año.
Hay muchas variedades de limonero. Sus distintas especies se diferencian por la forma y color de sus frutos, los limones, y por la forma, acidez y periodos de maduración de los mismos.
Cuidados básicos: Los limoneros precisan de un suelo bien drenado, fértil y rico en humus, que debe estar orientado al sol y protegido del viento, ya que para un óptimo crecimiento precisa de un clima templado, donde no hay cabida para el frío y la humedad, y mucho menos, para las heladas.
Deben regarse de forma abundante, sobre todo cuando los frutos comienzan a salir y en época de floración. Esta última es refloreciente, ya que el limonero florece dos veces: entre marzo y julio, y entre agosto y septiembre.
En cuanto al abono, debe ser rico en macronutrientes como el nitrógeno, el potasio o el fósforo, y en micronutrientes como el yodo, el hierro y la vitamina A. Se debe aplicar en primavera y en verano y, para hacerlo, hay que tener en cuenta la altura del árbol y la producción de limones, ya que a mayor producción y tamaño mayor, deberá ser el aporte de nutrientes.
La poda ha de ser anual, en periodo de inactividad vegetativa. Durante la misma se eliminarán las ramas muertas, otras más débiles y los chupones (ramas que crecen de forma vertical y que no dan fruta), de modo que el resto del árbol tenga más fuerza. Respecto a su multiplicación, esta se realiza por injerto.
Árboles perennifolios, espinosos. Hojas ovales con peciolo no alado. Flores blancas. Frutos en hesperidio, amarillos en la madurez, y de forma ovoide, con un mamelón en el extremo.
ORIGEN Y DISTRIBUCIÓN DEL LIMÓN:
Nativo de Asia tropical. Se cultiva en zonas con clima mediterráneo (California, Región Mediterránea).

Poema: El Limonero 
de Antonio Machado


El limonero lánguido suspende
una pálida rama polvorienta
sobre el encanto de la fuente limpia,
y allá en el fondo
sueñan los frutos de oro…
Es una tarde clara, casi de primavera,
tibia tarde de marzo,
que el hálito de abril cercano lleva;
y estoy solo, en el patio silencioso,
buscando una ilusión cándida y vieja:
alguna sombra sobre el blanco muro,
algún recuerdo, en el pretil de piedra
de la fuente dormido, o, en el aire,
algún vagar de túnica ligera.
En el ambiente de la tarde flota
ese aroma de ausencia
que dice al alma luminosa: nunca,
y al corazón: espera.
Ese aroma que evoca los fantasmas
de las fragancias vírgenes y muertas.
Sí, te recuerdo, tarde alegre y clara,
casi de primavera,
tarde sin flores, cuando me traías
el buen perfume de la hierbabuena
y de la buena albahaca
que tenía mi madre en sus macetas.
Que tú me viste hundir mis manos puras
en el agua serena,
para alcanzar los frutos encantados
que hoy en el fondo de la fuente sueñan…
Sí, te conozco, tarde alegre y clara,
casi de primavera.

Se utiliza el fruto.
Principios activos: Del pericarpio: esencia de composición compleja (limoneno, pineno, citral, citronelal, terpinol, canfeno, felandreno. Cumarinas: limetina, bergamotina. Flavonoides: citrina, diosmina). De la pulpa: azúcares, ácidos cítrico, ascórbico, málico. Flavonoides.
Acción farmacológica: La esencia es antiséptica, carminativa, diurética, actividad reforzada por la presencia de flavonoides (citroflavonoides) que además ejercen una acción vitamínica P: venotónica, vasoprotectora, controlando la permeabilidad capilar y aumentando su resistencia. La pectina posee un efecto hemostático y protector de la mucosa gastrointestinal. Se le considera antianémico, antipirético, antirreumático, remineralizante, antiesclerótica. En uso externo es antiséptica, cicatrizante, hidratante, y demulcente.
Indicaciones: Tradicionalmente el limón ha sido muy utilizado a nivel popular: varices, hemorroides, fragilidad capilar, arteriopatías, retinopatía diabética, reumatismo, gota, enfermedades febriles, gripe, astenia, inapetencia, digestiones lentas, meteorismo, hiperacidez gástrica, disquinesia hepatobiliar, vómitos, diarrea, obesidad, edemas, litiasis renal y biliar, hipertensión, prevención del escorbuto, oxiuriasis. En uso externo: aftas, estomatitis, anginas, blefaritis, conjuntivitis, otitis, vaginitis, heridas, piel seca. Se puede hacer la infusión con la corteza de 3 limones por litro de agua. Se realiza la infusión durante 15 minutos y se toman 3 tazas al día, antes de las comidas. El zumo es muy utilizado en medios naturistas en forma de curas discontinuas. Ha de evitarse comer limones al natural, pues con su acidez ataca al esmalte de los dientes con consecuencias muy desagradables.
Contraindicaciones: El aceite esencial, aplicado tópicamente, es incompatible con la exposición solar y las radiaciones ultravioleta, (fototóxico).

Elixir floral: facilita la claridad de pensamiento. Afecta sobre todo al hemisferio cerebral izquierdo, ayudando en los procesos de pensamiento lineal y lógico. Libera el estrés a nivel físico y psíquico. Limpia la linfa. refuerza el esmalte dental, regenera el cabello y cura a nivel energético las cicatrices. ayuda en la absorción de vitaminas.

Alquimia Botánica: de Sri Deva Fenix.
Árbol de la Luna, simboliza el entusiasmo. En la mitología se atribuye a Hesperis y Atlas la progenitura de tres hijas que ostentan el patronazgo de los Citrus(los cítricos): Arethusa, el limonero; Aeglen, el cidro, y Hespertusa, el naranjo. El limonero sería, pues, uno de los tres árboles que se disputan ser el verdadero “árbol de las manzanas de oro” del jardín de las Hespérides. En la tradición sueca, se dice que un limonero en las cercanías de la hacienda, guarda la propiedad, pero que sus dueños, que ya se benefician de sus frutos y su protección, no deben arrancarle ni una hoja, en señal de respeto y agradecimiento. Se añade su corteza rayada en amuletos o botellas mágicas para recuperar la salud. Un té frío de limón es muy bueno para rociar la casa, ya que sus habitantes están más distendidos y tienden a tratarse mejor, sin discusiones. En la noche de san Juan hay que frotar un limón con las cenizas de las hogueras y llevarlo a casa. Cuando el limón se seque por completo, se tira hacia atrás por encima del hombro izquierdo y así desaparecen las envidias todo el año. Soñar con limones nos previene de la posibilidad de tener alguna sorpresa desagradable.