sábado, 16 de febrero de 2013

Haba

HABA (Vicia faba L.)
No se conoce silvestre. Florece al inicio de la primavera. Las legumbres contienen tirosina, dioxifenilalanina, tiramina, convicina. En las semillas hay vicina y convicina, alcaloides o glucósidos nitrogenados; diversos proteidos, legumina, vicilina, legumelina, proteasa; algo de sacarosa; ácido inositohexafosfórico. Alrededor del 14 % de hidratos de carbono, paragalactanas que dan galactosa y arabinosa casi puras. Las habas desprovistas de su hollejo constituyen un alimento de elevado nivel nutritivo y, reducidas a puré, después de bien cocidas, tienen sabor agradable y son de fácil digestión. Con sus hollejos, si no son tiernísimas, acabadas de formar, son difíciles de digerir. Dice el refrán: para cochinos, buenas son habas. Medicinalmente se utilizan las flores por sus virtudes diuréticas, así mismo pueden utilizarse las legumbres tiernas: 0´5 libras por litro de agua dejando que hiervan durante un cuarto de hora. Antiguamente se utilizaron los hollejos para envolver los medicamentos difíciles de tomar a modo de cápsula. Hay personas alérgicas a esta planta. Las habas son más conocidas por sus propiedades alimentarias que medicinales. Son muy ricas en calorías y proteínas.

Propiedades medicinales: Diuréticas. Depurativas y antirreumáticas. Colesterol. Alzheimer. Panadizo y forúnculos.
Dice Dioscórides: La mitad de una haba mondada aplicada por el lado por el que se unía a la otra mitad, restriñe las efusiones de sangre que causaron las sanguijuelas. Laguna dice que las habas comidas engendran muchas ventosidades y restriñen el vientre...

Curiosidades: Cuenta Robert Graves que los espíritus eran conducidos ante los tres jueces de los muertos: Minos, Radamantis y Eaco. Quienes habían llevado una vida ni muy buena ni muy mala eran enviados a los campos gamonales (ver gamón); los muy malos iban al patio de castigo, detrás del Hades, y los muy buenos, a una puerta cerca de la fuente de la memoria que daba acceso al huerto Elíseo. Estos espíritus afortunados podían visitar la Tierra libremente durante la noche de Todos los Santos y el espíritu que quisiera podía esconderse dentro de un haba, confiando en que fuera comida por una chica rica, sana y amable. Más tarde, la chica, lo daría a luz como su hijo. Esto explica por qué ninguna persona decente comía habas en aquella época; tenían miedo de tragarse el espíritu de uno de sus padres o abuelos.

Es plato típico de la gastronomía granadina las habas con jamón acompañado de un huevo frito. En tiempos de carestía se comía la vaina de las habas.